Emakunde elabora una guía para prevenir y actuar contra la violencia machista en fiestas

Después de más de dos años de pandemia y con el regreso de las fiestas populares ya a la vuelta de la esquina y por todo lo alto, el Gobierno vasco no quiere que las agresiones machistas empañen las celebraciones que se sucederán por todo Euskadi. Por este motivo, Emakunde ha elaborado una guía con pautas para prevenir y actuar contra la violencia a las mujeres que cuenta con el apoyo de Eudel y las tres diputaciones vascas.

La publicación está dirigida a ayuntamientos, comisiones de fiestas, hostelería, txosnas y a cualquier otro colectivo que programe actos. «Queremos que desde el primer momento en el que se comienza a organizar unas fiestas se tenga presente que deben ser espacios seguros para las mujeres», ha subrayado durante la presentación de la guía Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. «Ni la fiesta ni el alcohol justifican una agresión machista. Y ahora que se habla de vuelta a la normalidad, queremos recordar que no podemos hablar de normalidad mientras se produzcan agresiones sexistas», ha agregado.

La guía está dividida en diferentes apartados, el primero de ellos referente a cómo organizar las fiestas. Se aconseja que sea de manera colectiva y que en el proceso participen colectivos feministas. Se recomienda además que se establezcan puntos concretos donde poder atender a las mujeres de manera inmediata si sufren una agresión. ¿Cómo hacerlo? Siempre sabiendo que «la decisión de lo que debe hacerse es de quien ha sufrido la agresión», por lo que se pide no emitir juicios, no presionar a la mujer, respetar sus tiempos, contactar con alguien de su confianza y preguntarle antes de llamar a algún servicio.

Si los presentes en el recinto festivo creen que una mujer está en peligro se les pide que no le dejen sola y preguntarle si necesita algún tipo de atención. En la guía se incluye además un anexo para hosteleros y responsables de las txosnas, en el que se dan pautas como ubicar los baños en espacios luminosos y transitados o si ocurre un ataque apagar la música y encender las luces del local para que los presentas sepan lo que está ocurriendo.

Además, para expresar el rechazo a la violencia machista en espacios festivos se pide evitar el uso del lenguaje que humille o cosifique a las mujeres, no juzgar nunca el estado en el que estaba la mujer agredida, desaprobar públicamente a quienes cuenten chistes denigrantes para las mujeres o frenar de raíz las agresiones que se disfrazan como piropos.

«Las fiestas son un fantástico espacio de encuentro y todas las personas tenemos derecho a vivirlas como queramos. Estableciendo relaciones siempre basadas en el respeto», ha señalado Gorka Urtaran, presidente de Eudel. «Las agresiones machistas representan la 'vieja normalidad' que no debe volver ni tiene cabida en nuestros pueblos y ciudades».

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