Casi 15.000 vascos están en lista de espera para cobrar la prestación por dependencia

La forma en la que el coronavirus penetró entre las personas dependientes puso en evidencia la necesidad de reforzar los sistemas de cuidados, que cada vez van a tener mayor demanda ante el envejecimiento demográfico. Su consecuencia más inmediata fue la apuesta de las diferentes instituciones por aumentar la partida presupuestaria dedicada a este área. De esta manera, el Ministerio de Derechos Sociales llegó a duplicar la cantidad destinada a los servicios de dependencia, hasta alcanzar los 1.200 millones de euros. Por su parte, el incremento del presupuesto del Departamento de Acción Social de la Diputación foral de Bizkaia ha aumentado un 18,12% entre 2020 y el presente ejercicio, hasta alcanzar los 691 millones.

Sin embargo, esta cantidad (que ha tenido una evolución similar en los otros dos territorios vascos) parece no ser suficiente para llegar a todas las personas que necesitan estas ayudas. José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, denuncia que en Euskadi «no está entrando gente en el sistema de cuidados» y alerta de «un deterioro del sistema vasco de atención a la dependencia».

Según las últimas estadística de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, con fecha de cierre a 31 de diciembre de 2023, en Euskadi hay 82.443 personas con la dependencia reconocida. Es decir, con derecho a recibir alguna prestación por su condición. Sin embargo, solo 67.674 lo cobran. Esto convierte a Euskadi en la segunda comunidad autónoma con más ciudadanos -casi 15.000- a la espera de obtener una ayuda a la que tienen derecho, solo por detrás de Cataluña.

Aunque los datos llaman la atención por sí solos, son más alarmantes cuando se comprueba que 1.346 vascos fallecieron entre el 1 de diciembre de 2022 y el 31 de mayo de 2023 a la espera de recibir la ayuda correspondiente a su grado (1.085 dependientes) o la valoración de dependencia (261 personas). Desde la Asociación de Directores de Servicios Sociales reclaman «simplificar los procedimientos y flexibilizar las vías de acceso a estos servicios».

Si uno compara los resultados de los últimos tres ejercicios entre las diferentes comunidades autónomas, Euskadi no sale bien parada. Todo lo contrario. Es el segundo territorio en el que menos han aumentado las líneas de ayuda que reciben las personas dependientes. Solo Cantabria tiene resultados peores. Mientras en el conjunto de España las prestaciones han subido en un 21%, en los tres territorios históricos se ha estancado en el 5,33%. Pasan de ser 89.865 a 94.658 y hay usuarios que disfrutan de más de una ayuda. Este ligero aumento corresponde casi en su totalidad a 2023, ya que en los dos ejercicios anteriores el número de servicios ofertados se mantuvo prácticamente sin variaciones respecto a 2020.

¿Y cuáles son las principales prestaciones que reciben las personas dependientes en Euskadi? Pues destaca la ayuda económica por cuidados familiares. Un tercio de quienes reciben algún tipo de cobertura social por su situación tienen esta subvención. En Bizkaia su cuantía se calcula en función de la capacidad económica de la persona usuaria y su nivel de discapacidad. Su importe es, como máximo, de 520 euros al mes.

El informe de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales también detalla el perfil de las personas cuidadoras que reciben esta prestación. La franja de edad comprendida entre los 50 y los 66 años asume el 42% de las labores en los cuidados a familiares, siendo en su mayoría asumidas por los hijos o madres de la persona dependiente.

Respecto al resto de ayudas, el 25,3% precisa de teleasistencia. Quienes consiguen acceder al sistema público de residencias en Euskadi -ya sea a una plaza concertada o pública- representan al 13% de las personas dependientes que han conseguido alguna prestación. Es decir, 13.158 personas.