La Unión Europea prohibirá los televisores 8K en 2023

La venta de televisores con resolución 8K podría paralizarse en la Unión Europea a tenor de la normativa energética trazada en 2019. La misma se basa en el llamado 'Índice de Eficiencia Energética' (EEI), que determina el consumo de cada panel en relación con su diagonal.

La norma establece que ninguna pantalla de resolución superior a 4K puede sobrepasar el EEI de este último tipo de televisores, actualmente fijado en 1.10 y rebajado a 0.90 a partir del 1 de marzo de 2023. Esto supone un grave problema para los fabricantes de televisiones 8K, ya que no existe en el mercado ningún modelo acorde a la próxima exigencia europea.

El motivo de la aparente prohibición está en el intento de rebajar el elevado consumo energético de los europeos, lo que también impactará en los novedosos paneles de tipo microLED y los modelos 4K OLED de gran formato (desde 65 pulgadas) o elevada frecuencia de refresco (a partir de 120 hercios).

La 8K Association (conformada por gigantes como Intel, Google, Samsung o Philips) no ha tardado en pronunciarse al respecto, confiando en que los reguladores europeos puedan modificar su baremo antes de 2023: «A no ser que algo cambie, la industria del 8K se encontrará en apuros a partir de marzo. Los límites de consumo energético para los televisores 8K se han fijado tan bajos que ninguno podrá cumplir con la norma, lo que más allá de una degradación en su EEI supondrá la imposibilidad de seguir adquiriéndolos en la Unión Europea».

«Pedimos unos planes de ahorro energético más realistas que no limiten los avances tecnológicos ni corten en seco su ciclo de estandarización, indispensable para una bajada de precios y el desarrollo del siguiente hito en materia de imagen. Los creadores también se verán privados de ofrecer contenido a resolución 8K en la UE y los usuarios no tendrán acceso a las últimas innovaciones. ¿De verdad los reguladores quieren que la UE se sitúe por detrás de otras regiones en electrónica de consumo?», prosiguen los representantes de la asociación.

Respecto a la posibilidad de adaptar futuros paneles 8K a las directrices energéticas de la UE, los fabricantes coinciden en que resultará imposible a medio plazo: «Se está trabajando en nuevos materiales de cristal líquido y procesadores más eficientes, pero el desarrollo de estas mejoras requiere de bastante tiempo». Señalan igualmente que estos paneles son habituales en ámbitos quirúrgicos, corporativos y científicos, además de en planetarios, museos, parques de atracciones... sectores todos ellos que también se verían afectados al tener que importar sus equipos 8K cuando necesiten renovarlos.

Lo cierto es que los planes de la UE son sólo uno de los problemas a los que se enfrenta la tecnología 8K, dada la escasez de contenidos en dicho formato, el precio aún prohibitivo de esta clase de televisores y la dificultad del ojo inexperto para identificar mejoras respecto a la resolución 4K UHD.

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