Puigdemont radicaliza las listas de JxCat y aleja la alianza con el PNV
El EBB valorará hoy la decisión del PDeCAT, que insiste en que la alianza se cerrará «en las próximas horas»
Cuanto peor, mejor. Ese parece ser el lema que guía a Carles Puigdemont. El expresident, huido en Waterloo, anunció ayer que será el cabeza ... de lista de JxCat al Parlamento europeo. Una candidatura que justificó por la necesidad de «internacionalizar» el 'procés', después de que el viernes Oriol Junqueras moviera ficha presentándose como cabeza de cartel de ERC. Un movimiento que aleja la posibilidad de que los catalanes repitan coalición con un PNV que huye de radicalismos. La estrategia de tensión no ha quedado ahí. Puigdemont también ha conseguido apartar al sector moderado del PDeCAT en las listas al Congreso. Su objetivo, dificultar la gobernabilidad en Madrid. Dirigentes como Marta Pascal, Carles Campuzano o Jordi Xuclà, que responden al perfil más posibilista del nacionalismo catalán, no repetirán. Por contra, estarán Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull, que encabezarán de forma simbólica las listas de Barcelona, Lleida y Tarragona.
Sabin Etxea se mantenía a la espera del desenlace del tira y afloja entre Carles Puigdemont y sus fieles, partidarios de una estrategia de 'cuanto peor mejor', y los sectores más moderados del PDeCAT, con su presidente, David Bonvehí, a la cabeza, con quienes Andoni Ortuzar mantiene una relación fluida y constante. La moneda ha caído finalmente del lado del expresident, un movimiento que el PNV ve como una apuesta por convertir la campaña europea en un altavoz propagandístico del 'procés'. Incompatible, por lo tanto, con la filosofía de la candidatura jeltzale, encabezada por una Izaskun Bilbao que se presenta como la voz de los intereses de Euskadi en Bruselas.
Defender la cuota de la anchoa en la Eurocámara o pelear por reforzar el papel de las regiones en la UE casa mal con la apuesta de los neoconvergentes, arrastrados por Puigdemont, de aprovechar los comicios al Parlamento europeo para agitar la bandera del derecho de autodeterminación en el corazón de Europa. Un mensaje opuesto al del PNV, que de cara a las generales, municipales, forales y europeas vende seriedad, estabilidad, gestión y dar la cara por las 'cosas de comer' allí donde se defienden los intereses vascos.
En una entrevista con este periódico, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ya admitió que si el PDeCAT decidía concurrir a Europa envuelto en la bandera de 'Freedom for Catalunya' «ahí no pintamos nada». Ayer, fuentes oficiales del EBB optaron por la prudencia, a la espera de que hoy se reúna la ejecutiva jeltzale, que valorará la decisión del PDeCAT, aunque no es seguro que hoy se anuncie la decisión definitiva. Eso sí, estas fuentes interpretaron que el paso al frente del expresident huido en Waterloo demuestra que el PDeCAT concurre a las europeas en clave exclusivamente «catalana» y recordaron que el PNV toma todas sus decisiones de forma «autónoma».
«No renunciaremos»
La puntualización venía a cuento porque, en la nota con la que el Partit Demòcrata, anunció las planchas para el 28-A y el 26-M, la formación insistía en que «no renunciaremos» a la alianza con el PNV, «que se acabará de cerrar en las próximas horas». Parece, como mínimo, una predicción aventurada. El PNV ya veía con recelo, desde que se comenzó a especular con ello, la presencia en la lista de Puigdemont, que además no será eurodiputado porque la ley le obliga a pisar suelo español para recoger su acta. Las relaciones de Sabin Etxea y Ajuria Enea con el expresident son gélidas desde hace tiempo, en concreto desde los últimos días de octubre de 2017, cuando rompió el compromiso que había contraído con el lehendakari Urkullu para convocar elecciones y así frenar la aplicación del 155. Pero, además, a renglón seguido el PDeCAT deja claro qué persigue su lista europea: «internacionalizar el 'procés'» situando en la plancha «a los miembros del Govern que están en el exilio o en prisión».
La operación, por lo tanto, no se parecería en nada a la 'Coalición por Europa' con la que concurrieron en 2014 el PNV, la extinta CiU, Coalición Canaria y Compromiso por Galicia. El problema para el PNV es que si se presenta solo con los nacionalistas canarios y gallegos el asiento de Izaskun Bilbao en Bruselas podría estar en peligro. Las últimas proyecciones electorales de la Eurocámara, a las que el PNV no concede ninguna validez demoscópica, apuntaban a que los jeltzales se quedarían sin representación si no se reedita la alianza con el PDeCAT. Los jeltzales niegan esa posibilidad y creen que el mayor número de escaños a repartir en España (cinco más) tras el Brexit y el impulso de las municipales y forales, que se celebran el mismo día, les aseguran el escaño.
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