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Revilla, atrapado en el desfiladero de La Hermida por la caída de una roca del tamaño «de un coche»
El presidente de Cantabria y unas cien personas vieron interrumpida su marcha durante una hora y media tras el aparatoso desprendimiento en la N-611, a la altura de Lebeña, en Cantabria
Ana del Castillo
Lunes, 4 de noviembre 2019, 15:14
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha quedado atrapado este lunes en la carretera por la caída de una roca del tamaño «de ... un coche». El desprendimiento ha tenido lugar en la N-621, y al igual que le ha sucedido al político cántabro, alrededor de un centenar de personas han visto interrumpida su marcha durante una hora y media por este incidente .
Los hechos han tenido lugar después de que una roca de grandes dimensiones haya cortado el Desfiladero de la Hermida (N-621), a la altura del nuevo puente de Lebeña, en Cantabria. El desprendimiento se ha producido en el punto kilométrico 156,400 en Cillorigo de Liébana cerca de las once y media de la mañana. «Ha sido un milagro que no haya caído encima de nadie porque cinco minutos antes de encontrarme el argayo me había cruzado con varios coches», comentaba Pedro Alcalde, un vecino de Tanos que por motivos de trabajo se desplazaba de Potes a San Vicente. Ha perdido toda la mañana, pero lo importante es que «no hay que lamentar heridos».
Cerca de las 13.00 horas operarios de la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria han retirado las piedras más pequeñas de la calzada para poder restablecer el tráfico al menos en uno de los carriles, aunque la piedra grande no podrá ser retirada hasta que una pica la despedace.
Como comentábamos, entre los atrapados se encontraban el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y los también regionalistas Fernando Fernández y José María Mazón, que precisamente acababan de reivindicar en la localidad de La Hermida una inyección del Gobierno central para mejorar la carretera que lleva hasta Potes. La historia se repite. Primero fue la catenaria la que se estropeó de camino a Madrid, hecho que vino al pelo a los regionalistas para reivindicar un «tren digno» y ahora un argayo en pleno desfiladero de la Hermida: «Somos gafes para estas cosas. No nos gusta mucho, pero por otro lado nos vale para reforzar la reivindicación», aseguraba Mazón a este periódico.
El delegado del Gobierno ha destacado que «el buen hacer y la rapidez de los operarios de la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria ha permitido reabrir la circulación poco más de una hora después del suceso». Los operarios continúan en estos momentos trabajando en la limpieza de la carretera y en la estabilización del terreno en el que se ha producido el desprendimiento de las rocas. Según informa Delegación del Gobierno en nota de prensa, los trabajos continuarán en las próximas horas y la Demarcación de Carreteras del Estado, como es habitual en estos casos, solicitará una ampliación de crédito para instalar una nueva malla protectora que evite nuevos desprendimientos.
«Llevamos décadas reivindicando esta carretera»
A ojo, Revilla, que se ha bajado del coche oficial para hablar con agentes de la Guardia Civil y con operarios de Demarcación de carreteras para los que ha arrancado un aplauso tras retirar las piedras, ha calculado que la roca que ha cortado el desfiladero puede llegar a pesar unos «40.000 kilos». Claro que también hay medios de comunicación -que acompañaban a los regionalistas a su visita al mercado de Potes-, así que ha aprovechado el parón para mandar un mensaje 'in situ' al Ministerio de Fomento: «No podemos seguir en esta situación. Llevamos décadas reivindicando esta carretera, esto es un peligro público. Aquí hay caravanas de coches que habitualmente vienen a Liébana. Imaginad esta piedra... Nosotros teníamos un autobús de niños detrás. Corremos riesgo físico. ¡Hay que arreglar esta carretera ya!», ha dicho el presidente.
Hasta la zona se ha desplazado también el alcalde de Cillorigo de Liébana, Ángel Cuevas, a quien llamaron en cuanto se produjo el argayo y que mandó un tractor municipal a la zona para despejar uno de los carriles: «Hemos pedido explicaciones y varias entrevistas al delegado del Gobierno en Cantabria, pero nos han dado la callada por respuesta. Nadie dice nada. Todavía están los protectores de las obras y ni siquiera han dado la segunda capa de rodadura», lamenta el regidor.
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