'Forza Horizon 5' arranca la nueva generación
Playground Games refina una propuesta ganadora al amparo de la geografía mexicana
Para qué andarse con sutilezas. La nueva generación arranca con 'Forza Horizon 5', el primer juego en demostrar la soberanía técnica de Xbox Series X. Se trataba ésta de una entrega dubitativa en cuanto a mecánicas, ya que Playground Games parecía haber agotado sus ideas en la campiña británica, pero de algún modo han conseguido rizar el rizo.
Aunque Forza Horizon 4 resultó un producto sobresaliente, aspectos como un mapa poco variado lo situaron un peldaño por debajo de su predecesor. Algo que el México de este capítulo solventa con creces: transitaremos desde las faldas de un volcán en erupción hasta ruinas mayas enclavadas en mitad de la selva. Ésto sin olvidarnos de parajes desérticos, playas, áreas de montaña y poblaciones con encanto. Por pedir, nos hubiese gustado la representación (aunque fuese testimonial) de una gran urbe como Ciudad de México, lo que no quita para que hablemos del mundo abierto más extenso y cambiante de la franquicia.
La campaña es, seguramente, el elemento que más nos haya convencido de este Forza Horizon 5. Aquí dejamos atrás la manida sucesión de carreras por alzarnos campeones del festival homónimo para sumergirnos en misiones de lo más variopinto. Segmentadas en regiones, sirven para introducir los distintos tipos de pruebas que enfrentaremos al tiempo que nos imbuimos de la tradición mexicana. Junto a las ya conocidas 'Historias de Horizon' (memorable la restauración de un 'Vocho' en homenaje a 'Papá Fernando') y las espectaculares carreras contra aviones o trenes de carga, llegan las expediciones.
Una de las anteriores nos pedirá acudir a la erupción que comentábamos para ayudar con la toma de mediciones (sin bajarnos del coche) a un equipo de vulcanólogos. Una vez junto al cono tendremos que acometer otras tareas en pos de sus respectivas recompensas, procediendo a abandonar la zona a toda prisa en una carrera repleta de saltos imposibles ladera abajo. Sencillamente espectacular. Dejaremos que seáis vosotros quienes descubráis el resto de expediciones, sin duda la adición más acertada para una 'Aventura Horizon' que apetece completar de cabo a rabo. Ayuda el que nuestro protagonista dialogue con los responsables del festival, lo que acrecienta la empatía.
Hablando del protagonista, no podemos dejar pasar el buen hacer de Playground Games al amoldarse a todo tipo de jugadores. Y es que al editarlo se nos permite algo más que cambiarle el peinado o la camiseta: podemos acoplarle difrentes prótesis e incluso elegir el modo en que se dirigirán a éste (con pronombre mascuilino, femenino o neutro). Para más inri, Horizon 5 alberga numerosas opciones de accesibilidad: modos de alto contraste y para usuarios daltónicos, narrador de interfaz, compatibilidad con el Xbox Adaptive Controller...
El juego adapta también su gameplay a la destreza de cada usuario, con nuevas opciones de dificultad pensadas para quienes se inician en el género y una mayor exigencia para con los más duchos, quienes agradecerán un sistema de reglaje aún más minucioso. Independientemente de que activemos el freno asistido o configuremos un bólido inflexible a los volantazos, seguiremos percibiendo diferencias palpables entre categorías, fabricantes y superficies. Porque sí, las inclemencias climatológicas (y su incidencia sobre la tierra o el asfalto) vuelven a estar presentes, aunque quizás no con la intensidad del juego anterior. Existe un sistema de temporadas, pero más orientado a la obtención de utilitarios exclusivos en el marco de misiones caducas que a un cambio drástico en la conducción a lo largo de todo el mapa. Al fin y al cabo, cada uno de los 11 biomas incluidos presenta de por sí características diferenciadas.
El tercer factor que potencia el libre albedrío es un sistema de progresión también renovado. Cada mínima acción en el juego otorga 'puntos de galardón' que permiten desbloquear nuevas misiones de la campaña. También obtener desde vehículos hasta tonos de claxon completando toda suerte de logros: derribar cierto número de carteles, conducir determinados kilómetros o sencillamente participar en pruebas concretas. Todo esto permite que progresemos como nos plazca: llegar lejos ya no consiste simplemente en quedar primero a lo largo de centenares de carreras predefinidas; podemos hacerlo por el mero hecho de explorar hasta el último rincón del mapa, batiendo récords de velocidad o especializándonos en los eventos de campo a través (por mentar alguno) sin asomarnos siquiera a las competiciones callejeras.
