Los vacunados con AstraZeneca que elijan repetir deberán firmar su consentimiento
Los trabajadores esenciales menores de 60 años que opten por no cambiar de preparado deberán acreditar su conformidad
La incertidumbre comienza a despejarse para los trabajadores esenciales menores de 60 años vacunados con AstraZeneca, más de tres meses después del inicio de su ... inmunización. El Comité de Bioética de España anunció ayer la manera en la que podrán completar la pauta los dos millones de profesionales de este colectivo en España -alrededor de 83.000 en Euskadi- que se habían quedado en el limbo debido a las dudas suscitadas en torno al suero británico por la ínfima posibilidad de que cause trombos. Por primera vez en toda la campaña, un grupo concreto de vacunados podrá elegir la marca de su segunda dosis. Tiene dos opciones: cambiar de suero y reclamar un pinchazo de Pfizer, como decidió la Comisión de Salud Pública el martes, o repetir con AstraZeneca, una opción que habían reclamado Madrid y Andalucía. Quien se decante por esta última alternativa deberá firmar antes un consentimiento por escrito, «manifestando ser conocedor del infrecuente riesgo de desarrollar un síndrome de trombosis».
Este es el panorama que se abre ahora en la campaña de vacunación y que afecta en Euskadi a 83.000 personas de profesiones esenciales, especialmente ertzainas, policías locales, personal de farmacias, profesores y fisioterapeutas, entre otros gremios. La ficha técnica de AstraZeneca indica que la separación entre sus dos dosis debe ser de 10 o 12 semanas, tras arrancar la vacunación en esta franja de edad el pasado 17 de febrero. De todos los ya vacunados con la fórmula anglosueca, 53.000 vascos menores de 59 años se verán abocados finalmente a retrasos de hasta seis semanas para poder recibir el segundo pinchazo. En este tiempo, Osakidetza les ha mandado por carta un mensaje de tranquilidad en el que les certifica que el intervalo para poder completar la pauta sin problemas pueda llegar hasta las 16 semanas. En la misma misiva les avisaba que iban a recibir «una segunda dosis», aunque no especificaba de qué formula, a la espera de los resultados del ensayo clínico promovido por el Ministerio de Sanidad, y en el que ha colaborado BioCruces, para determinar la efectividad de inocular Pfizer como segunda dosis a los vacunados con AstraZeneca o, como alternativa, dejarles sin segunda toma.
Los matices del informe
Los resultados del estudio, que avala la combinación de vacunas sin efectos adversos reseñables -«es segura» y procura una «alta» protección-, no convencieron a todas las comunidades autónomas y Sanidad reclamó de urgencia al Comité de Bioética su opinión sobre la posibilidad de un cambio en la segunda dosis.
El informe, publicado ayer, está lleno de matices. Los expertos argumentan que la decisión de qué vacuna aplicar «debe ser tomada por las autoridades públicas, bajo el asesoramiento del Grupo de Expertos, la Ponencia de Vacunas y la Comisión de Salud Pública, atendido tanto el contexto de escasez del número de dosis, las diferentes características de reactogenicidad e inmunogenicidad de las vacunas, el diferente riesgo que supone el virus y la enfermedad de la Covid-19 para la vida, integridad y salud de los diferentes grupos de población, en especial, para las personas mayores, y la propia evolución (olas) de la pandemia». Los autores del informe creen que ni siquiera las dudas surgidas sobre la segunda dosis de AstraZeneca tendrían que cambiar ese criterio.
El Comité de Bioética equipara el derecho a no vacunarse con el derecho a recibir una segunda dosis de AstraZeneca
Pero, a la vez, reconocen que a las personas que no quieran recibir la segunda dosis de Pfizer se les tendría que dejar repetir con AstraZeneca «no como expresión de facultad alguna de elección, sino por el bien de la salud colectiva y de su propia salud».
De hecho, el Comité de Bioética equipara el derecho a no vacunarse con el de recibir un segundo pinchazo de AstraZeneca. «Si se ha propuesto y decidido que la vacunación sea no obligatoria por el buen éxito de la misma y en la mejor protección de la salud de la colectividad, puede, éticamente, aceptarse que, en protección de la misma salud colectiva, e, incluso en este caso, de la salud individual, permitir al individuo que rechaza la segunda dosis con vacuna de ARNm, ser finalmente vacunado con Vaxzevria (AstraZeneca), siempre que haya disponibilidad de esta vacuna».
Los expertos consideran «ética y legalmente recomendable» que las personas que deciden repetir con AstraZeneca «firmen un protocolo de consentimiento informado. El informe, que no es vinculante, supone un respaldo al ministerio, que en el Consejo Interterritorial del miércoles, y ante la petición de un buen número de autonomías, decidió que quienes rechazaran la dosis de Pfizer pudieran repetir con AstraZeneca «previo consentimiento».
Una declaración sobre «el infrecuente riesgo» de sufrir un trombo
Las personas menores de 60 años vacunadas con AstraZeneca que elijan repetir fórmula para completar la pauta deberán rellenar un documento para manifestar de forma expresa su rechazo a recibir una segunda dosis de una marca diferente, en alusión a Pfizer. Asimismo, tendrán que expresar también por escrito su decisión de recibir de nuevo una inyección de AstraZeneca, «manifestando, además, ser conocedor del infrecuente riesgo de desarrollar un síndrome de trombosis con trombocitopenia».
La persona firmante tiene que redactar la misma declaración con el nombre completo, DNI, lugar, fecha y firma del interesado. En caso de discapacidad del o de la paciente será necesario el consentimiento del representante legal. Junto a esto, también se precisa otorgar el consentimiento para el tratamiento de datos personales.
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