Las órdenes religiosas registran al menos 60 víctimas en Euskadi desde los años 50

A finales de enero de 2019 saltó a la luz el mayor caso de pederastia en la Iglesia vasca, el del Colegio Salesianos de Deusto. 31 alumnos denunciaron a José Miguel San Martín, 'don Chemi', que trabajó en el centro entre 1975 y 1990. Las querellas se archivaron al haber prescrito el delito, pero las víctimas cumplieron parte de su objetivo: «Dar a conocer lo que habíamos vivido y denunciar la pasividad» de la institución educativa, que trasladó al religioso en 1990 precisamente porque en 1989 tuvieron conocimiento de agresiones.

Desde la congregación de los Salesianos precisan que se pusieron en contacto con ellos ocho víctimas de 'don Chemi', y cada una «explicó su situación». Les ofrecieron «un proceso de justicia restaurativa que hacen especialistas ajenos» a la orden religiosa y «tres personas lo llevaron a cabo». También se acercó a ellos «una víctima» de otro docente, «ya fallecido».

Es una de las órdenes con más casos registrados a nivel nacional. Y la primera en indemnizar, a finales de 2020, a víctimas de abusos. Ahora investigan los últimos casos en salir a la luz, entre ellos uno que data de 1990 y que afecta al colegio que tienen en Bilbao. «Pedimos perdón a las víctimas por no haber sido capaces de protegerlas y por no haber gestionado de manera adecuada esas situaciones», señalan portavoces de la congregación.

En marzo de 2019, poco después de que explotara el caso de 'Don Chemi', la dirección del centro Jesuitas de Indautxu dio a conocer que investigaba tres abusos y agresiones físicas perpetrados por «un educador» -ya fallecido- que impartió clases en el colegio hace más de tres décadas.

El 'caso Gaztelueta' sigue siendo uno de los más mediáticos. Entre 2008 y 2010, cuando la víctima tenía 12 años, José María Martínez Sanz, numerario del Opus Dei, le sometió durante sus tutorías a abusos continuados. La Fiscalía cerró el caso en 2013, pero prosperó en 2015. En 2018, el docente fue condenado a 11 años de prisión, pero nunca entró en la cárcel, ya que el Supremo le rebajó la pena en 2020 a 2 años. El centro educativo de Leioa siempre defendió al profesor, incluso cuando había sentencia. Antes que eso, el caso llegó al Vaticano, que envió a un representante de la Congregación para la Doctrina de la Fe a investigar. Fue una sorpresa, ya que ese dicasterio no abre procesos a laicos, como era el caso del docente de Gaztelueta, y además el centro no era diocesano. La Santa Sede archivó el caso por falta de pruebas en una actuación muy discutida. Posteriormente, reconocieron «errores» en su investigación.

Del caso que afecta al colegio San Vicente de Paúl de Barakaldo apenas se conocen datos. Sucedió en los años 50, según 'El País', y el autor está sin identificar.

En 2010, el fraile vitoriano José Ángel Arregui fue condenado en Chile a 817 días de prisión por almacenar unas 2.000 imágenes de pornografía infantil y más de 400 horas de grabaciones de contenido pedófilo. En algunos de sus vídeos aparecían al menos una quincena de alumnos de los colegios de San Viator en Vitoria, Basauri, Huesca y Madrid, filmados entre 1992 y 2005. La congregación le expulsó de la orden y un juzgado de la capital le sentenció a ocho meses de prisión y cuatro años de inhabilitación para trabajar con menores.

Los responsables de la orden de los Hermanos del Sagrado Corazón han estado recientemente en Vitoria para investigar un abuso sexual cometido en el antiguo internado durante el curso 1975-76. Se reunieron con antiguos miembros del claustro.

En 2010 se archivó, al estar prescrito, un presunto caso de pederastia en la parroquia de Santa María de los Ángeles de Vitoria a comienzos de los años 80.

Uno de los casos sacados a la luz por 'El País' se produjo en el colegio Jesuitas de San Sebastián en los años 60 y 70.

En 1976 hubo abusos en el Colegio Sagrado Corazón de Rentería, a manos de F. L.

Investigan a tres religiosos de la escuela primaria de la parroquia de San Sebastián Mártir, por abusos cometidos entre 1958 y 1963.

S. G. abusó presuntamente, entre 1971 y 1973, de menores en colegios y entidades vinculadas a la orden en Irún y Beasain.