«Tenemos que acostumbrarnos a vivir con los vaivenes del clima»

- ¿Mira al cielo cuando se levanta?

- Siempre que estoy en la calle miro al cielo. No sólo es bonito, si lo miras y te preguntas por qué hoy pasa esto y otras veces no, tarde o temprano empiezas a entender la razón de las cosas.

- ¿Cómo se queda cuando el cielo no refleja sus predicciones?

- Es muy raro que ocurra algo así. Puede pasar que digas que viene despejado y aparezcan algunas nubes, que el cielo estará cubierto y salga algo el sol, pero es muy raro que se produzca un cambio radical en el pronóstico. Es muy difícil que metamos una gamba muy gorda, pero trabajamos con posibilidades. Apuestas por las más altas, pero existe la otra parte. Y ocurre. En meteorología también funciona el caos. Y ese caos hace que de vez en cuando salgan soluciones muy extrañas.

- ¿Se siente presionado?

- Quizás sea por la edad, pero paso de la presión. Sí hay una cosa que me impresiona: cuando veo meteorología adversa, severa, sé que detrás de ella hay gente que sufre porque se le inunda la casa, pierde la cosecha... Nosotros estamos en la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Departamento de Seguridad y vemos los problemas, los daños. Y sufres.

- ¿Por qué es tan complicado predecir el comportamiento de la atmósfera?

- Para poder hacer una predicción hay que simplificar miles de variables. Si estás dentro de una habitación cerrada y vas con un aparato midiendo la temperatura, ésta será diferente según las paredes, alturas... En la naturaleza, las variables son muchísimas más. Por eso hay que simplificar para tener una aproximación. La tecnología tiene una cosa, que si no sabemos lo que hay ahora, nunca sabremos lo que viene.

- ¿Cómo está afectando el cambio climático a las estaciones?

- Creíamos que el hombre no podría influir tanto en la naturaleza, pero lo está haciendo en todos los aspectos. También estamos cambiando la composición de la atmósfera y todos los estudios nos dicen que ese cambio va a traer consecuencias, y lo que se va viendo en las últimas décadas confirma esa teoría.

- ¿Qué clima nos espera?

- Un clima más oscilante. Tiene lógica, y lo estamos viendo. No se puede achacar al cambio climático, pero cuando se van repitiendo estas cosas más que antes la teoría empieza a coger fuerza. Hemos tenido récord de calor y de frío. Este mismo mes, el 1 de julio, vi escarcha en el suelo a 600 metros. Me quedé alucinado.

- ¿Habrá que acostumbrarse a vivir con los vaivenes del clima?

- Sí, pero sobre todo deberíamos intentar que el clima no sea más extremo todavía. Lo más importante sería cambiar nuestros hábitos de vida para dejar una huella mucho más suave en este planeta, pero nos cuesta.

- ¿Habrá verano en Euskadi?

- No me atrevo a decirlo. Lo que sí se aprecia para los próximos días es una estabilidad bastante llamativa. El anticiclón coge fuerza y hay una dorsal que entra fuerte por el sur, que probablemente no nos afecte. Nada de lluvia y temperaturas que cada día irán subiendo 1, 2, 3 grados, con máximas superiores a los 30 grados en gran parte de Euskadi.

- ¿Qué situación meteorológica recuerda de manera especial?

- Una de las que más me ha impresionado es el último tornado que pudimos certificar. Sólo hemos podido certificar dos en Euskadi -uno en la zona de Treviño hace 10 años- y este último -hace 4 años- en la sierra de Entzia. Ver la fuerza de la naturaleza cuando se produce un efecto de esos... Es decir, '¡jolín, menos mal que ha sido aquí'! Fue brutal. La potencia que tuvieron que tener esos vientos para mover y romper todo lo que rompieron. Increíble.

- El color del cielo, la forma de las nubes y hasta pelos de cabra para predecir el tiempo. Son algunas de las bases de la 'meteorología popular'. ¿Alguna de ellas tiene fundamento?

- No es ninguna estupidez. Hay que saber lo que hay detrás, que es lo bonito. Has hablado de pelo de cabra; pues para medir la humedad relativa se utilizan pelos de mujer nórdica rubia. Son sensores carísimos. El pelo de cabra tiene una sustancia hidroscópica, de modo que cuando hay mucha humedad en el ambiente se estira y si hay poca se contrae. Y normalmente cuando hay poca humedad hace buen tiempo, y cuando hay mucha, malo. Pero no siempre. Estas cosas tienen un porqué, pero hay que saber las limitaciones.