¿Volverán a ser amigos el PP y el PNV?
Cualquier tema puede parecer pequeño si no lo conectamos rápidamente con la guerra en Europa. La lucha contra los populismos de extrema derecha que pretenden ... socavar nuestras democracias nos obliga a no perder el angustioso hilo autoritario que sigue enredando a Hungría o el resultado de las próximas elecciones francesas. En España, la ultraderecha arrastró al Partido Popular hacia un espacio político donde todo lo que no era nacionalismo español era ETA o parecido. El rechazo visceral a los nacionalismos periféricos también afectó a su tradicional buena relación con el PNV.
Los propios populares vascos han tenido que sufrir una estrategia que les alejaba de un espacio sociológico que compartían con el PNV y que no tenía que ver nada ni con el nacionalismo español ni con el debate territorial. De hecho, el partido más beneficiado por la sangría de votos que el Partido Popular vasco ha sufrido en los últimos años ha sido el Partido Nacionalista Vasco. El 21% de los votantes del PP de 2016 que tenían dudas sobre a qué partido votar en las elecciones de 2020 incluían al PNV entre sus posibles candidatos.
No hay que remontarse muy lejos para buscar los espacios de entendimiento que caracterizaron las relaciones del PNV con el Partido Popular. Antes de apoyar la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez a La Moncloa, el PNV había salvado los Presupuestos Generales del Estado de 2018 de Mariano Rajoy tras semanas de incertidumbre al sostener hasta el último momento que no los apoyaría mientras estuviera en vigor el artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Antes, el Gobierno de Urkullu había salvado sus Presupuestos gracias al apoyo del PP vasco. Ambos acuerdos fueron posibles gracias a concesiones económicas, unos para desarrollar su agenda vasca y otros para reforzar su apoyo a las familias tradicionales y a las empresas para la creación de empleo.
El lehendakari ha declarado que tiene esperanzas en que el nuevo líder del PP sea más sensible a los intereses de los nacionalistas vascos. Cree que es necesario incorporar al Partido Popular a los pactos de Estado, lo que permitiría al PNV ganar comodidad como un partido responsable y, sobre todo, de gobierno.
La propensión a honrar el pasado de Feijóo, Rajoy como referente, le puede ayudar a bajar del monte centralista de monocultivo español a encontrarse con partidos amigos de toda la vida como el PNV con los que lograron construir una relación real de confianza. Acercarse al PNV es una buena manera de marcar distancias con la ultraderecha.
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