Las pruebas de bueyes o los toros quedan fuera de este reglamento

En el caso de los espectáculos con animales, se prohíben todos aquellos que no posean sus propios reglamentos de desarrollo, ya sean de naturaleza artística, cultural, deportiva o análoga, tengan carácter público o privado. Y tanto si se desarrollan en un local, «cerrado o abierto», al aire libre o en instalaciones «fijas, portátiles o desmontables».

Esta regulación, entre múltiples requisitos, exigirá que las concentraciones o certámenes con animales sean comunicadas con antelación a la Diputación. Además, sólo se admitirá la participación de animales identificados y documentados y bajo control veterinario responsable de la aplicación de la normativa vigente en materia de sanidad y bienestar animal.

Dentro del control del reglamento quedan los perros pertenecientes a los cuerpos policiales o militares y a las empresas de seguridad «siempre que las limitaciones establecidas impidan la realización de las funciones propias de la condición de tales perros y durante el tiempo que se lleven a cabo las mismas». También estarán al margen los animales destinados a la experimentación y fines científicos, «que se regirán por su normativa sectorial de aplicación».

En cualquier caso, también se prohíbe la tenencia de determinados animales. Entre ellos, además de todos los incluidos en el catálogo español de especies exóticas invasoras, los «artrópodos, peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo grave para la integridad física o la salud de las personas y animales». También reptiles como cocodrilos y caimanes, o primates y especies silvestres que «en estado adulto alcancen los diez kilogramos de peso».