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«La política debe dar más momentos edificantes que tensos y broncos»
Borja Sémper | Expresidente del PP de Gipuzkoa ·
Sémper pone fin a 25 años de carrera en el PP y ficha por una multinacional en Madrid: «Nadie podrá decir que no lo he dado todo»ainhoa muñoz
Miércoles, 15 de enero 2020, 07:45
Borja Sémper dice adiós a la política. Por motivos personales y tratando de desvincular su decisión de las discrepancias con la dirección nacional del PP. ... 25 años después, se marcha a Madrid para trabajar en Ernst & Young como director de relaciones institucionales. Y lo hace con la misma filosofía que, dice, le ha caracterizado en la política. «Nadie podrá decir de mí que no lo he dado todo».
– ¿Cómo se siente tras haber anunciado su dimisión?
– Por un lado triste porque abandono una actividad que he hecho con pasión, e ilusionado porque se abre una etapa que necesito emprender.
– ¿Cuánto tiempo lleva sopesando la idea de dejar la política?
– De unos meses a esta parte ya en casa empezábamos a hablar de construir un futuro alternativo y diferente. Y no lo oculto: creo que toca dar un paso a un lado para que mi pareja pueda desarrollar su actividad profesional sin el peaje que supone ser la pareja de un político.
– ¿Le ha pesado a Bárbara Goenaga en su carrera como actriz ser la pareja de un dirigente del PP?
– Ella es la que tiene que hablar por sí misma, pero si hay algo que Bárbara representa es la independencia y la libertad. Y si otros no lo han visto así, será problema suyo. Creo que la figura de Bárbara está preservada, pero lo que sí es cierto también es que hay intolerantes que mezclan cosas y conceptos.
– ¿Le ha costado tomar la decisión?
– Sí. No es una decisión fácil.
– ¿Por qué ahora?
– Se han dado las circunstancias. Uno no sabe en la vida qué le espera y ahora ha aparecido una oportunidad. Han sido un cúmulo de circunstancias lo que nos ha llevado a mi familia y a mí a tomar esta decisión. Quiero decir a aquellos que no lo entiendan lo duro que es para alguien como yo, que ha echado los dientes en política, cambiar lo que ha dado sentido a mi vida. Algunos discreparán y otros no, pero nadie podrá decir de mí que no lo he dado todo.
– Pero usted pidió hace pocos meses el voto a los donostiarras para cuatro años. ¿Qué les dice a todos los que apostaron por usted?
– Solo puedo pedirles sinceras disculpas y benevolencia en el juicio. Pedirles que sean comprensivos. Que lo siento enormemente porque mi voluntad era quedarme cuatro años, pero hay circunstancias personales y familiares que nos han llevado a tomar esta decisión.
– ¿Y por qué se presentó entonces como candidato a la Alcaldía de San Sebastián? Acaba de confesar que llevaba meses barruntando la idea de dejar atrás su vida política.
– En aquel momento mi voluntad era acabar la legislatura y era cumplir con el compromiso.
– Muchas voces apuntaban a que su candidatura en Donostia fue impuesta. ¿Haber aguantado tan poco en el cargo no da pábulo a quienes creyeron que aquella no fue una decisión suya, sino que le obligaron desde el partido?
– No. Probablemente la mejor decisión que he tomado en política ha sido la de ser candidato a alcalde de San Sebastián. Y me queda la inmensa tristeza de no haber podido serlo.
– Deja al PP de Gipuzkoa en sus horas más bajas. ¿Le ha costado decidirse precisamente por el escenario que deja aquí, con un PP guipuzcoano débil electoralmente?
– Por una fracción de segundo sí, pero luego me quité importancia. Me costó aceptar que mi tiempo se había acabado, lo reconozco, pero es bueno que en Gipuzkoa haya relevo. Creo que yo ya no soy la persona necesaria para el PP de Gipuzkoa.
– También deja el Parlamento vasco en un momento clave, con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina.
– ¿Cuándo no es un momento clave en la política? Yo me lo preguntaba cuando reflexionábamos en casa y al final siempre relegas tu vida a la vida de otros. Y eso durante un tiempo se puede mantener, pero también hay que pensar en los tuyos.
– ¿Ha pesado en su decisión las discrepancias que mantiene con la dirección del PP nacional?
– En absoluto. Yo me enorgullezco de militar en un partido que no es una secta y que ha permitido que yo pudiera discrepar en ocasiones o matizar la posición del partido.
– ¿Es cansado ser siempre el 'pepito grillo' de su partido?
– Me hubiera cansado ser un tipo gris que no dice lo que piensa. Evidentemente me siento cómodo en la discrepancia política, pero cuando la política tiene más ruido que debate, no me siento cómodo. Y la política actual transita por un camino muy amargo. Estoy incómodo en la actual política de trincheras.
