Los recelos entre PP y Cs a nivel nacional descartan la opción de una 'Navarra Suma' en Euskadi
La dirección del partido naranja apuesta por concurrir con sus «siglas y propuestas» a unas futuras elecciones vascas para evitar «diluirse» como marca
La idea la lanzó el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, el pasado mes de marzo. En abril iban a celebrarse las elecciones generales y ... en Navarra su partido había cerrado un acuerdo con Ciudadanos y UPN para concurrir bajo la marca Navarra Suma -que luego se mantuvo en los comicios autonómicos-. «Dejo la puerta abierta a una alianza con Ciudadanos. Sería una magnífica confluencia», dejó caer el líder de los populares vascos, consciente de que la división del voto de centro derecha constitucionalista iba a perjudicarle -como al final ocurrió- en las urnas.
Durante las semanas previas se habían producido contactos informales entre ambas formaciones, pero Ciudadanos paró en seco cualquier especulación. Su dirección en Euskadi descartó cualquier tipo de alianza antes de la doble cita electoral. Pero no se cerró a hablar una vez pasados los comicios, sobre todo con el objetivo de armar una «mayoría constitucionalista» de cara a unas elecciones vascas, que como muy tarde deben celebrarse en el plazo de un año.
Esa opción ha quedado barrida por el tsunami político a nivel nacional, en el que PP y Cs están inmersos en una guerra abierta por la hegemonía del centro derecha. Más allá de los acuerdos en Andalucía, Murcia y Madrid, Albert Rivera ha centrado toda su estrategia en tratar de dar el 'sorpasso' a Pablo Casado. Convertirse en el líder de la oposición a Pedro Sánchez con la vista puesta a medio plazo en La Moncloa. Y dentro de ese planteamiento no encaja llegar a acuerdos con el PP. «En estos momentos está totalmente descartado cualquier tipo de acuerdo en el País Vasco», confiesan fuentes de la dirección nacional.
El PP ha lanzado en las últimas semanas varios 'globos sonda' a Ciudadanos para calibrar su predisposición a firmar acuerdos como el de Navarra a nivel nacional. La oferta, más allá de su escaso recorrido, busca crear un perfil de dialogante y de consenso de Casado frente al inmovilismo de Rivera. Así que los naranjas, que en Euskadi están liderados por Luis Gordillo, han cortado de raíz cualquier especulación. «Somos la alternativa reformista y profundamente regeneradora al PP», zanjó hace unos días el secretario general del partido, José Manuel Villegas.
Los dirigentes del PP vasco achacaron a la fragmentación del voto sus malos resultados el 28A
Electorado de centro derecha
Navarra fue algo «puntual»
Pero de esa ecuación nacional se dejan fuera a Euskadi y Cataluña, dos comunidades gobernadas por fuerzas nacionalistas en las que PP y Cs atraviesan momentos difíciles. Sin embargo, las opciones de acuerdo son nulas. «Tenemos que presentarnos en toda España con nuestras propias siglas y con nuestra propia propuesta. Si no lo hacemos, estaríamos desvirtuando, diluyendo, haciendo que no se vieran las diferencias (entre los dos partidos)», expone Villegas.
«Lo de Navarra Suma ha sido algo puntual. No hay que olvidar que allí la principal fuerza es UPN, quien fue el gran muñidor del acuerdo. Y esas circunstancias no se dan en Euskadi», argumentan fuentes de la dirección nacional.
En el PP vasco, pese a todo, continúan viendo con buenos ojos la opción de concurrir a las próximas elecciones vascas -sean cuando sean- bajo una coalición con Cs. Fue una de las primeras propuestas que se puso encima de la mesa tras el batacazo sufrido en las generales de abril -no consiguieron ningún diputado- y en las municipales de mayo. Todos sus dirigentes achacaron los malos resultados a la fragmentación de su voto tradicional entre Ciudadanos y Vox. Y la mejor opción para taponar esa fuga es unir las fuerzas. No con Vox, con quien los populares vascos marcan distancia, sino con los liberales. Los casi 40.000 votos que lograron el 28-A, sumados a los 95.000 del PP, les habría permitido obtener algún escaño en el Congreso, sobre todo en Álava.
La única traba que desde el PP vasco se veía a una confluencia se diluyó cuando Cs aceptó la defensa del Convenio - el Concierto navarro- al estar recogido en la Constitución. Con esa mismo argumento, los populares creen que podrían disipar las dudas que las críticas lanzadas por Rivera contra el autogobierno vasco abrieron en el electorado de Euskadi.
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