Los profesores en huelga de Jesús María elevan la tensión al bloquear la entrada de alumnos a clase

Jesús María está ubicado en el monte Artxanda y el único acceso es por carretera, por lo que el bloqueo de la entrada de autobuses ha generado largas colas de vehículos. El piquete se ha plantado poco antes de las 08.30, hora habitual de llegada al colegio de los 500 menores que estudian en el centro educativo.

«Desde muy temprano ha habido presencia de la Policía Municipal de Bilbao y de la Ertzaintza y se ha mantenido el orden en todo momento; no ha habido situaciones desagradables entre los protestantes y la policía, ni con otros compañeros», apuntan fuentes de la dirección del colegio.

Posteriormente los manifestantes han emprendido una marcha hacia el centro, escoltados por la policía, y esto es lo que ha ralentizado la llegada de los autobuses con el alumnado y parte del profesorado. El bloqueo se ha alargado hasta las 09.30 horas, cuando se ha recuperado la normalidad. «El efecto sobre la dinámica habitual ha sido mínimo», señalan.

No obstante, desde dirección apuntan a que «sí se han vivido algunos episodios de nerviosismo entre el alumnado que estaba en los autobuses», aunque «el personal de asistencia lo ha gestionado perfectamente y se han podido solventar sin ningún episodio relevante que lamentar». Este periódico ha tratado de recabar la opinión de los representantes del comité de huelga, pero aún no ha obtenido respuesta.

En un comunicado, las ampas de Jesús María y Jesuitinas han mostrado su «indignación» por lo ocurrido. «Nos parece absolutamente injustificable», señalan. «Estamos hartos de ver cómo se pone en riesgo la estabilidad emocional de nuestros hijos e hijas y cómo se juega con un derecho fundamental como es la educación», señalan. «Este tipo de acciones no solo perjudican gravemente al alumnado, sino que también dañan la imagen y la credibilidad de ambos centros educativos, y fomenta la crispación. No es este el ejemplo, ni los valores que queremos dar a nuestros hijos e hijas». «Hay líneas que no se deben traspasar», zanjan.

La situación en el centro educativo se agrava a cada día que pasa. Hace poco más de un mes, por ejemplo, las instalaciones amanecieron con pintadas contra los docentes. Y este martes se han cumplido ya siete semanas seguidas de huelga indefinida. Los servicios mínimos en Infantil, Primaria y Secundaria no permiten avanzar materia y algunas familias lamentan a este periódico que sus hijos van al colegio «a pasar el rato» jugando a cartas y al móvil, viendo películas...

En cuando a Bachillerato, el Gobierno vasco estableció unos servicios mínimos que garanticen que se imparten las asignaturas troncales. A falta de menos de un mes para Selectividad, muchas familias han optado por contratar profesores particulares o acudir a academias para tratar de que sus hijos lleguen en las mejores condiciones posibles a la prueba.

Preguntada el pasado martes por esta cuestión, la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, se limitó a señalar en una rueda de prensa que han «instado» tanto a la dirección del colegio como a los trabajadores a que cumplan con los servicios mínimos. El ampa, no obstante, reclama más pasos al departamento y que intervenga en el conflicto con el objetivo de garantizar el derecho a la educación de los estudiantes.