Retiran 10 toneladas en dos días de una agresiva alga invasora que coloniza la costa de Cádiz
La Rugulopteryx okamurae se ha convertido en una amenaza para los ecosistemas y la pesca locales por su crecimiento «explosivo» y la falta de depredadores
El litoral de Cádiz continúa con su batalla contra el alga invasora Rugulopteryx okamurae, que se detectó por primera vez en España en 2015 en ... Ceuta y que ya se ha extendido a toda la costa del país, salvo la balear. Entre el domingo y el lunes, los servicios de limpieza de La Línea de la Concepción retiraron nada menos que 10 toneladas, sobre todo, en la playa de Poniente. Y desde mayo, el Ayuntamiento de la capital ha hecho lo mismo con otras 1.200. El récord de retirada en un solo día está en 78, aseguran fuentes municipales. Este organismo ha colonizado prácticamente todo el litoral gaditano.
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Se trata de una especie invasora muy agresiva que amenaza la flora y la fauna autóctona, y pone en peligro el trabajo de los pescadores, que llevan años reclamando ayuda para ponerle freno. La Rugulopteryx okamurae es originaria de la costa asiática del Pacífico y se cree que llegó al Estrecho de Gibraltar en las aguas de lastre el de algún mercante, las encargadas de estabilizar los barcos. Aunque lo realmente preocupante no es cómo se instaló, sino su facilidad para reproducirse. Tiene un crecimiento que los expertos catalogan como «explosivo»: un solo individuo puede formar hasta 600 nuevos.
Su efecto en el ecosistema es fatal: no tiene depredadores, ningún animal se la quiere comer, y acaba con la biodiversidad. Además, el cambio climático juega a su favor al aumentar la salinidad y la temperatura del agua. Los pescadores de la zona del Estrecho aseguran que cuanta más presencia de esta alga parda detectan, menor es la captura, ya que los peces se mueven en busca de otras zonas más propicias para ellos y que estén limpias de estos organismo
Importancia de la «detección temprana»
Aunque la gravedad del problema está en la costa sur y este del país, los científicos han detectado la presencia de ejemplares en toda la costa, incluida la del Cantábrico, lo que ha elevado el nivel de alerta. En enero de este año, un estudio de las universidades de Santiago de Compostela, A Coruña y la del País Vasco detectó su presencia en zonas como los puertos de Bilbao, A Coruña y Vigo.
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En ese documento, los investigadores admitieron que «es virtualmente imposible erradicar las algas marinas invasoras». Sin embargo, destacaron la importancia «de la detección temprana en nuevas ubicaciones», lo que permitiría «desarrollar planes para prevenir y mitigar sus impactos».
¿Qué hacemos con todas las algas que se retiran de la costa?
La Rugulopteryx okamurae es letal para la biodiversidad de la costa española, pero podría ser una alternativa a los pesticidas si se usa bien. La investigadora de la EHU Iratxe Zarraonaindia Martínez la utilizó en un estudio destinado a fortalecer las vides. Comprobó que algunos extractos de esta especie invasora puede activar mecanismos de defensa en ciertas platas y que estas estén más fuertes ante un ataque de otro hongo. El experimento lo hicieron en vides de la variedad tempranillo en las instalaciones del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Neiker en 2023.
La idea era probarlo después en viñedos de Jerez y La Rioja. El año que viene tendrán los resultados de esta segunda parte del proyecto, lo que podría ayudar a saber qué hacer con las miles de toneladas de esta especie que se retiran cada año del litoral peninsular y que acaban en los vertederos. Otra podría ser su explotación comercial como biomasa, algo por lo que apuesta el Gobierno andaluz, aunque para lograrlo tendrá que negociar con el Ministerio de Medio Ambiente, que es quien tiene la última palabra
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