Los neandertales de la cueva vizcaína de Axlor ya planificaban la caza hace 70.000 años
Lejos de ser oportunistas, el grupo que habitaba en Dima concentraba sus actividades cinegéticas en primavera, verano y otoño, y evitaba deliberadamente el invierno
Un equipo liderado por el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) ha desentrañado un fascinante capítulo de la vida de los neandertales que ... usaron la cueva de Axlor (Dima, Bizkaia) hace unos 70.000 años. Entonces, en la transición entre los períodos climáticos MIS 5 y MIS 4, estos homínidos demostraron una notable capacidad para gestionar su territorio, al adaptar sus estrategias de caza y movilidad a los ciclos estacionales de sus presas.
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En su estudio, publicado en 'Scientific Reports', los investigadores Antigone Uzunidis, Audrey Roussel, Jesús González-Urquijo y Talía Lazuen exponen cómo los neandertales de Axlor organizaban sus actividades en función de la disponibilidad de los animales a cazar y ocupaban el lugar estratégicamente durante la temporada cálida para aprovechar la diversidad de herbívoros que se daba en la zona.
Axlor es una cueva colmatada que se abre a 315 metros sobre el nivel del mar y a unos 30 kilómetros de la costa actual, en el valle del río Indusi, afluente del sistema Ibaizabal-Nervión. José Miguel de Barandiarán lo descubrió en 1932 y trabajó en él entre 1967 y 1974. La cavidad fue habitada en el Paleolítico Medio, el periodo en que se dieron los primeros asentamientos humanos conocidos en el territorio que ahora es Bizkaia. De hecho, dos dientes encontrados en ella fueron datados en 100.000 años.
Este yacimiento ha sido clave para entender las dinámicas de los neandertales en el norte atlántico de la Península Ibérica, una región donde convivían especies adaptadas tanto a climas templados como fríos. El nivel D de Axlor, datado en 70.400 ± 5.400 años, es particularmente rico en restos arqueológicos. Con más de 140.000 fragmentos óseos y unos 11.000 utensilios líticos, refleja una intensa ocupación humana.
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Los restos faunísticos indican que los neandertales cazaban una variedad notable de herbívoros que incluía ciervos, cabras montesas, bisontes, caballos, corzos, rebecos y rinocerontes de nariz estrecha. La ausencia significativa de restos de carnívoros, junto con la evidencia de procesamiento intensivo de los huesos, sugiere que los neandertales eran los principales responsables de la acumulación de estos restos.
El análisis de los restos dentales de 802 especímenes ha proporcionado una imagen detallada de las estrategias de subsistencia de los neandertales. La cabra montesa fue la presa más común de los grupos que ocuparon Axlor, representando más del 50% de los restos, seguida por el ciervo común, el bisonte y el caballo. Otras especies, como el rebeco, el corzo y el rinoceronte, aparecen en menor proporción, lo que indica una caza oportunista de estos animales.
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Pistas en el desgaste dental
El estudio de los patrones de desgaste dental permitió reconstruir las dietas de los herbívoros y, de estas, el entorno ambiental de la región. La mayoría de las especies, como la cabra montesa, el ciervo rojo, el corzo y el rebeco se alimentaban sobre todo de arbustos, árboles y hierbas. Por otro lado, el bisonte mostraba una dieta más variada, con un predominio de gramíneas. Este contraste sugiere que el entorno de Axlor estaba dominado por brezales o bosques de roble con áreas de pastos, un paisaje típico de la transición climática entre MIS 5 y MIS 4, marcada por fluctuaciones entre períodos fríos y cálidos.
Pero lo más destacado del estudio es la evidencia de que los neandertales ocupaban Axlor durante la temporada cálida (primavera, verano y otoño), evitando el invierno. La reconstrucción de los períodos de mortalidad de las presas revela un patrón estacional claro. Las cabras montesas fueron cazadas a lo largo de toda la temporada cálida, con picos en primavera-verano y verano-otoño. Los ciervos rojos se cazaban sobre todo en verano y principios de otoño, mientras que los bisontes eran objetivo en primavera y otoño. Los caballos, rebecos y corzos también fueron cazados en verano y otoño, aunque de manera más esporádica. Este patrón sugiere que los neandertales adaptaban sus estrategias de caza a los movimientos estacionales de las presas. La ubicación de Axlor, probablemente en una encrucijada de rutas migratorias, habría facilitado el acceso a una diversidad de herbívoros, especialmente en otoño, cuando la variedad de especies cazadas alcanzaba su máximo.
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Los resultados del estudio en Axlor ponen en entredicho la percepción tradicional de los neandertales como cazadores oportunistas con poca planificación. Por el contrario, revelan un comportamiento complejo, con una gestión territorial planificada. La selección de presas y la organización de las actividades de caza reflejan un conocimiento profundo del entorno y una capacidad para adaptarse a sus cambios y ciclos.
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