Los dentistas alaveses alertan contra algunas prácticas de las «multiclínicas»
La presidenta de los ondontólogos alaveses, Carmen Mozas, interpreta que los casos de Vitaldent y Funnydent evidencian la explosión de la «burbuja dental» y denuncia la «publicidad engañosa» y el «abuso de los implantes»
Rosa Cancho
Viernes, 1 de abril 2016, 00:30
A los dentistas alaveses los escándalos que han protagonizado los máximos dirigientes de clínicas como Vitaldent y Funnydent no les sorprenden. Creen que en España «se está viviendo la explosión de la burbuja dental» y que eso tiene sus consecuencias. Así habla su presidenta, Carmen Mozas, quien desbroza para EL CORREO los retos de una profesión cada vez más masificada y difícil. En Álava están colegiados 209 profesionales que trabajan en un total de 146 clínicas. Y como todos en su ramo, luchan contra las prácticas de algunas clínicas franquiciadas, o «multiclínicas», que contratan «dentistas recién salidos de la carrera sin experiencia a los que hacen trabajar a destajo». También rechaza la publicidad engañosa y «esos imposibles implantes a 222 euros».
Pero el caballo de batalla sigue siendo la boca de sus clientes. Mozas está apunto de cumplir treinta años en la profesión, siempre en una consulta en el centro de la capital alavesa, y ya ha visto de todo. Dice que en general la salud bucodental de los vitorianos ha mejorado, sobre todo la de los niños. «Gracias al programa Padi de Osakidetza con el que colaboramos hay muchas menos caries», dice. Pero empiezan a llegar a las consultas de los dentistas niños muy pequeños, de entre 2 y 7 años, a los que no cubre aún el Padi con perforaciones en sus dientes de leche. «Les dan muchos zumos y dulces», alerta, tras anunciar que en breve el Colegio que representa pondrá en marcha junto a los pediatras una campaña para cuidar la alimentación infantil.
Con los mayores, también todo ha mejorado y hay una gran conciencia de la importancia de tener una boca sana. Pero aún hay quien se resiste en pleno siglo XXI a visitar una vez al año a su dentista. «Siguen teniendo miedo y eso ya no es lógico. Lo que no puede ser es que vengan cuando ya no aguantan más y quieran que les arregles de golpe lo que no se han mirado en la vida», dice. Y si lo que frena es la economía, anima, «encontramos la manera de que nuestros pacientes puedan pagar los tratamientos».
Y es que, remacha Mozas, un especialista con experiencia no sólo va a saber cómo enfrentarse a la boca más desastrosa del mundo sino que es capaz de detectar algunos tumores e incluso anorexias o bulimias. Por eso, los colegios de dentistas de toda España insisten tanto en la necesidad de combinar titulación con formación tutelada, algo que creen no se da en las grandes clínicas franquiciadas que tanto les preocupan, las «multiclínicas» en su argot. «Están utlizando mano de obra inexperta. Cogen a odontólogos recién titulados y los ponen a trabajar a destajo con cosas que no tienen que hacer porque no están preparados».
Exceso de titulados
La portavoz de los odontólogos alaveses explica que este tipo de centros los crean empresarios ajenos al mundo sanitario que no encuentran problemas para contratar a especialistas debido a que en los últimos años se ha multiplicado las facultades de esta especialidad hasta el punto de que hay ya un dentista por cada 2.200 habitantes cuando lamedia europea es de uno por cada 3.500.
Los colegios de odontólogos piden que se regule el sector y que se pongan números clausus en las facultades. «No deben permitir que abrir clínicas a personal que no sea especialista y se debe además regular la publicidad engañosa», señala en alusión a promociones agresivas que luego no son lo que parecían. «Hablan de implantes por 222 euros y para que eso funcione en boca se necesitan aditamentos preprotésicos, el propio implante, la cirugía y la prótesis en sí. Si suma todo eso... Yo he visto auténticas locuras», indica.
Además, agrega, se abusa de los implantes. Esta es alguna de las razones que explica el incremento de denuncias por malas praxis en los dos últimos años, aclara. Mozas lamenta que muchas de estas reclamaciones acaben retirándose.
«Multiclínicas», la competencia de las aseguradoras, intrusismo, exceso de oferta de profesionales, jóvenes que se ven obligados a trabajar a destajo o a emigrar a otros países de Europa... Los dentistas alaveses tienen grandes frentes abiertos, pero se sienten «más unidos que nunca». «Yo creo que ya hemos dejado atrás eso de las competencia, ya no nos sentimos enemigos. Defendemos nuestra profesión y el Colegio en ese sentido es un sitio en el que caben todos».