Un ertzaina fuera de servicio reconoció al fugado en un bar donde tomaba un pintxo y un whisky

De hecho, las primeras horas «eran claves» para conseguir dar con el detenido sin que cambiase su imagen, ha especificado Erkoreka sobre un operativo de 33 horas «muy intensas». «El operativo debía ser eficaz debido a su peligrosidad. Podía portar un arma, porque constaba en los antecedentes que había hecho uso de ellas en otras ocasiones. No llevaba nada encima», ha continuado. El consejero ha explicado en Radio Euskadi que los trámites judiciales correspondientes se realizarán en Navarra, donde se cometió el delito, según las pautas marcadas en el ámbito judicial. Le aguarda un juicio con jurado popular y podría enfrentarse a los cargos de «asesinato», lo que se traduce en una petición fiscal de hasta 25 años. Será procesado por un asesinato enmarcado en la violencia de género. En ese sentido, el consejero ha señalado que el crimen «entraría de lleno» en un delito vinculado a la violencia de género y ha confirmado que «al parecer, la víctima y el acusado mantenían una relación sentimental», como adelantó en exclusiva este periódico.

Pedro María buscó el miércoles refugio en Gipuzkoa tras «degollar», según el informe forense, a la vitoriana Pilar Berrio, excuñada con la que mantenía una relación, en plena carretera a las afueras de la localidad navarra de Murchante, en presencia de sus dos hijos menores, de 5 y 9 años. Abandonó en Legazpi su coche mientras la Ertzaintza le buscaba por todo Gipuzkoa, la Policía Foral por Navarra y la Guardia Civil en Cantabria, La Rioja y Burgos.

Erkoreka ha detallado que el fugado utilizó un coche perteneciente a la Ertzaintza robado «en un taller mecánico» en Lugaritz. Pero antes había robado «varios coches» para librarse de la Policía vasca. «Sabemos que fue a Murchante en un coche robado, después llegó a Legazpi en otro y en Donostialdea se movió con el que sustrajo en el taller que pertenece a la Ertzaintza», ha concretado. Después del asesinato se registró en una pensión del barrio de Amaracon su DNI antes de caer gracias a un intenso dispositivo de 33 horas por parte de los cuerpos de seguridad.

¿A dónde pretendía dirigirse tras cortar el pelo? Nadie sabe. «Esperamos que el interrogatorio arroje alguna luz», ha respondido Erkoreka, quien ha agradecido la profesionalidad de la Ertzaintza y la colaboración ciudadana. El momento de la detención causó un gran revuelo en el barrio de Gros. «Ha sido como de película», relataron algunos testigos al Diario Vasco. El barbero tampoco salía de su asombro: «Yo le he lavado el pelo, y se ha ido». De hecho, era habitual verle por esa zona en los últimos días, como reconocía la camarera de un bar. «La semana pasada le serví en la barra. Comentó que vivía en Beasain. Me ha avisado un cliente al ver su foto: 'ese estuvo el otro día en el bar', me dijo. Luego lo he recordado todo. Vino dos veces. Me pidió un chupito de whisky JB y una cerveza para un chico. Era menor de edad y le dije que no le podía servir alcohol. Estuvieron jugando en la máquina tragaperras y se fueron». El del jueves a la tarde fue su último trago de whisky en libertad.