Los bomberos barajan que el sobrepeso de la terraza causó el derrumbe del restaurante en el que murieron 4 personas en Palma

Un total de cuatro personas murieron este jueves por la noche y 16 resultaron heridas al derrumbarse el techo de un restaurante en Playa de Palma, una zona eminentemente turística de Palma de Mallorca. Entre las víctimas hay tres mujeres y un hombre, trabajadores y clientes del local Medusa Beach Club, ubicado en el inmueble que colapsó. Este viernes se ha confirmado que las víctimas mortales de la tragedia son una trabajadora de origen navarro de 23 años, dos mujeres de origen alemán de 20 años y 30 años que se encontraban de vacaciones, y un hombre de origen senegalés de 44 años. Varios de los heridos quedaron atrapados bajo los escombros y tuvieron que ser rescatados a contrarreloj por los equipos de emergencias.

Siete de ellos se encuentran muy graves y otros nueve siguen graves, según informaron los medios mallorquines. Otros afectados solo sufrieron contusiones leves y crisis nerviosas, que fueron tratadas por psicólogos. Anoche se desconocía cuánta gente se encontraba en ese momento en el establecimiento, donde ya había comenzado el turno de cenas.

El trágico suceso se produjo en torno a las ocho y media de la tarde en el número 36 del Carrer de Cartago, en la localidad mallorquina de Ses Cadenes, al final de la playa del Arenal. Se trata de una construcción de dos alturas ocupada por el Medusa Beach Club. Fueron los propios vecinos los que dieron la voz de alarma, telefoneando a la Policía y a la Guardia Civil para avisar de que la terraza del establecimiento se había venido abajo y que había quedado gente bajo los cascotes. Según estos testimonios, al producirse el derrumbamiento se escuchó un estruendo seco e, inmediatamente después, los gritos de las personas que habían quedado heridas o atrapadas entre los restos del edificio.

Baile en el 'chill out'

Las primeras hipótesis apuntan a un exceso de peso en la terraza. Al parecer, según el medio local 'Última Hora', algunos clientes estaban bailando en el área de 'chill out'. El forjado se hundió y cayó sobre el bajo, que tampoco pudo soportar el impacto y se precipitó a su vez hasta el sótano, atrapando a cuantos se encontraban en el restaurante. En esta parte es donde se han encontrado más víctimas. Según su página de Instagram, el local inauguró un nuevo bar en la azotea hace apenas unos días.

Los responsables del rescate recabaron la colaboración de una empresa de grúas especializada en trabajos de construcción para poder levantar y extraer los escombros del forjado derruido. «Ha sido algo dantesco», relató un bombero al diario 'Última Hora', que señaló que al llegar al lugar vio a «personas llorando y gritando alrededor de los escombros que se amontonaban en la planta baja del edificio».

Además de bomberos de Palma y de la vecina Llucmmajor, y agentes de la Policía Nacional y Local, al lugar se desplazaron una decena de ambulancias y equipos médicos del SAMU 061 para atender a las víctimas. A medida que eran rescatados de entre los escombros y evacuados por un solar contiguo al edificio siniestrado, recibían las primeras atenciones en una carpa instalada en la trasera del inmueble donde se hacía también el triaje de los heridos.

Otros fueron extraídos a través de viviendas y de los locales colindantes. La calle se cortó al tráfico en ambos sentidos para facilitar el trabajo de las asistencias, que se tuvieron que emplear a fondo entre escenas de angustia, con familiares de las víctimas conmocionados y ante la expectación de decenas de curiosos que se congregaron en las inmediaciones del restaurante.

Anoche sólo había trascendido la identidad de uno de los fallecidos, un ciudadano senegalés identificado como Abdoulaye Diop. Según medios locales, las otras víctimas mortales serían dos chicas que pasaban sus vacaciones en Mallorca y una trabajadora del restaurante, de nacionalidad extranjera.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, acudió al lugar para conocer de primera mano la evolución de los trabajos de rescate y atención a los afectados. Se han decretado tres días de luto. También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo a través de X (Twitter) seguir «de cerca las consecuencias del terrible derrumbe ocurrido en la playa de Palma». Además de mandar sus condolencias a las familias de los fallecidos y mostrar su deseo de «pronta recuperación» a los heridos, trasladó en conversación telefónica al alcalde y a la presidenta balear, Marga Prohens, la disposición de su Gobierno «a colaborar con todos los medios y efectivos que sean necesarios».