Altman recupera su puesto en ChatGPT solo cinco días después de su despido
El empresario fue despedido el pasado viernes por la junta directiva de la startup de inteligencia artificial y llegó a fichar por Microsoft
S. Osorio | J. Garay
Miércoles, 22 de noviembre 2023, 08:06
Al final Sam Altman se ha marcado un Steve Jobs. El fundador de Open AI volverá a estar al frente de la compañía que ha revolucionado el sector de la Inteligencia Artificial gracias a Chat GTP tras ser despedido de forma tan fulminante como sorprendente el pasado viernes. Es el mismo movimiento de ajedrez -o quizás mejor de 'Juego de tronos'- que hizo su ídolo hace ya casi treinta años. Jobs fue expulsado de Apple en 1985 y regresó con mando en plaza en 1996 para poner las bases del gigante que es hoy la compañía de la manzana. La diferencia es que Altman solo ha necesitado cinco días.
El anuncio lo ha hecho la propia Open AI a las 7.03 horas de este este miércoles. «Hemos llegado a un acuerdo para que Sam Altman regrese a OpenAI como director ejecutivo con una nueva junta inicial formada por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D'Angelo. Estamos trabajando en los detalles. Muchas gracias por su paciencia», han escrito en X/Twitter. Solo cinco minutos después, a las 7.08, se ha pronunciado el propio Altman. «Me encanta OpenAI y todo lo que he hecho en los últimos días ha sido para mantener unido a este equipo y su misión. Cuando decidí unirme a Microsoft el domingo por la tarde, estaba claro que ese era el mejor camino para mí y el equipo. Con el apoyo de la nueva junta directiva y de w satya -Satya Nadella, el CEO de Micosoft-, espero volver a OpenAI y aprovechar nuestra sólida asociación con Microsoft«, ha escrito en su cuenta de la misma red social.
i love openai, and everything i’ve done over the past few days has been in service of keeping this team and its mission together. when i decided to join msft on sun evening, it was clear that was the best path for me and the team. with the new board and w satya’s support, i’m…
— Sam Altman (@sama) November 22, 2023
De esta forma parece que termina un culebrón que comenzó el pasado viernes. Tras asistir el jueves a un encuentro de consejeros delegados que se celebraba en San Francisco como parte de la Cumbre Económica de Asia Pacífico (APEC), Altman fue convocado a una reunión por videoconferencia un día después. En ella se le comunicó su despido por «pérdida de confianza y no ser consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta». Nadie sabía qué había ocurrido para que la figura que había llevado a la compañía a liderar el sector de la Inteligencia Artificial fuera fulminado de tal forma.
La presión de los trabajadores
Inmediatamente comenzaron los movimientos de los grandes inversores de la compañía para restablecer la situación. El más importante de todos es Microsoft, que controla el 49% de Open AI gracias a los 10.000 millones de euros que invirtió en 2019 para proporcionar músculo económico y soporte técnico a la startup. También presionaron fondos de capital como Thrive Capital o Founders Fund -de este último forma parte Peter Thiel, una figura controvertida y clave en todo lo que sucede en Silicon Valley-. Todo parecía apuntar a que ese mismo fin de semana se anunciaría el regreso de Altman, que habría impuesto además sus condiciones para volver. Pero en otro giro de guion, Satya Nadella, el CEO de Micosoft, anunciaba los fichaje de Altman y Greg Brockman, su mano derecha, para liderar una nueva división de Inteligencia Artificial.
Este golpe en la mesa del gigante tecnológico parecía haber calmado las aguas. Pero no fue así. La misma tarde del lunes, 505 de los 700 trabajadores de Open AI amenazaron con dejar la compañía y acompañar a su jefe si no dimitía la junta directiva. Ese número creció hasta los 700 con el paso de las horas. Chat GTP se iba a quedar literalmente sin ingenieros para seguir con su desarrollo. Se arrepintió incluso el impulsor del golpe, Ilya Sutskever, científico jefe de la starup, que fue el encargado de convocar a Altman a la ya inolvidable videoconferencia.
Los mensajes de los diversos protagonistas hacían pensar que los movimientos seguían entre bambalinas, movimientos que han culminado con el regreso a casa del hijo pródigo. Lo hace con una nueva junta directiva compuesta por Bret Taylor -uno de los creadores de Google Maps y co-CEO de Salesforce, una compañía de software en la nube-; Larry Summers -secretario del Tesoro de los Estados Unidos de 1999 a 2001 bajo la presidencia de Bill Clinton y expresidente de Harvard, de la que fue despedido por comentarios machistas- y Adam D'Angelo -jefe de Quora, una especie de red social de preguntas y respuestas-. Este es el único que repite.
Choque de culturas y dinero
Lo que sigue sin aclararse son las razones de todo este culebrón. En los mentideros del sector se habla de una fractura en el seno de la firma por su evolución en los últimos años y por su porvenir. Nacida en 2015 como una organización sin ánimo de lucro, en 2019 se transformó para convertirse en una empresa más tradicional -este fue uno de los motivos que se cree que impulsaron a Elon Musk a salir de la misma-. Al menos, hasta cierto punto, porque tiene limitados sus beneficios en sus estatutos. En su seno convivían dos corrientes. Una, la liderada por Altman, apostaba por avanzar cuanto más mejor en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. La otra, auspiciada por el mencionado Sutskever, prefería un desarrollo más pausado.
Este choque cultural se mezcla con otro ingrediente, el dinero. Lo ocurrido este fin de semana ha coincidido con que la compañía, valorada en unos 90.000 millones de dólares -unos 82.000 millones de euros-, está buscando inversores.