El héroe de Tábara, un 'bilbaíno de Zamora' cuya lucha contra las llamas ha sobrecogido al mundo
Ángel Martín, hospitalizado con quemaduras en el 80% de su cuerpo, es muy conocido en la capital vizcaína, donde trabajó en un bar
C. BENITO
Martes, 19 de julio 2022
Se ha convertido en una de las imágenes que reflejan con más dramatismo la tragedia y el potencial destructor de los incendios forestales que arrasan ... estos días tantas zonas de España. Sobre el telón de fondo de unas enormes llamaradas se ve cómo se desplaza la silueta de una retroexcavadora: está tratando de abrir un cortafuegos en el campo de cereal. Pero, de pronto, la máquina queda envuelta en llamas y su ocupante, Ángel Martín, sale corriendo hacia la cámara, con la ropa ardiendo, en una sobrecogedora carrera por su vida.
Ángel, a quien ya han bautizado como el 'héroe de Tábara', regenta un almacén de materiales de construcción en esa localidad de Zamora, cercada estos días pasados por el incendio forestal de Losacio. En situación crítica y con quemaduras en el 80% de su cuerpo, fue evacuado en todoterreno por el alcalde de otra localidad cercana y está hospitalizado en el Río Hortega de Valladolid. Las imágenes han tenido un eco especial en Bilbao, ya que Ángel, de 53 años, es una persona muy conocida en la capital vizcaína, donde ha residido durante largos periodos de su vida.
«Su padre es de Tábara y su madre de Bilbao. Ellos nacieron en el País Vasco», explica un vecino, en referencia a Ángel y su hermano gemelo. Esta parte de Zamora es una de esas comarcas que alimentaron la emigración en los tiempos del éxodo rural, con Euskadi como destino más frecuente. Otro amigo, que también vive a caballo entre Bizkaia y Zamora, recuerda que Ángel trabajó mucho tiempo de camarero en el Koky de la calle Hurtado de Amézaga, un bar-cafetería especializado en desayunos y sándwiches. Después, decidió trasladarse a Zamora, donde tenía a la mayor parte de su familia, y abrió un almacén de materiales con su mujer, Anabel. No es raro escuchar en Tábara bromas en las que Ángel y algún otro hijo de la emigración se tratan de vascos.
«Qué disgusto para mi mujer»
El lunes, al ver el pueblo amenazado por las llamas, con riesgo de que el fuego alcanzase una gasolinera cercana, Ángel no dudó en recurrir a la medida desesperada de abrir él mismo un cortafuegos. «En ese momento no lo piensas: tienes la máquina y te metes -relata un testigo de lo ocurrido-. Pero el fuego corre mucho más de lo que piensa la gente, y más donde ocurrió esto, en una zona de rastrojeras: en dos minutos se metió un kilómetro, con llamas de diez o doce metros de altura».
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Los vecinos contemplaron, impotentes, cómo la excavadora de Ángel desaparecía de su vista, engullida por el fuego, y cómo su vecino lograba escapar de lo que parecía una muerte segura. El primero que le prestó ayuda fue Pedro José, un brigadista que estaba trabajando en la zona. A continuación, le recogió en su todoterreno el alcalde de Pozuelo de Tábara, Jesús Ángel Tomás, que relató así lo ocurrido a los informativos de 'La Sexta': «El solo por su pie se subió al coche y fuimos para el centro médico. Él nada más que decía 'Anabel, Anabel, qué disgusto le voy a dar a mi mujer, ¿por qué me metería?'». Según han explicado los allegados, su pronóstico es grave pero está consciente y ha podido comunicarse con su esposa.
«Es una persona que, si te puede hacer un favor, no te va a dejar tirado. El favor que sea, y de hecho ya se ha visto. Lo que ha hecho es una valentía que pocos habríamos hecho», ha elogiado uno de sus amigos. Las imágenes de lo que ocurrió después han conmovido al mundo y de todas partes llegan buenos deseos para Ángel.
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