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La playa La Negra es unos de los atractivos de Cangas de Morrazo. Ayto. Cangas

La turismofobia cruza el paso de peatones: así bloquean a los visitantes los vecinos de un pueblo de Galicia

Los vecinos de O Hío están hartos de que los visitantes aparquen donde quieran y ocasionen más transtornos que bien en la población

Domingo, 25 de agosto 2024

La masificación del turismo ya no se tolera. Puede ser que los ciudadanos ya no tengan la misma paciencia ante las visitas o que las visitas no sepan donde están los límites. O quizás la combinación de ambos factores, pero la cuestión es que cada vez son más los que se muestran en contra de los efectos que provoca cierto tipo de turistas en pueblos y ciudades. Es lo que ha pasado en la localidad gallega de Cangas de Morrazo, cuyos vecinos han encontrado una manera muy original de demostrar lo molestos que están con las conducta de algunos viajeros y, claro, se han hecho virales en seguida.

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Desde hace tiempo -cuenta La Voz de Galicia- los habitantes de la península de O Hío, protestando porque quienes acuden a las playas de O Morrazo, colapsan el pueblo. Denuncian que «los bañistas aparcan donde pueden sin pensar en lo molestos que pueden resultar sus coches para la gente que vive allí». Así que unos 60 vecinos se han dedicado a cruzar de manera continuada y calmada por tres pasos de peatones de la parroquia. Una y otra vez ante la mirada estupefacta de los conductores.

El resultado: decenas de vehículos parados que esperaban poder pasar en algún momento. El mismo medio informa de que los peatones estuvieron aproximadamente media hora, entre las 11.30 y las 12.00 horas, entorpeciendo el paso a las playas de Pinténs, Vilanova y Nerga. Los protestantes en realidad no tienen nada en contra de los turistas como tal. Consideran que el problema es la falta de ordenación y reclaman un plan de tráfico hacia los arenales. «Estamos hartos de que los coches aparquen donde quieran, con total impunidad; no hay multas para ello», explica una vecina.

No es la primera ni la única protesta de vecinos de distintas localidades ante la desproporcionada afluencia de turistas. A mediados de agosto, en Mera, en el municipio coruñés de Oleiros, el Puerto Martina Baar decidió bajar la persiana en esta época tan fructífera para las cajas registradoras del sector. A través de una publicación en redes sociales que su comportamiento explicaron que abrir «no nos enriquece, nos empobrece». En sus líneas, explicaban que habían decidido cesar la actividad del 12 al 19 de agosto. «Ante la inminente llegada del puente del 15 de agosto, donde si cae una bomba en Mera, quedan sin tontos en la Meseta, hemos decidido cerrar», espetaron. Las quejas de los residentes habituales por las actitudes de algunos turistas se ha extendido también por algunos pueblos de Asturias y Cantabria, que no están ni preparados ni acostumbrados a lidiar ni tanto tráfico ni con las quejas de algunos por el olor o los ritmos de vida de los pueblos.

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