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Biólogos marinos junto al cuerpo de un tiburón que apareció en Dénia con heridas causadas por peces espada. Oceanografic

El misterio del tiburón 'apuñalado' por peces espada

Una investigación pretende aclarar la aparición de cadáveres de escualos atacados por peces espada en el Mediterráneo

Miércoles, 25 de septiembre 2024

La imagen de los tiburones como peligro de los mares que creó Spielberg con 'Jaws' está en entredicho. Desde hace seis años, los científicos investigan ... la muerte de estos escualos, 'apuñalado' por peces espada (Xiphias gladius) que les atacan de una forma certera y letal. El último caso en manos de la ciencia se detectó el lunes en la localidad alicantina de Dénia, donde un tiburón azul apareció muerto sobre la arena de la playa. La necropsia ha revelado que murió atravesado por las heridas que le causaron tres peces espada. Unos ataques que la ciencia comienza a detectar cada vez en mayor medida, aunque sus conclusiones sobre este hallazgo pueden ser sorprendentes.

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«El tiburón de Dénia tenía tres pinchos de tres peces distintos», explica Pablo García, investigador de la Fundación Oceanografic, de Valencia. «Uno de ellos estaba cerca del morro, en la nariz, y no había tocado ningún órgano sensible. El segundo estaba cerca de la columna vertebral y el tercero, letal, apareció en el cráneo. Creemos que el tiburón murió de una meningitis causada por esta herida». No es la primera vez que aparecían en Valencia tiburones con estas heridas, en las que parte de la rostra -nombre científico de la espada- es descubierta dentro del cuerpo del escualo.

Imagen de archivo de un ataque de pez espada a un escualo. Ichthyol res

«La primera vez que vimos este tipo de lesiones fue en 2017, cuando comenzamos a trabajar con el tema al descubrir el cadáver varado de un tiburón con una herida muy evidente. Luego encontramos un pincho en su cabeza», escribe Pablo García. Los investigadores comenzaron a recopilar información sobre los tiburones y entonces descubrieron dos cosas. «Había más animales que tiburones atacados por los peces espada, como las tortugas. Incluso habían embestido embarcaciones y seres humanos», afirma el experto. En la literatura médica, por ejemplo, se ha estudiado el caso de una mujer que se bañaba a tres metros de la orilla en la isla de Santorini en 2010 y fue empalada por un pez espada que le atacó y desapareció al instante. En la red, igualmente, hay vídeos de submarinistas profesionales ensartados por esta especie.

«No sabemos cuántos cadáveres de tiburones desaparecen en el fondo del mar y nunca llegan a la costa

Pablo García

Investigador de la Fundación Oceanografic

Pero los biólogos se dieron también cuenta de que había casos de tiburones muertos localizados en la orilla a los que no se había realizado ninguna necropsia. «Pensamos que, dado que no se buscaban en concreto lesiones causadas por las rostra, se achacaron las heridas mortales a otro tipo de causas. Además, en muchos casos, localizar los pinchos no es nada fácil». Pero las investigaciones revelaron algunos datos más. Las heridas estaban casi siempre localizadas en la cabeza de los tiburones, como si el pez espada supiera dónde buscar el punto más sensible de su rival. «Además encontramos una casuística que se repetía. Los especímenes atacados eran ejemplares adultos, mientras que los agresores eran más jóvenes», afirma. El número de ataques se desconoce. «Cada año aparecen dos tintoreras muertas por peces espada, pero no sabemos cuántos cadáveres desaparecen en el fondo del mar y nunca llegan a la costa», explica el experto.

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Según Pablo García, la tesis con la que empezaron a trabajar fue que «se trataba de ataques preventivos que realizan los peces espada jóvenes cuando se sienten amenazados o creen que hay algún desconocido en su zona de caza». El pez, en vez de huir, embiste a sus rivales. «Este animal es uno de los más rápidos en el mar -puede nadar a 100 kilómetros por hora- y cuenta con el hueso rostral, que puede ser casi el equivalente a un puñal de doble filo, cubierto con un aceite especial para ser más hidrodinámico», afirma el experto.

Aunque en un principio se creyó que los ataques a tiburones estaban teniendo lugar en el Mediterráneo, las indagaciones descubrieron que en otros lugares del mundo como México también habían aparecido cadáveres 'apuñalados'. Pero, al revisar algunas muestras antiguas de escualos muertos que se conservaban en laboratorios aparecieron también los rastros de pinchos. «Hemos llegado a la conclusión de que se trata de una práctica que los peces espada realizan desde siempre. Todo indica que es una táctica ancestral de la que hasta ahora no habíamos sabido nada», concluye Pablo García.

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