«Es increíble que los familiares tengamos que enterarnos así»

Tienen la sensación de que nadie les informa sobre lo que sucede con sus mayores, ni siquiera cuando la situación se agrava, como ha sucedido en los últimos días. Hay 40 muertos por coronavirus en las residencias «y tenemos que enterarnos por lo que nos cuenta a veces un familiar directo, un conocido, porque nadie nos informa de manera oficial». Juani Céspedes, de Babestu, se muestra «muy preocupada» tras una jornada en que la asociación de familiares de dependientes no ha parado de recibir llamadas y mensajes. Sus socios han leído la noticia de las muertes en Las Laceras y la confirmación de que, como temían, «la cifra de muertos es alta y tampoco estamos seguros de que no haya más casos que no aparecen». Y es que sólo los que fallecen con la prueba del Covid-19 realizada engrosan los registros oficiales. Echan en falta una comunicación de Acción Social o de la dirección de cada centro para todos los residentes.

«Algo está fallando, además de la comunicación a las familias. Hay algunas residencias que están haciendo las cosas muy bien y otras muy mal. Algunas que se han reforzado y otras que no. No existe un protocolo común. Para nosotros, la clave para que nuestros mayores estén bien es el personal», valora.

Puertas adentro, los internos cada vez están más intranquilos. «Los que son conscientes, van notando el paso de los días de confinamiento. No reciben visitas y lo notan», cuenta. A eso se añade la inseguridad de no saber si el virus ha llegado ya «a su centro o su planta». «No hay transparencia. Por eso han tardado tanto en dar la cifra. Llegan tarde los datos», opina.

Babestu, como asociación, ha remitido una carta en la que critica las declaraciones del diputado de Acción Social a este periódico sobre el personal de los centros. Sergio Murillo abogó por «un refuerzo puntual y una buena reorganización del trabajo». En Babestu consideran que «es imprescindible que los centros residenciales cuenten con plantillas suficientes», algo que a su juicio «no sucedía en la mayoría antes de la pandemia». También critican que «mientras hay muchas trabajadoras en cuarentena, no se están cubriendo las bajas y se está sobrecargando de trabajo al resto de la plantilla».

Sobre medidas de protección, como mascarillas y guantes, exigen «garantizar la existencia de este material en todas las residencias, en muchas de las cuales, según sabemos, a día de hoy, es inexistente». Los familiares critican la falta de comunicación desde que se prohibieron las visitas a los centros. «La mayoría de las familias apenas tienen noticias sobre la situación de los suyos y solo les queda resignarse y esperar a que a la residencia le venga en gana ponerse en contacto con ellos. Por ello, y puesto que hay casos en que las familias aún no han recibido comunicación alguna sobre sus familiares, ni justificación de ello por parte de la residencia, éstas han comenzado a hacer reclamaciones a la Diputación» para que «tome cartas en el asunto».

«Sabiendo que los mayores dependientes son una población muy vulnerable ante cualquier epidemia», cuestionan los motivos por los que la Diputación «subraya que ningún mayor pierde la vida por coronavirus, sino con coronavirus». Desde Babestu trasladan su apoyo «a las profesionales, que siguen esforzándose diariamente en ofrecer atención y cariño pese al riesgo que asumen».