Los ertzainas tuvieron que cargar en varias ocasiones contre los violentos. Iñaki Andrés

Zupiria admite que Vitoria estuvo «horas patas arriba» y culpa a los «fascistas de ambos lados»

El consejero asume que la seguridad no estuvo garantizada y Bildu se revuelve por la comparación de los radicales vascos con los falangistas

Lunes, 13 de octubre 2025, 19:49

No habían pasado ni 24 horas desde que el centro de Vitoria se convirtiera en un campo de batalla tras la concentración de 200 miembros ... de Falange y los incidentes posteriores protagonizados por radicales de izquierdas contra la Ertzaintza, cuando todo derivó en una bronca política entre el Gobierno vasco y EH Bildu. Arrancó con una batería de críticas de la coalición soberanista al Departamento de Seguridad por tildar de fascistas tanto a los manifestantes de ultraderecha como a los alborotadores que reventaron el acto y atacaron a la Policía autonómica. De hecho, consideraron esa comparación de «inadmisible, imprudente y fuera de lugar» porque «solo contribuyen a generar confusión y tensión».

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Ante esas críticas, el consejero de Seguridad compareció de urgencia ante los medios para pronunciarse sobre lo sucedido el domingo en Vitoria. Bingen Zupiria entonó cierto mea culpa al admitir que la Ertzaintza «no logró garantizar la seguridad» en el centro de la ciudad, que durante «horas estuvo patas arriba» –confesó en euskera–. Es decir, que el despliegue planteado por los jefes policiales no estuvo a la altura, una sensación que han puesto sobre la mesa diferentes sindicatos, que han exigido dimisiones en la consejería.

Zupiria no llegó a expresarlo tan tajantemente pero sí deslizó que se están revisando las imágenes de los incidentes para comprobar si «hay que rectificar algo» del protocolo diseñado para este tipo de eventos. Los altercados del domingo se saldaron con más de 40 heridos –entre ellos un fotógrafo de EL CORREO y 20 ertzainas– y graves daños tanto en el mobiliario urbano como en negocios hosteleros del centro de Vitoria.

El consejero, como ya hiciera el domingo su 'número dos', quiso dejar claro que los «únicos responsables» fueron las personas que, «con su comportamiento violento y totalitario, pusieron en peligro a la ciudadanía y dañaron el patrimonio urbano público y privado». Y señaló tanto a los falangistas como a un grupo de otros «fascistas», en este caso «vascos» –la contramanifestación estaba respaldada por Ernai GKS, Sare Antifaxista y Jarki–. No obstante, matizó que ninguno de los 19 arrestados pertenece al partido de ultraderecha, sino que actuaban dentro de los grupos de alborotadores que se enfrentaron con la Ertzaintza. «Tienen entre 18 y 38 años, y hay cinco procedentes de Bizkaia, cuatro de Navarra, cinco alaveses, cuatro vecinos de Gipuzkoa y una persona de Iparralde. Están acusados de vandalismo, lanzamiento de objetos y desórdenes públicos», detalló Zupiria.

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Declaración del PNV

«Unos y otros emplean las mismas formas violentas para desestabilizar la convivencia democrática»

Críticas a la consejería

Bildu tildó de «inadmisible, imprudente y fuera de lugar» que se comparea los falangistas con los «antifascistas»

Según el consejero, lo vivido en Vitoria responden a unos «comportamientos violentos y totalitarios» que «con el fin de ETA parecía que habíamos dejado atrás». «Pero parece que no es así. La contramanifestación no es algo espontáneo (...). Fue una violencia organizada», analizó, en referencia a un rebrote de la violencia urbana que sufre Euskadi de la mano de ciertos colectivos radicales, a los que la Ertzaintza «prestará mayor» atención. «Hay un discurso antifascista que justifica y quita importancia a la utilización de la violencia en algunos momentos y situaciones, y es inaceptable en una sociedad democrática», puntualizó.

«Repugnancia tremenda»

No citó a nadie, pero esas palabras iban dirigidas, en parte, a EH Bildu, coalición que ya en verano cargó con dureza contra la Ertzaintza, responsabilizándola de los incidentes que se sucedieron en diferentes localidades guipuzcoanas. En el comunicado que hizo público ayer, la formación independentista no se refirió en ningún momento a la actitud violenta de los radicales que reventaron el acto de Falange, sino que centró el foco en que el Gobierno vasco «hubiera permitido» la celebración de esa concentración de ultraderecha. «La responsabilidad de prevenir y evitar lo ocurrido recae única y exclusivamente en quienes ostentan la responsabilidad política en materia de seguridad (PNV y PSE). Por ello, exigimos que se asuman y se aclaren las responsabilidades correspondientes lo antes posible», manifestaron. «Solo venían a hacer turismo fascista y a provocar», expuso el diputado abertzale Oskar Matute, quien aseguró que los detenidos sólo habían repelido y enfrentado «a los fascistas».

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A este respecto, Zupiria dejó claro que la petición tramitada por Falange para celebrar el acto en Vitoria cumplía la ley y emplazó a EH Bildu a promover un cambio legislativo si desea que esa formación sea ilegalizada. «La Falange, como pensamiento, me produce una repugnancia tremenda, pero mi opinión no es más que la de un ciudadano. Como consejero de Seguridad no soy nadie ni para prohibir manifestaciones ni partidos políticos, son los tribunales de justicia quienes lo deciden», argumentó.

También el PNV se posicionó en esta polémica. El EBB emitió un comunicado en el que respaldaba las tesis expuestas por Zupiria. Situó en el mismo plano a Falange y a los radicales de izquierda –«emplean las mismas formas violentas para desestabilizar la convivencia democrática»–. «Unos y otros son representantes de las dos caras de la nostalgia histórica», afirmaron los jeltzales.

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