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Los hermanos Ruiz de Gordoa preparan el escenario horas antes del concierto en Vitoria. jesús andrade

«Algunas cuadrillas de los pueblos nos llamaban porque nos echaban de menos»

Joselu Ruiz de Gordoa, Cantante de Joselu Anaiak ·

Los cinco hermanos de Araia vivieron con «ilusión» su vuelta a la plaza del Arca y confían en recuperar todo el calendario de fiestas

Viernes, 29 de abril 2022, 00:47

Desde que hace ya más de 40 años el grupo verbenero Joselu Anayak ha pasado a los anales por sus infalibles conciertos en la noche ... de San Prudencio y por protagonizar todos las 'jaia' en sus giras veraniegas por los pueblos. Tras dos años sin poder montar su 'tinglao' en el Arca, ayer por la noche los vitorianos volvían a vibrar al son de las rancheras más míticas de estos cinco hermanos de Araia como su 'Ay Anselma' o su 'Beti eta betiko'.

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–Dos años sin San Prudencio, ¿os sentiréis raros de pisar de nuevo el Arca o más cómodos?

–No sé, pero lo cierto es que nos hace mucha ilusión volver a reencontrarnos con el público y sobre todo verles las caras. Estamos muy contentos de estar otra vez en el Arca y no faltar a esta tradición de la Retreta.

–¿Cómo espera verlo?¿Más entregado o menos numeroso?

–Si no nos hace mucha mella la lluvia, sí espero encontrarlo con muchas ganas. Estos días hemos estado en Zumaia y en Agurain y hemos visto un público entregado a la fiesta y deseando volver al punto de partida. Sin ir más lejos en Zumaia estaba lloviendo a cántaros y la gente lo dio todo. La gente tiene ganas de dejar atrás esta pesadilla.

–Han sido años muy duros para los grupos de verbenas...

–Claro, no lo esperábamos ninguno. Ha sido un golpe muy duro para todos. Dos años sin conciertos. Pero hay que buscar el lado positivo. Yo en mi caso me he entregado a la composición y a escribir cosas. También ha sido diferente.

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–Y os habrá servido de descanso. Ya lleváis más de 40 años, ¿no van pesando las piernas?

–Sí, es cierto, pero lo echábamos en falta de todos modos. Al final nos juntábamos los hermanos y nos decíamos: «Mira, hoy tendríamos que estar en el Baztan, hoy en Bizkaia…» Siempre nos acordamos de cuando eran las fiestas en cada pueblo. Incluso nos llamaban de algunos sitios en los que, como no se podía celebrar nada, algunas cuadrillas nos llamaban para decirnos que nos echaban de menos, pero que tenían nuestra música puesta para tenernos cerca. Eso nos hacía mucha ilusión. Ya te digo que han sido dos años diferentes y que al mismo tiempo nos ha permitido dedicar más tiempo a la familia que, durante todos estos años, nunca habíamos tenido disponibilidad para estar juntos en casa o ir de excursión a la sierra, por ejemplo.

–¿Habéis tenido tiempo para actualizar el repertorio?

–Sí he estado haciendo algunos temas para trabar un nuevo disco, pero todavía no hemos querido dar el paso. En cualquier caso, por lo que la gente nos conoce es por nuestro sello y nuestro carácter. Canciones de antes siempre nos van a pedir y esas no pueden faltar en una buena verbena. Es un distintivo que llevamos en nuestra mochila.

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–¿Sigue siendo para los grupos de verbenas una preocupación la cada mayor preferencia en los pueblos por contratar djs?

–Son tendencias que en muchos pueblos las vemos, pero yo creo que todos tenemos que convivir. Hay gente que prefiere música grabada, pero eso lo puedes vivir en cualquier época del año en cualquier pub o discoteca, cosa que con la música en directo no pasa. Nosotros somos defensores de la música en vivo. Creo que debemos de apoyar todos un poco la cultura porque si no en el futuro se dejarían de hacer grabaciones. Los músicos tienen que vivir de los trabajos que hacen, pero sobre todo de los conciertos.

–En nada empezais con vuestra giras de verano, ¿como tenéis de cargado el calendario?

–Ya se van cumpliendo las expectativas. Estas primeras fechas del mes ha habido pueblos con muchas dudas sobre cómo volver a la normalidad de forma tranquila. Algunos no han sabido cómo plantearlo y otros han decidido no hacer una llamada a la fiesta general, sino hacerla en 'petit comité', con la gente del lugar. Luego hay algunos que, por contra, han decidido volver del todo porque la gente está demandando cada vez más que vuelva la fiesta como era. Y muchos continúan a la expectativa a ver cómo pasan estos meses y están dispuestos a dar pasos si la cosa va bien.

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–Con el bagaje que os da la experiencia, ¿cuáles son los pueblos de Álava que más mueven el esqueleto?

–Depende mucho del momento y de los días que estés tocando. En una misma fiesta no todos los días son iguales hay uno especial. Sí que es verdad que nos ha tocado ir a lugares perdidos a los que piensas que no irá nadie y luego encuentras un ambientazo. En cualquier rincón de Euskal Herria puedes encontrar un día mágico. Para nosotros el último fue la verbena que dimos el pasado 6 de agosto con la cuadrilla de Okerrak. Fue muy especial, la llevamos haciendo desde los ochenta.

–¿Y la bailan igual jóvenes que mayores?

–Sí, conviven ambas generaciones muy bien. Cuando vienes de una cena la gente se engancha fácil, sobre todo los mayores. Con los jóvenes antes había tendencia a recorrer antes los bares y unirse más tarde, pero ahora se va directo a la plaza. Tampoco hay una medición fiable en esto, siempre hay sorpresas.

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–Os dieron el Celedón de Oro en 2019. También habéis sido pregoneros de las fiestas, ¿os están guardando la medalla de Álava?

–(Ríe) No estamos pensando en eso. Las cosas hay que llevarlas y tomarlas como vienen. Nuestro único afán es seguir en contacto con el público que es lo que nos da vida, sobre todo después de estos dos años.

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