Australia recurre a los leones marinos para cartografiar el fondo del océano

El nuevo estudio propone una solución única a estos desafíos mediante el uso de cámaras adheridas a lobos marinos. Los investigadores seleccionaron a ocho leones marinos, también conocidos como lobos marinos (Otariidae), como sujetos para portar cámaras, debido a su capacidad para sumergirse a grandes profundidades y cubrir amplias áreas submarinas. Estos mamíferos marinos son cazadores que exploran diversos hábitats en busca de alimento, lo que los convierte en vehículos naturales para la recolección de datos.

El estudio ha intentado que las cámaras no afecten al comportamiento natural de los animales, para lo que diseñaron una cámara ligera y no invasiva. Cada cámara estaba equipada con una carcasa resistente al agua y un sistema de grabación de alta definición, capaz de capturar imágenes claras y detalladas incluso en condiciones de baja luz. Además, estos equipos estaban programados para grabar durante intervalos específicos, lo que permitió a los investigadores obtener una amplia gama de datos durante los períodos de actividad de los lobos marinos.

El estudio se llevó a cabo en una región conocida por su rica biodiversidad marina en las aguas de Australia meridional, como el golfo de San Vicente o el golfo de Spenser. Durante el período de investigación, los lobos marinos equipados con cámaras exploraron una variedad de hábitats bentónicos, incluyendo arrecifes de coral, praderas de algas marinas y zonas rocosas. Las imágenes capturadas proporcionaron una visión sin precedentes de estos ecosistemas submarinos, revelando una diversidad de especies y estructuras de hábitat. Pudieron comprobar que las comunidades de invertebrados (esponjas, briozoos y corales blandos) dominan las profundidades donde los arrecifes de macroalgas y las praderas de macroalgas están ausentes. Las estructuras de estas comunidades se ven influidas por el suministro de nutrientes, la topografía, la disponibilidad del sustrato, las condiciones del agua del mar y la hidrodinámica. 

Uno de los hallazgos más notables del estudio fue la identificación de áreas con una estructura compleja, donde las formaciones rocosas y los corales proporcionaban refugio a una variedad de especies marinas y a las que no se podía acceder con los métodos tradicionales de mapeo de los fondos marinos como el buceo autónomo, el uso de vehículos operados remotamente (ROVs) o estudios de sonar. Aunque efectivas, estas técnicas a menudo son costosas, requieren equipos especializados, y están limitadas por las condiciones ambientales. Estas áreas son cruciales para la salud del ecosistema, ya que sirven como zonas de reproducción, alimentación y refugio para muchas especies. 

Los hábitats bentónicos —los bentos son la comunidad formada por los organismos que habitan en el fondo de los ecosistemas acuáticos—, que incluyen los fondos marinos y las estructuras que se encuentran en el lecho del océano, son esenciales para la biodiversidad marina. Estos hábitats albergan una amplia variedad de especies, desde corales hasta esponjas y algas, y juegan un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas oceánicos. Sin embargo, la exploración de estos hábitats presenta numerosos desafíos. La profundidad del mar, las corrientes fuertes, y la limitada visibilidad hacen que sea difícil para los investigadores acceder y mapear estas áreas con precisión. Tradicionalmente, se han utilizado técnicas Además, muchas áreas, especialmente en regiones remotas o de difícil acceso, siguen sin ser exploradas en su totalidad

La capacidad de cartografiar estos hábitats marinos de manera precisa y eficiente tiene importantes implicaciones para la conservación marina, que se enfrenta al cambio climático, la pesca excesiva y la contaminación. Este estudio demuestra que el uso de cámaras en lobos marinos puede ser una herramienta valiosa y ecológica para recopilar estos datos, especialmente en áreas que son inaccesibles o difíciles de estudiar con métodos tradicionales. Los datos obtenidos mediante este enfoque pueden ayudar a los responsables de la toma de decisiones a identificar áreas prioritarias para la conservación.