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HISTORIAS PERDIDAS DE ÁLAVA

El origen de Vitoria. Los cuentos de antes

Antes de Vitoria y Gasteiz la ciudad fue Bélica, Victoria, Camárica, Vadina, Tullica, Bésera, Victoriaco, Biscargis, Bilancio, e Icorrocia

F. GÓNGORA

Martes, 1 de abril 2014, 05:53

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Con la publicación de Arqueología e historia de una ciudad. Los orígenes de Vitoria-Gasteiz, del catedrático Agustín Azkarate y el doctor José Luis Solaun, junto a un gran equipo de investigadores, asistimos a una revolución en el conocimiento de la historia de la capital vasca. Los métodos innovadores de este estudio y la suerte de que el campus de Álava con la facultad de Letras estén tan cerca se han unido para ofrecer algo de lo que pocas ciudades pueden presumir. Para empezar, Vitoria es 481 años más vieja de lo que se presumía.

Las nuevas tesis hablan de la importancia de aquella aldea situada en el Campillo ya desde el siglo VIII, capaz de mantener relaciones comerciales con todo su entorno. También se dice que si se investiga en otros puntos de la colina, habrá muchas sorpresas, por ejemplo, en San Vicente. Hasta este libro, que llega con todas las bendiciones académicas aunque ya hay quien pone en duda todo, la historia de Vitoria se había escrito a menudo con cuentos y a esos me voy a referir.

En Historia de una ciudad. I el núcleo medieval el arqueólogo Armando Llanos apunta que hay precedentes arqueológicos al hecho histórico desde hace 70.000 años. Un bifaz de silex en Aitzabal, al sur de la colina de Mendizabala o monte de la tortilla atestigua que hubo grupos de cazadores que recorrían La Llanada. En el Neolítico aparecen sílex de nuevo en Berrosteguieta, Mendiola o Puerto de Vitoria. También la Edad del Bronce, la de Hierro ha dejado huellas en el municipio. Igual que la romanización. Pero se sabe muy poco de lo que acontece desde la época romana, siglos I-V, hasta la cita de 1025 (siglo XI) en la Reja de San Millán de una aldea llamada Gasteiz. Son seis siglos de tinieblas y oscuridad.

El origen de Vitoria en cronicones y relatos

Siguiendo a Armando Llanos en esta fabulosa recopilación de historias, ya nos dice que «unas veces por un deseo de envejecer unos orígenes, como marchamo de prestigio, otras por dejar correr la fantasía mezclando datos inciertos con realidades concretas, lo cierto es que son muchas las adscripciones que se han hecho sobre el origen de Vitoria. Así, se ha dicho que fue la Bélica de época romana, famosa en las guerras cántabras donde tuvieron lugar hechos heroicos. En dicho lugar y sobre sus ruinas, dice el Cronicón de Luitprando, Suintilia, rey de los visigodos, edificó Victoria para honrar a Santa Victoria, a quien este monarca profesaba gran devoción.

Otras opiniones llegan a decir que fue la Camárica de los Cántabros, la Vadina o la Tullica de los Caristios. Afinando más en las precisiones, el padre Juan de Viclara llega a decir que Leovigildo, en el año decimotercio de su reinado, fundó la ciudad de Vitoriaco, que corresponde a la actual Vitoria, y en su Crónica General de España y cuando se refiere a los pueblos que Alfonso I reconquistó a los árabes», dice: «E ganó de ellos estos lugares, Alava, Orduña, Vizcaya, Aycón, Pamplona y Bésera, esta es la que agora llaman Victoria, noticia apócrifa confirmada por el silencio de cronistas anteriores». Esta afirmación de Viclara siguió manteniéndose así y Aguado en su Historia de España dice: «Leovigildo ocupó gran parte de Vasconia fundando la fortaleza de Victoriaco (Vitoria)» . Lo mismo mantiene Lampérez en su arquitectura civil y más aún puntualiza Rafael Altamira al decir que «Leovigildo emprendió en 581 la campaña contra los vascones logrando ocupar gran parte del territorio, apoderándose de Egessa y fundando como fuerte militar avanzado la ciudad de Victoriaco (Vitoria)».

Prosigue Llanos en su artículo subrayando que Fray Alonso Venero, historiador del siglo XVI, escribió en una obra llamada «Henquíridon de los tiempos» (1526), que la ciudad de Victoria se llamaba antes Biscargis otros autores hablan de Viscacium y que por un hecho de armas en el que intervinieron las mujeres ayudando a los hombres, haciendo una gran matanza de enemigos», el rey Sancho de Navarra le cambió el nombre por el de Victoria conmemorando este acontecimiento.

Por este mismo hecho, los cronistas G. González Dávila y el padre fray Rafael de la Torre, atribuyen este nuevo nombre de Victoria, aunque llamando a la anterior Bilancio, nombre que mal recogido por Menéndez Silva dice al escribir sobre Vitoria: «En su principio quieren que se llamase antiguamente Bizancio, como Constantinopla, y conforme a esto, parece que la fundarían gentes de esa ciudad, viniendo a España e imponiéndo el nombre de su patria».

Un dominico, el padre Juan de Vitoria, trata sobre estos orígenes desde un punto de vista diferente. Haciendo alusión a una historia de los reyes de León y Castilla, halló que el Papa Juan pidió al rey don Alonso el Grande que reinó en 841, que consagrase la iglesia de Santiago, para lo cual este rey convocó a varios obispos, contándose entre ellos don Teodosindo, obispo de Vitoria. Por ello deduce que si esta Victoria es la de Álava puesto que según él no se conoce otra en España, es claro que ya existía con este nombre antes de ser fundada por Sancho el Sabio por lo que la llamó Nueva Victoria. Justifica posteriormente cómo destruida esta sede episcopal, pasó a ser luego la de Armentia.

Despues de todos esto y de adjudicar a una cita de Tito Livio, la mención de una Victoria habida por los romanos del Ebro arriba, termina diciendo que en la misma Crónica, hablando del rey Alfonso IX, que entre otro pueblos que ganó en Álava, Guipúzcoa y Rioja, ganó a Victoria la Vieja, que llamaban Icorrocia.

En este punto invito a leer el artículo Vitoria-Gasteiz antes de Vitoria Gasteiz. Una aproximación a la construcción historiográfica de los orígenes de nuestra ciudad, de Ismael García. Desde un punto e vista científico, repasa precisamente todo lo que influye en crear una fundación, un origen para la ciudad, aunque se base en falsos argumentos. El arqueólogo invita a repensar esos orígenes, a la luz de los nuevos descubrimientos arqueológicos. Y no se salva ni el fuero, piedra angular de ese principio. El artículo se incluye en en el libro Arqueología e historia de una ciudad. Los orígenes de Vitoria-Gasteiz. La nueva biblia a la que hay que referirse al hablar de la historia de la ciudad.

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