El Alavés golpea con precisión
Tras el 0-1 iguala en una acción aislada de una floja primera mitad, para aprovechar después el golazo de Toti y sentenciar por la vía rápida
FERNANDO RUIZ DE ESQUIDE
Lunes, 7 de octubre 2013, 19:07
Todo es más fácil con acierto ofensivo. Una realidad tan conocida en el fútbol como difícil de encontrar para el Alavés -y tantos otros equipos modestos- que, sin embargo, ayer golpeó con puño de hierro en el área del Hércules. Después de una primera mitad de desorientación y complicaciones, algunas de ellas provocadas por desajustes propios y otras por la velocidad de los puntas rivales, el cuadro albiazul se repuso por la vía de la pegada. Primero para igualar el choque en una acción aislada a balón parado dentro de unos minutos que amenazaban con un segundo tanto alicantino y, más tarde, ya en un buen arranque tras la reanudación, a base de precisión. Con el espectacular cabezazo de Toti y el oportunismo de Viguera para cerrar el choque. En una tarde donde resultaba necesaria una victoria para coger aire en la tabla, el equipo vitoriano acabó por respirar con tranquilidad, al menos durante una semana. Así es esta Segunda División plena de exigencia.
Pese a la mala experiencia de Alcorcón Natxo González se había decantado por un once muy similar al de Santo Domingo. Síntoma evidente de su confianza en el núcleo duro de la pasada temporada y, también, de que los fichajes deben dar aún un paso adelante si quieren hacerse hueco. Uno de ellos, Toti, después protagonista con un golazo, sustituyó en la alineación a Jarosik respecto a la pasada semana para que el equipo alavesista regresara a un 4-4-2 clásico.
Pero esta vez el Alavés salió al césped frío y sin las revoluciones que había mostrado en anteriores encuentros en casa para complicar la existencia a los adversarios. Ante un Hércules que recuperó a fornido Pamarot para su zaga y supo aprovechar también su primera oportunidad en el área de Goitia.
0-1, en el alambre y Vélez
El cuadro albiazul, en realidad, se sostuvo sobre el alambre durante casi toda la primera mitad. Víctima de sus desajustes defensivos e imprecisiones, el equipo alicantino encontró más espacios de lo habitual. Con autopista incluida en el 0-1, donde Portillo se zafó de Luciano en la banda, prácticamente en el centro del campo, y Assulin no encontró después oposición alguna a su velocidad. Bastó para el envío final a Eldin y su disparo seco. En apenas ocho minutos el equipo albiazul se subió al peor escenario. Y lo acusó durante muchos minutos. Escaso de ritmo ante un rival bien pertrechado y con demasiados sustos. Por envíos defectuosos en zonas peligrosas, nervios y la dificultad añadida de un adversario con jugadores de calidad y, sobre todo, rápidos.
Pero si en otras ocasiones Mendizorroza había sido esquivo con los méritos albiazules, ayer el equilibrio llegó en una acción aislada. En un córner cabeceado con precisión a la red por Ion Vélez. El delantero resultó en realidad el mejor activo albiazul, con su constante pelea y desmarque, a la que añadió pausa y visión de juego. Casi todo lo hizo bien y salió ovacionado de Mendizorroza. Junto a la explosividad de Guzmán son dos de las mejores noticias del arranque de Liga.
Cabezazo letal y Viguera
El Alavés salió tras el descanso con un buen resultado para lo ocurrido hasta entonces y trabajó después para mejorarlo. Con un equipo que unió líneas, se hizo más corto y presionó con criterio a un Hércules al que le costaba ya salir de su campo. Era un contexto favorable, aunque todo acompañó. De un buen centro de Óscar Rubio nació el gol de la tarde con el impecable testarazo cruzado de Toti. El Hércules se frotaba los ojos para comprobar si era un 2-1 lo que figuraba en el marcador.
Pero para cuando se dio cuenta, ya algo tocado en el ánimo y las fuerzas y con más jugadores de calidad que solidez, llegó el 3-1 al contragolpe con una incursión de Nano aprovechada por Viguera en una acción con cierta fortuna en el área. El Alavés zanjó así el partido. Natxo González echó el cerrojo con Mora y el Hércules comprobó que no era su día con un cabezazo al palo. Será difícil de repetir, pero ayer la escuadra albiazul se vistió de equipo grande a la hora de liquidar al rival.