El Gobierno vasco plantea impulsar un estatuto para los cuidadores de familiares
La Diputacion de Bizkaia implantó un marco similar en 2018, con planes de pensiones para estas personas y respiros de 30 días al año
Uno de los objetivos del Gobierno vasco, en plena crisis demográfica, es que el peso de los cuidados recaiga cada vez más en lo público y menos en los hogares. Hasta que esa transición hacia un modelo en el que hacerse cargo día a día de la atención a familiares dependientes «sea una opción» y no una obligación, se necesitan medidas que alivien un sistema que penaliza, sobre todo, a las mujeres y a quienes disponen de menos recursos económicos. De ahí que una de las iniciativas que quiere impulsar el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales es crear un «estatuto de las personas cuidadoras de familiares».
Ese «eje» de trabajo lo ha avanzado esta mañana la consejera del área, Nerea Melgosa, en el marco del congreso 'Avanzando hacia un pacto vasco de los cuidados', impulsado por el Ejecutivo autonómico y que se celebra ayer y hoy en San Sebastián. La responsable departamental ha subrayado que se necesita un documento que «sistematice, concrete y amplíe» los derechos de las personas cuidadoras, «incidiendo sobre la desigualdad entre mujeres y hombres», y desarrollando «medidas de apoyo».
Se trataría de una iniciativa similar a la puesta en marcha en 2018 por la Diputación de Bizkaia, una de las primeras administraciones en desplegar un estatuto de familiares cuidadores. De hecho, la entidad foral se tuvo que fijar en el modelo de Finlandia para implantar su programa de ayuda, «inédito en los países mediterráneos», aseguraron entonces, y que incluye entre otras medidas un plan de pensiones para los cuidadores menores de 65 años, que no ha llegado a materializarse, y la opción de tomarse un 'respiro' 30 días al año dejando a su allegado a cargo de la Diputación.
Melgosa, en una ponencia titulada 'Cuidar y recibir cuidados con derechos, en libertad e igualdad. Bases para un acuerdo por los cuidados en Euskadi', ha propuesto además el «aumento continuado» del gasto en el Sistema Vasco de Servicios Sociales, y el refuerzo de «la atención primaria y secundaria en la comunidad y la disminución del peso de la atención residencial en el gasto corriente público». «La transformación de los centros residenciales, innovando en los modelos de atención y organización, concibiéndolos como un hogar y una comunidad, al igual que otras alternativas de convivencia colectivas y comunitarias» es otro de los ejes citados por la consejera.