Construyendo una nueva Euskadi

Los nervios y la impaciencia flotaban en el aire del auditorio del Azkuna Zentroa a medida que se congregaban los finalistas de la décima edición del concurso de ideas empresariales STARTInnova, organizado por EL CORREO con el patrocinio del Departamento de Educación del Gobierno vasco, el BBVA y el Ayuntamiento de Bilbao. Por fin iban a ver recompensado el esfuerzo por realizar el mejor plan de viabilidad posible, una ardua tarea en la que han competido 378 propuestas presentadas por estudiantes de 58 centros educativos de Bizkaia y Álava.

«Estamos construyendo una nueva Euskadi emprendedora. Iniciativas como ésta rompe con barreras clásicas del emprendimiento como su escasa presencia en la educación y su poca visibilidad. Es impresionante ver cómo en estos diez años los proyectos han ganado en profundidad de análisis», señaló María Sainz, profesora de la Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU y miembro del comité técnico que cada año evalúa los proyectos.

Estar entre los cinco mejores grupos es un mérito compartido por sus mayores, por lo que la gala de entrega de premios tiene a bien empezar cada año reconociendo la labor de los centros educativos y tutores que han acompañado a los finalistas en la elaboración de sus proyectos. Después, sí. Después ya toca ir desvelando el puesto en que ha quedado cada una de las propuestas de negocio.

Los primeros en subir al escenario fueron los quintos, quienes ganaron una 'tablet'. En la categoría para alumnos de 16 y 17 años el puesto correspondió al grupo del instituto de educación secundaria José Miguel Barandiaran de Leioa tutelado Bego García de Albéniz, que propuso la creación de un restaurante que agilizaría al máximo la atención al cliente gracias a la automatización del servicio. Por su parte, en el bloque dedicado a los mayores de 18, el premio fue para los alumnos del centro Francisco de Vitoria, que con ayuda del profesor Mikel Garnika, plantearon la creación de una ONG dedicada a enseñar programación a menores en riesgo de exclusión de social.

Los cuartos premios, también ganadores de una 'tablet', fueron para los alumnos del Colegio Urdaneta de Loiu, tutelados por Ibón Barrio, por idear el plan de negocio para lanzar al mercado un parche dotado de sensores que enviarían un aviso al móvil al detectar un posible fallo cardiaco y para los del Francisco de Vitoria que, también bajo la supervisión de Mikel Garnika, presentaron una empresa que ofrece terapia asistida con perros abandonados a reclusos que disfruten del tercer grado penitenciario.

En el turno de los terceros y en la categoría para menores de 18 años subieron a recoger sus iPad los estudiantes del Colegio Urdaneta de Loiu (también tutelados por Ibón Barrio), que planteaban la creación de una 'app' que ayude a moverse por la calle con total autonomía a las personas con problemas de visión. Por su parte, en la categoría para los mayores, los ganadores fueron los alumnos del Instituto de Formación Profesional Mendizabala que, con ayuda de la profesora Amaia Sagasti, idearon la creación de una hidrolinera verde para facilitar el acceso de los conductores a hidrógeno generado por energías renovables bajas en emisiones.

Ya sólo faltaba saber quiénes eran los ganadores absolutos y quiénes, por el contrario, se volverían a casa con la sensación de haberse quedado a un solo paso de la victoria final. Los primeros en despejar la duda fueron los menores de 16 y 17 años, categoría en la que quedaron segundos los alumnos del Colegio Basauri tutelados por Lucía Azkorra, que crearon un prototipo de dispensador electrónico de pastillas que funcionaría gracias a miniplacas solares. En la categoría para los mayores de 18 años el segundo puesto correspondió al grupo del Instituto de Formación Profesional Mendizabala que, también con la profesora Amaia Sagasti, presentaron una empresa que fabricaría candados electrónicos para bicicletas que avisarían al móvil en caso de ser manipulados y necesitarían el reconocimiento facial o digital a través de una 'app' para abrirse.

Finalmente, llegó la hora de los ganadores, premiados con un ordenador portátil. Primero, los alumnos del Colegio Esclavas del Sagrado Corazón Fátima Bilbao que, con la supervisión de Luisa Loroño, detallaron cómo diseñarían y construirían gimnasios sostenibles gracias al aprovechamiento de la energía cinética generada por máquinas de ejercicio y baldosas 'piezoeléctricas'. Cerraron la gala los estudiantes del Instituto Agrario Arkaute que, con la tutela de Juan Francisco García, diseñaron un sistema de recogida de desperdicios generados en comedores escolares y restaurantes a los que después aplicarían un sistema propio de compostaje.

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