La conclusión es que Forza Horizon 5 divertirá a cualquier tipo de jugador porque le permite dedicar sus horas a lo que prefiera, sin perderse la noción de progreso. Aquí también entran en juego los tradicionales créditos (para comprar vehículos que luego podemos mejorar y subastar, ganancia mediante), los puntos de experiencia que nos obsequian con tiradas de la suerte y los puntos de habilidad, con los que desbloquear habilidades para cada uno de los 500 vehículos que podremos atesorar en nuestro garaje. Tanta bonificación en pantalla puede abrumar de primeras, desde luego, pero a la larga contribuye a la sensación de que cada minuto al volante sirve para algo. En este sentido, lo nuevo de Playground se antoja ideal para acometer partidas breves en cualquier parte vía cloud gaming.
En lo que al plano multijugador respecta, seguimos pudiendo afrontar prácticamente cualquier desafío en cooperativo o competitivo, además de retar a otros corredores y unirnos a clubes gracias a un Forza Link mejorado. A esto sumamos una variante del cacareado battle royale ('The Eliminator'), las áreas de desafíos conjuntos 'Horizon Arcade', las divertidas pruebas de los Playground Games y 'Horizon Tour', carreras cooperativas de hasta seis jugadores disputadas en mundo abierto.
Si todo lo anterior os pareciese poco, los responsables del juego han ideado un 'laboratorio de eventos' ('EventLab') que nos permitirá crear circuitos, desafíos y hasta modalidades de juego para deleite de otros jugadores. Así, las vida útil del título se antoja ilimitada, pues encontraremos retos nuevos con cada partida. Al menos mientras dure la creatividad de una comunidad en la que da gusto implicarse: no por nada se ha incluido la opción de regalar vehículos a jugadores anónimos y concretos, una vez encontrados y vaciados los graneros de coches abandonados que se dispersan por el mapa.
Y llegamos a la fachada del conjunto, más cercana al fotorrealismo que nunca por unos efectos de iluminación y partículas como nunca habíamos visto. Se acompasan de modelados profusos en detalles sobre unos escenarios vibrantes, en los que sumergirnos gracias a la fantástica ambientación sonora. Cada vehículo ruge como debe bajo la configuración que hayamos escogido, fundiéndose el rechinar de los neumáticos con la jarana propia de los festivales que vamos instaurando, la fauna autóctona y por supuesto las impepinables estaciones de radio. Y es que los tracklists de Pulse, Bass Arena u Hospital Radio constituyen el 'alma' del juego, intercalándose las narraciones de unos locutores siempre al corriente de nuestros progresos. Una lástima que Microsoft siga ninguneando al mercado español en materia de doblaje, lo que hará que muchos se pierdan diálogos realmente hilarantes por no poder prestar atención a los subtítulos mientras conducen. Aún así existe una solución: cambiar el idioma del juego a español latinoamericano, lo que en este caso contribuye a meternos de lleno en la ambientación (algo similar a lo acontecido por estos lares con 'Coco', la exitosa cinta de Disney).
¿Y qué tal funciona esta superproducción en materia de rendimiento? En Xbox Series X, plataforma en la que hemos jugado, el modo homónimo permite unos 60 frames por segundo estables a costa de una menor distancia de dibujado y el rebaje de algunas texturas. También se pierde el ray-tracing, aunque éste tan sólo está presente en el modo Forza Vista, donde podemos examinar al detalle cada vehículo. Por lo anterior, nuestra recomendación es activar el modo 'calidad': ganaremos en espectacularidad y la sensación de velocidad a 30 frames por segundo sigue siendo notable. Si optáis por las versiones de Series S o One, la resolución se limita a 1080p (pudiendo elegir entre 30 y 60 fps), mientras que One X goza de resolución 4K nativa a 30 fps. Los jugadores de compatibles, por su parte, disfrutarán de una resolución y tasa de frames ilimitadas.
Como últimos apuntes y aún dentro de lo audiovisual, señalar que la banda sonora nos ha parecido algo inferior a la de anteriores entregas. Se echan en falta más temas de esos que te hacen silbar nada más arrancar su reproducción en plena carretera (quizás por la necesidad de hacer 'hueco' a canciones de corte más latino). Además, los modelados humanos siguen siendo la gran asignatura pendiente de Playground Games. Aunque han mejorado, sus animaciones y expresividad facial dejan mucho que desear, por lo que no tardaremos en acoplarle unas gafas de sol al protagonista. Esperamos por tanto que el estudio británico haya contratado a expertos en otros géneros para el reinicio de 'Fable', donde todo el peso recaerá sobre los personajes.
Nuestra valoración
Forza Horizon 5 nos ha conquistado por algo más que un apartado técnico de vanguardia: su nuevo sistema de progresión permite a cada cual centrarse en lo que le gusta a lo largo de un México tan variopinto como vibrante.
Sumémosle la campaña más espectacular de la serie (expediciones mediante) y una tonelada de opciones tanto multijugador como de personalización para obtener un firme candidato a juego del año.