La copa sin copas

Vitoria ya sabe lo que significa para su tejido económico local, sobre todo para el sector servicios, la organización de la Copa del Rey de baloncesto. Hoteles, comidas, cenas, fiesta nocturna, taxis... una riada de ingresos. Por eso las instituciones públicas pusieron la chequera por delante para atraer a Vitoria una edición cuya sede ya estaba designada (era Madrid) y, también por eso, se reclama desde el Baskonia y desde la ciudad con insistencia que la Euroliga se fije en la capital alavesa para celebrar la Final Four, la gran final a cuatro del baloncesto continental, en la que el Baskonia ha participado en varias ocasiones.

La Copa del Rey, este año, se solapa además con la celebración del fin de semana de Carnaval y se ha hecho coincidir de forma consciente con la Semana de la Cazuelita, uno de los eventos hosteleros que permiten hacer caja al sector en estos meses de frío y recesión doméstica. Un fin de semana, por tanto, de lujo para los hosteleros. Pero sobre todo ello se cierne la amenaza de una huelga convocada este jueves oficialmente y de forma unánime por los sindicatos (CC OO, UGT, ELA y LAB), como medida de presión para forzar a la patronal a atender sus reivindicaciones de cara a la firma de un nuevo convenio.

La Copa sin copas, podría decirse. Para muchos (hosteleros y clientes), más que un inconveniente, una tragedia. En especial, para los miles de aficionados de los equipos participantes en la cita copera, para la que se esperan a cerca de 8.000 visitantes a partir del miércoles, fecha en la que llegarán los conjuntos que arrancan la competición el sábado (el Barça y el Real Madrid entre ellos) y desde la que se pretende parar la actividad del sector.

Pero lo que parece más serio aún, la Copa sin personal en los hoteles. Porque esos ocho mil vistantes dormirán en Vitoria, hasta el punto de haber colgado el cartel de completo en la mayoría de los alojamientos de la ciudad. Los más negativo, decía ayer en El Correo el responsable de uno de los hoteles de la ciudad, es que si los organizadores ven que la hostelería hace huelga, la próxima vez no traerán la Copa a Vitoria.

Los sindicatos reclaman, ante la falta de acuerdo, el mantenimiento de su convenio actual, que precisamente se firmó después de otra amenaza de huelga en un fin de semana clave para la hostelería local, el del Azkena Rock Festival de 2010. Para 2013, piden un incremento en los salarios superior al IPC para no perder poder adquisitivo y un compromiso de recuperar las cantidades no percibidas en 2011 y 2012 cuando la situación económica mejore.

Estamos abiertos a negociar hasta el último momento, ha reiterado este jueves, antes de llevar la convocatoria de huelga a la Delegación de Trabajo, la representante de UGT Carmen Auñón. Pero hasta ahora los empresarios no han mostrado el más mínimo interés en llegar a un acuerdo, agregó. La semana que resta hasta el inicio de la Copa será por tanto clave.