Arrupe, más cerca de los altares
Los jesuitas preparan el informe preliminar para abrir la causa de canonización del carismático general de la Compañía 27 años después de su muerte
De la calle Pelota de Bilbao a los altares. Todo indica que Francisco, el primer Papa jesuita en la historia de la Iglesia, ha dado ... luz verde a los trabajos previos para la causa de beatificación del religioso vasco Pedro Arrupe, general que imprimió a la Compañía de Jesús una línea liberal y abierta. La orden ya comunicó de manera oficiosa e informal a las autoridades vaticanas que deseaba empezar el proceso. Se trata de un paso de gigante. La causa ha permanecido dormida durante años probablemente porque el gobierno del 28 prepósito general de la orden fue muy controvertido. El jesuita vizcaíno mantuvo un serio enfrentamiento con Juan Pablo II, ahora santo gracias también al pontífice argentino. El actual Papa rezó ante la tumba de Arrupe apenas cuatro meses después de su elección, el 31 de julio de 2013, día de San Ignacio.
La llegada de Jorge Bergoglio al trono de San Pedro alimentó la esperanza de que el proceso podría ser desbloqueado y tomar un fuerte impulso. Sin embargo, el hecho de ser precisamente un papa jesuita podría ser también un obstáculo, pensaban otros, dado que en algunos sectores se suman las iniciativas del pontífice relacionadas con la Compañía de Jesús para esgrimirlas como un trato de favor a su orden. Arrupe no puede aparecer como un 'enchufado'. Ahora, la causa está ya en el carril de su apertura, según la información recogida por este periódico en fuentes vaticanas, aunque falta por concluir el informe preliminar y eso llevará varios meses. Bergoglio tiene un recuerdo muy fresco de Arrupe. Le conoció en 1973 en Buenos Aires y, aunque tuvieron sus diferencias, siempre ha expresado su admiración por el exgeneral vasco.
«Arrupe, non toccare», orden del Vaticano
El 14 de noviembre de 2007 el palacio Euskalduna de Bilbao acogió el estreno del musical 'Arrupe, Mire isiltasun hau' (Arrupe. Mi silencio), del cantautor euskaldun Gontzal Mendibil. Luego se repitió en Azpeitia, frente a la basílica de Loyola, el 31 de julio de 2008 con motivo del centenario del general de la Compañía de Jesús. En ambos casos fue un éxito de público. En octubre de ese mismo año los propios jesuitas invitaron al bardo de Zeanuri a preparar un musical en Roma, en la iglesia del Gesú, donde están depositados los restos de Arrupe, muy cerca de la tumba de San Ignacio y el brazo de san Francisco Javier. Se iniciaron los contactos para un montaje en italiano, pero hubo que pararlo todo cuando llegó una orden del Vaticano: «Arrupe, non toccare». Era el pontificado de Benedicto XVI y todavía no tocaba dar la batalla.
Fue en 2011 cuando Radio Vaticano anunció que los jesuitas habían comenzado a pensar en serio para introducir la causa de beatificación de Arrupe. En 2012 se dieron los primeros pasos. El superior general de entonces, Adolfo Nicolás, pidió al padre Anton Witwen, encargado en ese momento de gestionar los procesos de beatificación y canonización de jesuitas, unas pautas sobre el camino a seguir. Se trataba de recoger información por todo el mundo sobre la figura del religioso para probar su fama de santidad. Datos y testimonios sobre su vida y misión, un material que habría que custodiar como pruebas. Así se ha estado haciendo. Ahora ha tomado un nuevo impulso de la mano del postulador general de la orden, Pascual Cebollada, un teólogo de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, nombrado hace un año por Arturo Sosa, nuevo líder de la Compañía de Jesús. También está en ello su jefe 'político', Joaquín Barrero, un gallego de Lugo, actual consejero para la Asistencia de Europa Meridional.
Con cautela
Los jesuitas no están bajo la jurisdicción de un obispo y pueden elaborar a su ritmo la documentación que requiere el caso. Lo tienen que hacer con pies de plomo, con cautela, porque en Roma todavía hay muchas fuerzas adversas. Los jesuitas quieren dar la batalla por un personaje que veneran, y cuya figura se ha agigantado con el paso del tiempo. Su dimensión espiritual prevalece sobre su gestión política como general. Se están dando los primeros pasos y pasará cerca de un año hasta que la causa se abra de manera oficial. El proceso se desarrollará en Roma, lugar de su muerte. Ahora se trata de 'calentar' la devoción al padre Arrupe -fallecido el 5 de febrero de 1991 a los 83 años- y comprobar su fama de santidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión