La intrahistoria del corredor que cubrió con su cuerpo a un mozo que quedó inconsciente en el encierro
Isaac Ferrera, más conocido como 'Cuasca', impresiona con su relato: «Cuando me pongo encima de él escuché las pezuñas de los otros animales»
Isaac Ferrera, más conocido en Pamplona como 'Cuasca', es hoy un héroe en la ciudad de los Sanfermines. Su nombre resuena en cada esquina del recorrido que realizan a diario los toros. Durante el encierro de ayer, Isaac se tiró al asfalto a cubrir el cuerpo de un corredor que quedó inconsciente tras ser arrollado por el cuerno de un manso. Fue una actuación clave para que, posteriormente, no hubiese que lamentar ninguna desgracia.
El herido, un hombre de 56 años procedente de Castellón y habitual de los encierros en Pamplona, ingresó en el Hospital Universitario de Navarra con un traumatismo craneoencefálico, una herida supraorbital inciso contusa y un traumatismo torácico abdominal. Ayer a las tres de la tarde, recibió el alta médica y regresó a su hogar.
Isaac ha estado presente esta mañana en el set que TVE tiene desplegado en Pamplona, con motivo de las fiestas, y ha explicado cómo vivió ayer lo ocurrido con el mozo herido. Lo primero que ha hecho es quitarse la capa de héroe. «Yo era la última barrera. Los que de verdad pararon a los bueyes fueron los que estuvieron de pie», ha afirmado mientras explicaba a la audiencia, quizás poco habituada a los encierros, que este tipo de incidentes son habituales en las carreras.
Al propio Isaac le protegieron en el encierro de este 7 de julio. Cayó al suelo en Santo Domingo y uno de los corredores que estaba a su lado le cubrió del paso de la manada. «No es algo raro. El año pasado yo lo hice también dos veces», ha relatado el protagonista.
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Pero lo ocurrido ayer presenta un matiz que se sale de lo normal. «Él estaba inconsciente», asegura 'Cuasca'. Por lo que la operación de cubrir el cuerpo del corredor era de vital importancia. Principalmente, porque el encierro de ayer fue rapidísimo. Se completó en apenas dos minutos y trece segundos, y la manada se dividió antes de llegar a la curva de Mercaderes, el lugar donde el manso arrolló al mozo. Los corredores que estaban en ese punto no se esperaban que los astados llegasen delante de los cabestros y mucho menos, que lo hiciesen con tanta distancia. Cuando el corredor cayó desplomado al suelo solo habían pasado los cinco toros y uno de los bueyes, y aún quedaban cinco mansos por detrás. De ahí la importancia de cubrir el cuerpo del herido.
«Vamos en carrera y, de repente, yo tengo un enganchón con otro corredor, me giro y lo veo tirado en el suelo, inconsciente, boca arriba con los ojos vueltos y veo que queda la manada y el resto de la gente», relata Isaac. Impresiona lo que el corredor siente en ese momento. Cuenta que «cuando me pongo encima de él escuché las pezuñas de los otros animales».
El comentarista de TVE y excorredor de los encierros, Teo Lázaro, explica a la audiencia que cuando alguien sufre un golpe en la cabeza no se le puede mover. En el caso de ayer, además, el mozo herido «estaba sangrando por la cabeza». El propio Isaac, que conoce a Teo de años atrás, desvela la armonía que reina entre los corredores de Pamplona: «Fuera del encierro te puedes llevar mejor o peor, pero en la calle somos todos hermanos, porque tu vida o la suya puede depender de esa persona».
Felizmente, todo se resolvió de la mejor manera. El corredor afectado recibió el alta médica esa misma tarde y ya se recupera en casa.
