«Pongo la mano en el fuego, no hay ningún vínculo del PSE con el 'caso Cerdán'»
Descarta que Sánchez tenga algún tipo de responsabilidad que asumir y considera que «su obligación es agotar la legislatura»
Suele ser categórico en sus declaraciones y esta entrevista no es una excepción. Eneko Andueza (Eibar, 1979) no se anda con remilgos: descarta de forma ... tajante cualquier tipo de vinculación del PSE-EE con la trama corrupta encabezada por Santos Cerdán e incluso pone «la mano en el fuego» por todos sus compañeros de partido, algo que dirigentes del PSOE y hasta ministros también hicieron en su día por el exsecretario de Organización de Ferraz ahora encarcelado. El líder de los socialistas vascos también defiende la respuesta de Pedro Sánchez y no cree que tenga ninguna responsabilidad que asumir.
– «Joder, Santi, cómo se nota que eres amigo». Así empezó usted su discurso en el congreso del PSE-EE en febrero. ¿Se siente traicionado por su «amigo»?
– Me siento tremendamente sorprendido. Lógicamente he mantenido una relación indudable con el secretario de Organización y cuando estalló todo me quedé muy sorprendido.
– ¿Nunca sospechó nada de él?
– No. Es que si alguien tiene alguna sospecha sobre un hecho delictivo, tiene que ir a denunciarlo. Jamás hubiera pensado que Cerdán estuviera metido en algo así.
– Tenía mucha relación con los socialistas vascos. ¿Descarta cualquier tipo de vínculo del PSE-EE con la trama corrupta?
– Lo descarto absolutamente. Si por algo hemos destacado en este partido es por la seriedad, el rigor, la honestidad y la ejemplaridad en el servicio público. Estoy perfectamente tranquilo.
– ¿Pone la mano en el fuego por sus compañeros de partido?
– Sí, evidentemente, claro que la pongo por todos ellos.
– ¿También por Miguel Ángel Morales, su secretario de Organización, que sale mencionado en los audios de Koldo García?
– Claro, eso está aclarado. Sale en varias ocasiones por la gestión que hizo en su día con la presidenta de Adif para que recibiera a la entonces alcaldesa de Pasaia para abordar un problema que tenían sobre unas obras de Renfe.
«Los socios son los primeros en reconocer en privado que unas elecciones no serían beneficiosas ahora»
– ¿Asumiría usted alguna responsabilidad si se halla algún vínculo del PSE-EE con la trama?
– Hombre, puede darse la circunstancia de que se haya podido adjudicar algún contrato a alguna empresa pero que esa adjudicación no sea delictiva. Habría que analizar exhaustivamente esa hipotética contratación.
– Si estuviera en el papel de Pedro Sánchez, ¿habría dimitido?
– Es una decisión muy personal. En este tipo de circunstancias conviene no precipitarse y mantener la serenidad. El presidente está cumpliendo con su obligación, que es intentar agotar la legislatura y tomar decisiones según la información que va teniendo. Se ha visto que en cuanto ha tenido noticias, ha intervenido.
– ¿No tiene él ninguna responsabilidad en que sus dos máximos colaboradores en el PSOE estén implicados en algo así?
– Cuando uno nombra a alguien en un puesto de responsabilidad dentro de su ejecutiva, lo hace teniendo plena confianza en esa persona. Pero si esa confianza se ve quebrada, la responsabilidad es de quien la quiebra, no de quien lo nombra.
– ¿Sánchez no se somete a una cuestión de confianza porque sabe que la perdería?
– La confianza se labra día a día y la interlocución con los socios está siendo constante. Son ellos mismos los primeros que reconocen en privado que en estos momentos no serían beneficiosas unas elecciones generales.
– Sin demasiada confianza de los socios, sin Presupuestos, sin poder aprobar medidas estrella... ¿Cuál es el propósito de este Gobierno más allá de resistir?
– El intento de sacar adelante unos Presupuestos siempre va a estar ahí y cada cual tendrá que demostrar su nivel de compromiso y responsabilidad. Hay que dotar al Gobierno de instrumentos para sacar adelante las medidas.
– ¿Y qué compromiso y responsabilidad está teniendo el Gobierno si ni siquiera presenta los Presupuestos, tal y como obliga la Constitución?
– Generalmente se suelen presentar cuando se tiene cierta garantía de poderlos sacar adelante. A mí me consta que se está trabajando en ello, así que dejemos tiempo al tiempo.
– Sánchez dijo que no convoca elecciones para evitar que gobiernen PP y Vox. ¿No es asumir que está gobernando sin contar con una mayoría social?
– Bueno, eso está por ver. Yo lo que veo en Euskadi es que la gente sigue apoyando a este Gobierno porque es beneficioso para la mayoría social. A mí me piden en la calle que sigamos adelante.