– Usted ha censurado a Cayetana Álvarez de Toledo, rechazó la candidatura impuesta de Iñigo Arcauz, cargó contra su partido por el expediente informativo abierto contra Juan Carlos Cano...
– A lo largo de mi trayectoria política me he comportado así. Cuando ha habido algo que no me ha gustado o ha habido algo que no he compartido lo he dicho. Y no pasa nada. Para mí prestigiar la política también es hacerla con libertad. Dentro de un orden, obviamente, hay una serie de líneas maestras que sustentan la posición política de un partido, pero a partir de ahí es bueno y es sano que existan Cayetanas Álvarez de Toledo y Borjas Sémper.
– ¿Está cómodo en el PP actual?
– Sí. Yo me siento cómodo en cualquier lugar que me permita expresarme con libertad.
– ¿Se ve, por tanto, reflejado en el PP de Pablo Casado?
– Sí. En algunas cosas más, en otras menos. A mí me preocupan mucho los políticos que dicen que comparten el 100% de los que piensa su partido. No me lo creo.
La oposición
– En su adiós ha dicho que es «fundamental preservar las formas», que le «incomoda el clima de confrontación». ¿Es un mensaje para su partido? Casado también ha participado en los discursos más broncos.
– Si la política está tensa obviamente los pronunciamientos son broncos y tensos. También desde otras posiciones ideológicas se acusa al PP de fascista y de extremista. Y esto es lo que tenemos que corregir entre todos. De lo que se trata es de que con nuestro ejemplo sean muchos más los momentos edificantes en la política que los broncos y los tensos.
– ¿Qué siente cuando escucha a Casado calificar de «felón, patético o sociópata» a Pedro Sánchez?
– Yo intuyo que la posición de Pablo Casado y del PP va a ser la de una oposición firme y contundente, con unas formas suavizadas.
– ¿No ha tenido nada que ver en su renuncia el acercamiento en el discurso de su partido a Vox?
– Es normal que la irrupción de Vox en un momento determinado genera incertidumbre, pero creo que el PP ha tomado la decisión de marcar distancias con Vox y con otras formaciones de carácter populista. Yo siempre lo he dicho: me preocupa la irrupción de discursos nacional-populistas que lo que quieren es encender ánimos en lugar de tender puentes.
– ¿Las intervenciones de alto voltaje durante la investidura de Sánchez han sido la gota que ha colmado el vaso para marcharse?
– No. Es verdad que es un ruido ambiente que influye, pero eso probablemente me daba más gasolina para pelear contra ese clima bronco y contra lo que creo que son decisiones equivocadas tanto del presidente como de otros.
– ¿Y cómo ha sido ese momento de comunicarle a su partido que se va?
– Emotivo. Especialmente con Alfonso Alonso, con el que me une una sincera amistad. Fue muy generoso y cariñoso.
– ¿Y Pablo Casado qué le dijo?
– Tuvimos una conversación muy sincera y muy larga. Me mostró toda la comprensión y todo el afecto.
Nueva etapa
– Han pasado muchos años desde 1995. ¿Le da vértigo afrontar esta nueva etapa?
– Hombre, si no sería un irresponsable. Pero así como algunos denostan el ejercicio de la política, yo creo que hacer política de una manera determinada te dota de unas herramientas, de un conocimiento que también se puede desplegar en el mundo privado. Y eso me da tranquilidad.
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Una despedida de todos los colores
– Nunca ha hecho otra cosa que ser político y ahora se va a Ernst & Young a trabajar. ¿Cómo cree que lo llevará?
– La gente reclama que los políticos no nos atornillemos en nuestros puestos. Yo pruebo y me arriesgo.
– ¿Le preocupa que le vinculen con las puertas giratorias? ¿Que haya quienes le acusen de ser un 'enchufado' del PP?
– Pues no. Porque a mí nadie me ha enchufado en ningún sitio. Parece que hay algunos que les puedo resultar útil y yo estoy muy agradecido a esta compañía y a su nuevo presidente que confíen en mí. Y me voy a dejar la piel para responder a las expectativas.
– ¿Se desvinculará del PP?
– Me voy a desvincular de la política activa por completo.
– ¿Pero seguirá como afiliado?
– Sí. De momento no tengo ningún interés en darme de baja ni ningún motivo. Me enorgullezco de preservar mi vínculo con el PP vasco.
– En la rueda de prensa, sin embargo, ha dicho: 'Digo agur, pero es un gero arte'. ¿Deja la puerta abierta a volver?
– No. Lo que digo es que dejo el teléfono abierto para todo el mundo, para mis compañeros, para mis adversarios, para los periodistas, y para cualquiera que necesite en un futuro una opinión, un criterio o simplemente que le invite a tomar una cerveza.
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