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Un joven se somente a una prueba de alcoholemia

«Hace años que no se veía una alcoholemia tan elevada en Vitoria; estaba al borde del coma»

Un conductor de 46 años fue sorprendido ebrio al volante este fin de semana en la calle Agirrelanda con una monumental melopea. Casi sextuplicaba la tasa permitida. Fue arrestado de inmediato

Sergio Eguía

Martes, 9 de febrero 2016, 01:04

Un conductor de 46 años ha sido imputado este fin de semana en Vitoria por un delito contra la seguridad vial al arrojar una tasa de alcohol de 1,44 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Eso son casi seis veces más de lo permitido por ley, 0,25 mg/l, y una de las marcas más altas que se recuerdan en Vitoria. Superar el mililitro (1,0) ya se considera una alcoholemia muy elevada. La Guardia urbana detectó a este conductor el pasado viernes, a las 21.30 horas, en la calle Agirrelanda de la capitral alavesa. No fue difícil cazarle. Es la misma calle en la que está ubicada la comisaría central de la Policía Municipal.

«Hace muchos años que no se veía una alcoholemia tan elevada en Vitoria», reconocen a elcorreo.com desde la Policía Local de la ciudad. «Una tasa de 1,44 miligramos por litro de aire es equivalente a 2,88 gramos de alcohol por litro de sangre. Eso es casi un coma etílico», explican. Hay dos escalas para medir el grado etílico de una persona. Los alcoholímetros que se usa en los atestados miden en en miligramos/litro de aire espirado. Sin embargo, médicamente es más correcto y exacto hablar de gramos por litro de sangre. Para medirlo es necesario hacer un análisis sanguíneo. No obstante, está legalmente aceptada un conversión entre ambas unidades simplemente multiplicando por dos la primera. «Una persona con 3 gramos de alcohol en sangre se considera en coma etílico a todos los efectos», enfatizan desde la Guardia Urbana.

Lo curioso es que desde Agirrelanda señalan que al contrario de lo que se supone en la calle, las alcoholemias 'de récord', siendo un gran riesgo, son menos peligrosas que las que no llegan a 1 mg/litro. «Una persona con una tasa de 1,44 es necesariamente consciente de que está completamente ebria. Le tiene que ser complicado moverse y hasta poner en marcha el vehículo. Es una lástima que en ese momento no decidan dejar el coche y llamar a un taxi, aunque si salen a la carretera acostumbran a ir muy muy despacio. Son un gran peligro, pero todavía son peores los de tasas bajas porque no detectan la falta de reflejos que les causa el alcohol y porque tienden a correr mucho ante la falsa sensación de euforia y la imposiblidad de sentir el peligro que provoca la droga», explican desde la central vitoriana de la Policía.

Ahora, al conductor sorprendido el viernes le espera responder ante el juez. El actual código de circulación contempla como un delito contra la seguridad vial cualquier positivo por drogas o alcohol detectado al conductor de un vehículo, independientemente de la tasa. «El único caso en el que se considera una infracción administrativa es si en un control rutinario, y solo en uno de los controles preventivos, el conductor da positivo pero no supera los 0.70 mg/litro». En todos los supuestos, el automóvil es inmovilizado y «se pide que algún familiar o conocido lo retire de la vía antes de llevarlo al depósito. Se intenta ponerlo lo más sencillo posible para el investigado. Solo en caso de que nadie se haga cargo del vehículo es retirado por la grúa para su custodia. Es lo más seguro para todos. Para que el coche no sufra desperfectos y para que el conductor no pueda regresar al lugar y trata de arrancarlo de nuevo».

Otros casos recientes

Hace dos meses, durante el puente de la Constitución, la Policía Local ya mostró públicamente su sorpresa por el nivel de alcohol que presentaban dos de los conductores imputados en aquella ocasón. Sus tasas, 1,25 y 1,19, alarmaron a los agentes. «Llama la atención por excesivas el resultado de las pruebas de alcoholemia de un conductor varón de 48 años de edad que quintuplicaba la tasa permitida, arrojando 1.27 y 1.21 miligramos de alcohol por litro de aire espirado -todas los positivos se repiten al de unos minutos para confrmarlos- y la de otro conductor, varón de 29 años de edad, que cuadruplicaba el mínimo permitido, dando como resultado tasas de 1.19 y 1.18 miligramos del alcohol por litro de aire espirado», señalaba la Guardia Urbana, en diciembre, en su habitual parte diario.

En los casos descritos, se comprueba una vez más que cumplen con el perfil del conductor ebrio de la ciudad. «En Vitoria se repite constatemente este patrón. La gran mayoría de las alcoholemias las dan varones de entre 25 y 50 años. Es muy muy raro que una mujer cometa una de estas imprudencias».

No es el único conductor imputado por el mismo motivo, este fin de semana, en Vitoria. Hasta seis personas ebrias han sido soprendidas al volante en la ciudad. El referido del viernes y otros cinco entre la noche del sábado y la mañana del domingo. Los investigados son todos varones, de entre 23 y 58 años. El positivo más bajo fue de 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Otros dos conductores alcanzaron la tasa de 1 miligramo. Solo dos de ellos fueron 'cazados' en los controles preventivos desplegados en la ciudad coincidiendo con la celebración del Carnaval. En total, se pidió que soplaran a 82 conductores, de los que 80 dieron negativo. Porque la realidad, precisamente, es esa, que la mayoría de los conductores vitorianos da negativo en los controles.

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