El 'Aita Mari', desbordado tras rescatar a 158 migrantes en el Mediterráneo central
Urge la contestación de las autoridades italianas para desembarcar en un puerto seguro despuésde auxiliar ayer a otras 65 personas
patricia rodríguez
Martes, 11 de febrero 2020, 07:20
Nueva emergencia humanitaria en el Mediterráneo. La tripulación a bordo del 'Aita Mari' no da abasto en las últimas horas y los avisos de pateras ... a la deriva no cesan. Tras el rescate de 93 inmigrantes subsaharianos el domingo en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo, el buque guipuzcoano auxilió ayer a otras 65 personas que iban a la deriva en un bote de madera sin motor. Entre los rescatados hay 14 menores, una mujer y 50 hombres procedentes de Afganistán y Bangladesh.
La prioridad ahora es recibir la autorización para desembarcar en puerto seguro. La embarcación está preparada para el rescate pero tiene una capacidad limitada que ya está superada. «El 'Aita Mari' no está preparado para tanta gente», contaba uno de los miembros de la tripulación, testigo de cómo los rescatados llegaban en condiciones extremas, «exhaustos y tiritando de frío. Si no llegamos a encontrarles, se mueren».
El presidente de la organización humanitaria y tripulante del buque, Iñigo Mijangos, explicaba la situación de urgencia en la que se encuentran. «Nos hemos puesto en contacto con las autoridades italianas, que son las que nos facilitaron la vez anterior con España el puerto de desembarco y estamos esperando contestación para desembarcar. En principio tiene que ser una respuesta rápida, entre uno o dos días, que es el tiempo de navegación que tenemos desde donde nos encontramos. Mañana (por hoy) pondremos rumbo a la zona próxima entre Italia y Malta. No dudamos de que nos dejen desembarcar, es que no hay otra opción», expuso. Los rescatados están «muy cansados y estresados, han sufrido una situación muy traumática, tanto en Libia, de donde escapaban, como en la patera. Sobre todo fue complicado porque había muchos niños y tres embarazadas en avanzado estado de gestación. Por suerte el tiempo es bueno».
«Existe una omisión de socorro evidente. No se hace labor humanitaria, sino de control fronterizo»
concepto
Avisos continuos
La segunda operación de rescate del buque guipuzcoano se producía ayer a mediodía, un día después de que Salvamento Marítimo Humanitario localizara y auxiliara a 93 migrantes. De hecho, desde que el 'Aita Mari' zarpara hacia aguas internacionales entre Libia y Malta tras varios días refugiado en Túnez por el temporal, los avisos de botes a la deriva no han cesado. La madrugada del domingo recibieron una información «a través de un avión» y fue «cuando pudimos comprobar que los libios se introdujeron en la zona maltesa». Tanto la patrullera de este país como la libia les ordenaron «que no interviniéramos y nos mantuviéramos a seis millas de distancia».
Finalmente, la operación de rescate fue realizada por las autoridades maltesas y el 'Aita Mari' evitó lo que se denominan 'devoluciones en caliente', una práctica ilegal que pretendía llevarlas de nuevo de regreso a Libia, sin importar que pudiera suponer una condena a muerte. «Durante la operación, en plena noche, cayeron varias personas al agua, atemorizadas... Fue complicada», relata el presidente de SMH.
En este momento, el drama que se vive en el Mediterráneo central encuentra alivio en el trabajo de los barcos gestionados por ONGs como 'Open Arms', 'Ocean Viking', y 'Alan Kurdi', además de la guipuzcoana, que a través de Twitter, denuncian la dejadez de las autoridades europeas: «Hagamos lo que Europa no quiere hacer, que es defender la vida en el mar».
Mijangos critica que «no se está haciendo labor humanitaria ni de rescate sino labor de control fronterizo. Vemos una omisión de socorro evidente hacia las personas que están aquí. Cuando informamos a los servicios de guardacostas libios, nos contestaron que no tenían recursos y que sus centros de atención a los migrantes están saturados, que por eso no salen a buscarlos». Recuerda que la «ruta libia es de las más peligrosas, con muchísimas millas sin ningún tipo de asistencia. También muchos mueren por tierra en el desierto. Es lo que estamos provocando con esta actitud».
La clave
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14 menores y tres mujeres embarazadas había en la última patera rescatada.
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