«Aunque algunos quieran alimentar la especulación, queda muchísimo recorrido para llegar a ese punto, si es que se llega»
– El PNV advierte de que su confianza en Sánchez va «camino de la UCI». ¿Qué hay que darle para recobrar esa confianza?
– Seguir hablando y seguir trabajando. La confianza no está en los discursos, sino en los hechos. Lo vimos el martes con la reunión de la Comisión Bilateral, en la que se avanzó en cuestiones como el autogobierno y Talgo.
– ¿Ve al PNV capaz de abandonar a Sánchez y apoyar a Feijóo?
– No lo creo, no le veo pegando un viraje con un PP que nos vino a vender un giro hacia la moderación y nos ha traído todo lo contrario, un volantazo hacia la extrema derecha.
– En el caso de que sí, ¿eso implicaría una ruptura de las alianzas con el PSE-EE en Euskadi?
– Nosotros tenemos mucho sentido de la responsabilidad y somos fieles a nuestra palabra. Tenemos un acuerdo de gobierno que finaliza en 2028 y, mientras la hoja de ruta siga siendo ésa, será muy difícil que el PSE-EE se descabalgue de la coalición.
– ¿Están ahora mismo los socialistas vascos más cerca que hace unos años de llegar a acuerdos de gobierno con EH Bildu?
– No, no, para nada. Las circunstancias son las mismas. Aunque algunos quieran seguir alimentando esa especulación, queda muchísimo recorrido para llegar a ese punto, si es que se llega. Nos separa el modelo de país y un recorrido ético que es innegable.
– Nada de eso ha impedido al PSN apoyar a EH Bildu en Pamplona. ¿Aquí es diferente?
– Son cosas que competen al ámbito del Partido Socialista de Navarra y yo lo respeto mucho. Ya le digo que aquí en Euskadi eso no se va a producir.
Transferencias pendientes
– Sánchez se comprometió a traspasar todas las competencias pendientes antes de fin de año. A falta de cinco meses, quedan más de una veintena. ¿Va a incumplir su palabra?
– Se está haciendo todo lo posible para cumplir ese calendario y materializar las transferencias, pero tenemos que ser conscientes de que muchas veces la voluntad política, pese a estar sobradamente demostrada por parte del presidente, no es la única cuestión que entra en juego. Hay que hacer las cosas bien y con garantías jurídicas porque hay algunos que están deseando interponer un recurso ante el Constitucional contra cualquier traspaso.
– ¿Está siendo Yolanda Díaz un obstáculo para transferir la Seguridad Social?
– Hay dificultades en el Ministerio de Trabajo, pero no creo que Yolanda Díaz 'per se' tenga una voluntad de no hacer cumplir ese traspaso. Entiendo que verá determinadas complicaciones para que esto no vaya a la velocidad que debería.
«Aunque algunos quieran alimentar la especulación, queda muchísimo recorrido para llegar a ese punto, si es que se llega»
– Respecto a la reforma del Estatuto, ¿ha encallado la negociación?
– Está muy parada. Si vamos a reformarlo, debemos tener muy claro que el objetivo debe ser blindar todos los derechos sociales que hemos conquistado y garantizar la pluralidad y diversidad de este país. Todo lo que salga de ahí nos volverá a abocar al fracaso y eso no es lo que necesita ahora Euskadi.
– Donde se han roto las negociaciones es en la cuestión del blindaje del euskera en las OPE. ¿Incumple el acuerdo de gobierno el PNV al presentar una reforma en solitario?
– Creo que el PNV se ha visto empujado a hacer seguidismo de Bildu. Respeto su posición política, pero teniendo un acuerdo de gobierno y habiendo llegado a un consenso acerca de los perfiles lingüísticos hace año y medio, yo no veía ninguna necesidad de emprender otro tipo de viaje. Desde luego el PSE-EE no se va a mover de lo que ha firmado.
– ¿Cree que el PNV acabará acordando esto con EH Bildu?
– Honestamente creo que no, sus propuestas están muy lejanas entre sí. Si lo hacen, en fin, son libres de hacerlo, pero nosotros no participaremos en ello.
– ¿Qué se está haciendo mal para que los consensos lingüísticos de hace 40 años parezcan impensables en la actualidad?
– Creo que hay algunos sectores que están forzando demasiado la máquina. Y se equivocan porque el futuro del euskera no depende del nivel de imposición ni de la obligación de aprenderlo para acceder a puestos públicos. El reto está en el uso del euskera. Hay que ver la lengua como algo mucho más natural, no como algo que es propio de unos pocos ni como algo que se deba imponer para garantizar su supervivencia. Si no, se provoca el efecto contrario y se acaba provocando un rechazo que no es sano.
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