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La detención del presunto asesino de Murchante en el barrio donostiarra de Gros.

El asesino de Murchante quebrantó una orden de alejamiento sobre su cuñada

Pedro María Ruiz se negó a declarar ante el juez e ingresó en Martutene. El juez le imputa un delito de asesinato, dos contra el patrimonio, uno de quebrantamiento de medida cautelar y otro contra la seguridad vial

AIENDE S. JIMÉNEZ

Sábado, 10 de julio 2021

El presunto asesino de Murchante ya está en la cárcel. Tras una huida de película por Gipuzkoa que se prolongó durante más de 30 horas, la Ertzaintza logró detenerle el jueves por la tarde y ayer por la mañana pasó a disposición judicial. Pedro María Ruiz Jiménez se acogió a su derecho a no declarar y no dijo ni una palabra respecto al crimen de Pilar Berrio Jiménez ni de la fuga que mantuvo en vilo a todo el territorio.

El juez le imputa un delito de asesinato, dos contra el patrimonio por el robo de dos vehículos, uno de quebrantamiento de medida cautelar y otro contra la seguridad vial, ya que durante su huida condujo sin permiso. Tras decretar su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, el hombre fue trasladado por la Ertzaintza a la prisión de Martutene, donde ha pasado su primera noche y donde permanecerá, si no es trasladado a una prisión navarra, hasta que se celebre el juicio en el que tendrá que responder por una sucesión de delitos que comenzaron con el atroz crimen de la vitoriana de 43 años en Murchante.

El asesinato

El miércoles en Murchante, hacia las 10.30 horas, Pilar Berrio Jiménez conducía su vehículo, en el que viajaban sus dos hijos de 5 y 9 años, perseguida por otro coche conducido por Pedro María Ruiz Jiménez. Este le embistió y sacó su vehículo a la cuneta. Entonces se bajó del coche, abrió la puerta del conductor y degolló a la mujer.

Víctima y agresor habían sido cuñados, y se investiga si entre ambos existía ahora una relación sentimental. A la Policía Foral le constan varios delitos de violencia doméstica del hombre sobre Pilar. Además, entre los delitos que le ha imputado un juez donostiarra está el de quebrantamiento de medida cautelar, por lo que podría tener una orden de alejamiento sobre la mujer.

Asesino a la fuga

Tras dejar a Pilar moribunda, su atacante se montó en un vehículo, un Peugeot 2016 gris claro que había robado previamente, y huyó hacia Gipuzkoa. Ruiz Jiménez tiene una amplia red familiar y de contactos en allí, y su último domicilio registrado está en Zumarraga. Por ello, en las primeras horas de fuga la Ertzaintza desplegó su operativo de búsqueda por esa localidad y Legazpi, con registros en viviendas de sus familiares.

Se sabe que el fugitivo pasó por Legazpi, ya que la Policía halló su vehículo aparcado en el municipio. El coche, que tenía un importante golpe en la parte delantera, prueba de que embistió el coche de la víctima, ya ha sido entregado a la Policía Foral para su inspección. Esa misma tarde se trasladó a San Sebastián.

Primeras horas en San Sebastián

Todos los cuerpos de Seguridad le buscaban, incluso se había alertado a la Policía gala ante el riesgo de que pudiera huir a Francia. Pero esa circunstancia no parecía apremiar a Pedro María Ruiz, que una vez llegó a San Sebastián se dirigió al Bar Bergara del barrio de Gros.

Entrada la noche se trasladó al barrio de Amara, para pasar la noche en la pensión Anoeta. Al entrar tan tarde, su responsable no registró sus datos hasta la mañana siguiente, jueves, cuando la Ertzaintza recibió la alerta. Sin embargo, el fugitivo ya había abandonado el establecimiento. Tras desayunar en un bar de la zona, se dirigió hacia el Antiguo para sustraer un coche con el que poder moverse por la ciudad.

Robo en la SEAT

Esa mañana el fugitivo se dirigió a Errotaburu. Allí, la SEAT tiene un taller y es habitual que haya coches aparcados junto al mismo. Entre ellos había uno de la Ertzaintza, utilizado por el equipo de inspecciones oculares. Era un SEAT León de color azul oscuro sin rotular. Entre todos los que había, el presunto asesino escogió el coche policial, lo robó y se dirigió de nuevo al barrio de Gros.

De vuelta al Bergara

Una vez se supo que había robado un coche de la Ertzaintza el operativo se centró en localizar el vehículo. Las horas pasaban sin rastro del fugitivo, y la Policía temía que este pudiera cambiar de aspecto físico. Esa era la intención de Pedro María Ruiz, pero cometió un error. Sobre las 18.40 horas volvió al bar Bergara. Un informante de la Ertzaintza le vio salir del local y alertó a su contacto, un agente que estaba fuera de servicio y que dio la voz de alarma a todas las unidades.

Operación jaula

En ese momento la Ertzaintza blindó Gros. Varias patrullas cerraron las salidas de todas las calles para acorralar al fugitivo, mientras agentes de paisano peinaban las calles en su busca. Minutos después hallaron el coche que había robado esa mañana en la SEAT aparcado en la calle Oiartzun. Unos metros más adelante, dentro de la peluquería Txukun-Txukun, uno de los agentes camuflados le localiza y pide refuerzos. Los primeros en aparecer fueron patrullas de Seguridad Ciudadana de la comisaría de San Sebastián, que redujeron al fugado contra el suelo y le engrilletaron. No opuso resistencia. Minutos después llegaron efectivos de la Brigada Móvil, que cachearon al detenido. No portaba armas, pero llevaba mucho dinero en efectivo y joyas de oro.

Ingreso en Martutene

El presunto asesino fue trasladado a la comisaría de la Ertzaintza en San Sebastián y tras dos noches en el calabozo este sábado por la mañana pasó a disposición del juzgado de Guardia. No quiso declarar, pero tras analizar el atestado policial el juez decretó su ingreso en prisión. Fue trasladado a la cárcel de Martutene.

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