Los hijos de Jesús Mari piden a Carmen Merino que diga dónde está el cuerpo
A través de su abogada, muestran su satisfacción porque el jurado haya condenado a la acusada aunque siguen «inquietos y angustiados»
abel verano
Domingo, 20 de noviembre 2022, 16:54
Desde que se destapó el macabro crimen aquella noche del 28 de septiembre de 2019, los hijos de Jesús Mari han estado alejados en todo ... momento del foco mediático y han seguido desde el anonimato el largo y tortuoso procedimiento que ahora llega a un punto de inflexión, pero no al final, ya que la defensa agotará todas las vías posibles para obtener el mejor resultado para su clienta.
Ese anonimato estuvo a punto de romperse cuando el letrado que representa a Carmen Merino propuso como testigos para el juicio a la hija y el hijo de Jesús Mari. Su objetivo era demostrar la «mala relación» que tenían con su padre, un hecho que puso de manifiesto la acusada en su declaración y que los familiares del finado matizaron al señalar que «simplemente no tenían relación», a raíz de que Jesús Mari se separó de a su anterior mujer.
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Sin embargo, esta circunstancia no fue un impedimento para que los dos vástagos decidieran personarse en la causa como acusación particular con el fin buscar justicia. «¿Si no tenían afecto por su padre por qué iban a contratarme?», planteó su abogada, Ana Quintana, durante su alegado final, en el que dejó claro que el daño moral -por el que solicita una indemnización para cada hijo de 35.000 euros- es «obvio».
Cuando conocieron este viernes la decisión del jurado, los hijos de Jesús Mari no pudieron ocultar su satisfacción. Aunque los jueces legos no compartieron el criterio de las acusaciones, que solicitaban 25 años (el fiscal) y prisión permanente revisable (la acusación particular) por un delito de asesinato con alevosía, los vástagos del finado al menos vieron como se condenaba a Carmen Merino, la única sospechosa del crimen. «Están encantados, contentos», trasladó su abogada ayer a El Diario Montañés.
La condenada podría pedir la condicional a los siete o nueve años
Una vez que el jurado ha declarado culpable de homicidio a Carmen Merino, sólo queda que el magistrado Agustín Alonso, fije la condena. Al sumarse el agravante de parentesco, la pena mínima -que es la que interesa la defensa en caso de que sea desestimado su recurso de apelación- sería de 12 años y medio, mientras que la máxima -que es el que piden las acusaciones- llegaría a los 15. A la condena habría que restar los tres años que ya ha cumplido en prisión, con lo que en el mejor de los casos le quedarían 9 años y medio, y 12 en el peor.A partir de ahí, empieza a correr el tiempo para que, una vez cumpla un cuarto de condena, Merino pueda solicitar el tercer grado, que permite que un penado salga de prisión y regrese a dormir al centro o al espacio habilitado que tengan las instituciones penitenciarias para ello. En el mejor de los casos, la acusada podría solicitar el tercer grado a los dos años y cuatro meses; y en el peor, a los tres años. Después se abriría la posibilidad de la libertad condicional, que se concede si el reo ha cumplido las tres cuartas partes de la pena, si está clasificado en tercer grado o por buena conducta. En el caso de Merino sería pasados siete años y dos meses si la condena es la mínima o nueve años si es la máxima.
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