PS5 Pro: Todo lo que sabemos sobre la próxima consola de Sony
Una máquina más potente, compatible con los juegos y accesorios de su predecesora
Las consolas de mitad de generación sorprendieron a propios y extraños durante la pasada, cuando Microsoft y Sony lanzaron sendas Xbox One X y PlayStation 4 Pro para dar manga ancha tecnológica a sus estudios de desarrollo. Y es que las especificaciones avanzan a pasos agigantados en compatibles: los grandes fabricantes del videojuego tienen difícil aguantar un lustro en el mercado con máquinas que fueron concebidas mucho antes.
Así las cosas, nadie duda de que recibiremos nuevas versiones de PlayStation 5 y Xbox Series X de aquí a 2025. Los rumores sobre ambas llevan meses circulando, de hecho, si bien es la hipotética PlayStation 5 Pro la que se ha destapado con mayor lujo de detalles.
Apodada en clave 'Project Trinity', PlayStation 5 Pro mantendrá la arquitectura de la PlayStation 5 original y por consiguiente será compatible con todos sus juegos y accesorios (PlayStation VR2 inclusive, pese a su discreta acogida comercial). Hablamos pues de un modelo diseñado para brindar una mayor resolución y rendimiento a los juegos propios y de terceros que están por venir.
¿Podemos esperar una mejora técnica considerable? Los datos filtrados por el canal de YouTube 'Moore's Law Is Dead' implican que el renderizado de la consola resultará un 45% más rápido y que la tecnología de trazado de rayos ('ray-tracing', utilizada para mostrar unos reflejos fotorrealistas) triplicará su velocidad. Todo ello gracias a una capacidad de procesamiento gráfico de 33,5 teraflops (frente a los 10,2 TFLOPS de PS5).
Otra de las claves filtradas de PS5 Pro sería la tecnología referida como PlayStation Super Resolution ('PSSR', con 62 teraflops de punto flotante a su disposición), que emplearía la inteligencia artificial para realizar labores instantáneas de escalado y antialiasing sin consumir apenas recursos. Así, los juegos alcanzarían resoluciones 4K a 60 frames por segundo gracias a un algoritmo de aprendizaje automático no dependiente de las interioridades de la plataforma; algo similar a las tecnologías DLSS de NVIDIA y FSR de AMD, que permiten que los ordenadores más modestos ejecuten los títulos más exigentes.
Semejantes cifras revolucionaron a muchos usuarios, quienes comenzaron a soñar con una renovación de órdago. Al menos hasta que la cabecera especializada Digital Foundry diseccionó el resto de especificaciones: el procesador de PS5 Pro seguirá siendo un Zen 2 de 16 hilos y 8 núcleos, mejorándose su velocidad de reloj en apenas un 10% (de los 3,5 a los 3,85 GHz). Tampoco destacarán los avances en cuestión de memoria: se mantienen la interfaz de 256 bits y los 16 GB de memoria GDDR6, mientras que la cantidad de ésta disponible para juegos pasaría de 12,5 GB a 13,7 GB.
En palabras llanas y según Digital Foundry, PS5 Pro no supondrá el salto técnico que muchos esperan, ya que los mentados 33,5 teraflops difícilmente mejorarán el rendimiento de los juegos por las limitaciones inherentes a la CPU: «Los títulos que actualmente corren a 30 frames por segundo no van a duplicar su rendimiento porque el procesador sigue siendo el mismo. Tampoco vemos posible que el futuro Grand Theft Auto 6 alcance los 60 fps, salvo que Rockstar se saque un as mágico de la manga«.
De confirmarse lo anterior, Sony tendría el objetivo claro de justificar la necesidad de una PS5 más potente; algo complicado cuando sus próximos juegos exclusivos no se esperan hasta 2025 como pronto y con el lanzamiento de PS5 Pro previsto durante la próxima campaña navideña. Así lo aseguran unas fuentes que llevan desde septiembre de 2023 con el nuevo kit de desarrollo entre manos y a las que la multinacional japonesa estaría escrutando para dilucidar la proveniencia de las filtraciones.
Éstas hablan además de un precio de lanzamiento similar al de la PS5 con lector de discos: 499 dólares bajo una capacidad de almacenamiento base de 1TB. ¿El truco? Que PS5 Pro se vendería sin unidad óptica, pudiendo adquirirse ésta por separado (otra pista más hacia un futuro eminentemente digital).
En lo que a Microsoft respecta, la rumorología insiste en una Xbox Series X de diseño cilíndrico, sin lector de discos, con 2 TB de almacenamiento interno, un mando rediseñado, conector USB-C frontal compatible con el estándar Power Delivery ('PD') y soporte a las conectividades Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.2. Nada se ha dicho sobre la ganancia a nivel técnico, aunque la filtración en el marco del proceso judicial contra el máximo órgano de la competencia estadounidense reveló que el sistema consumirá hasta un 20% menos de energía que el actual; que se lanzará a finales de año y que tendrá un precio recomendado de 499 dólares. Las últimas informaciones, sin embargo, aseguran que los de Redmond irían con retraso fruto de un acuerdo postergado con AMD, lo que podría retrasar la llegada de la nueva Xbox hasta el próximo ejercicio fiscal.
