«La denuncia de la Fiscalía marca un antes y un después, el que quiera filtrar se lo pensará»

Marta Macho, Roberto Sánchez y Manoel Martínez, afiliados al sindicato ESK, estaban ayer «muy satisfechos» con el informe que la fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, ha remitido al juzgado por apreciar indicios de delito por «revelación de secreto».

Después de que el Parlamento vasco decidiera no crear una comisión de investigación para esclarecer las posibles irregularidades, la decisión del Ministerio Fiscal «era nuestro último cartucho», reconoce Manoel Martínez. «El tiempo nos está dando la razón. Llevamos denunciando este caso desde hace nueve meses y se está demostrando que desde el principio hemos dicho la verdad», añade Roberto Sánchez. Marta Macho, que deja claro que «no se puede seguir escondiendo lo sucedido», explica que «la fiscal ya nos comentó que estos casos son duros, porque no salen el 100% de los implicados». Tiene claro que «el hecho de que salga gente» en el escrito «va a marcar un antes y un después en las OPE. Si hay consecuencias me imagino que el que quiere filtrar a partir de ahora se lo pensará antes de hacerlo».

Incide en esta idea Sánchez. Señala que «esta manera de actuar en la OPE» estaba «normalizada». A partir de ahora, cree, «la gente se va a dar cuenta de que lo normal no es lo correcto». En su opinión, que el Ararteko o la Fiscalía «hayan dicho lo que han dicho» debe servir para que los «implicados se den cuenta de que las cosas no estaban bien como estaban. Debemos ir a un sistema más justo».

A pesar de aplaudir el informe de la Fiscalía, echan en falta un trabajo más en profundidad y amplio. Dicen que en las 19 páginas enviadas al juzgado solo se refleja «la punta del iceberg». Cree Manoel Martínez que hay otras categorías investigadas «en las que las irregularidades cantan menos y son menos escandalosas, pero existen». Macho coincide: «Me da pena que haya cosas que se pasen por encima, porque al final lo sucedido se repite en todas las especialidades. Y prácticamente todos los jefes de servicio han filtrado preguntas a sus subalternos».

Sobre la implicación de la dirección de Osakidetza en este escándalo de las supuestas filtraciones de respuestas, tal y como destaca la Fiscalía en su escrito, los tres anestesistas lo tienen claro: «No siempre han estado a la altura».

Explica Manoel Martínez que esto que «sucede» en Osakidetza es algo que «estamos seguros que pasa en la mayor parte de los Servicios de Salud de España». Cree que «el problema es que en Osakidetza lo han intentado ocultar desde el principio. Por mucho que el consejero de Salud, Jon Darpón, haya dicho siempre que ha estado a favor de una investigación». No olvidan estos tres profesionales que el «consejero» se refería a ellos al inicio del caso como «kamikazes, sinvergüenzas prácticamente. Que nos iban a denunciar por tentativa a la actuación fraudulenta, un supuesto jurídico que nadie conoce. Creo que fue para meternos miedo porque nadie nos ha denunciado».

Sobre la figura de Darpón son también muy críticos Macho y Sánchez. Este último dice que se ha «escudado en los tres cabezas de turco que han encontrado», en referencia a los tres jefes de servicio señalados. «La Fiscalía ha tenido la certeza» de imputarlos porque «les han pillado in fraganti, pero en el resto de especialidades ha pasado lo mismo».

– ¿Cree que el consejero también sabía lo que sucedía?

– No voy a decir que el consejero sabía lo que pasaba, pero me parece muy raro que no lo supiese llevando toda la vida en Osakidetza. Siempre digo lo mismo, si yo sabía lo que pasaba llevando 15 días aquí (Manoel Martínez es gallego), como no iba a saberlo alguien que lleva trabajando en Osakidetza 30 años.