El PNV se prepara para ir a elecciones generales «en cualquier momento»
Sabin Etxea barajó comicios antes de Navidad pero también contempla otoño de 2026 o incluso que Sánchez los haga coincidir con las municipales
«Al principio de la legislatura tragas con cosas que no te gustan e intentas dar un apoyo al Gobierno. Pero esa época se ha ... acabado». Así avanzó Aitor Esteban hace unos días su impresión de que la legislatura en Madrid ha entrado en una «nueva fase» en la que, arrastrados por las implicaciones políticas del 'caso Cerdán' y por la inestabilidad que marca la entrada de curso, los antaño socios de Pedro Sánchez se mirarán de reojo entre sí, lo que les llevará a enfatizar sus propias «características» ideológicas en lugar de remar en la misma dirección para evitar que el Gobierno caiga. La reflexión tiene miga porque evidencia que el PNV ha interiorizado que la legislatura ha entrado en el tiempo de descuento, sean esos 'minutos de la basura' cuestión de pocos meses, de un año o incluso más si, contra todo pronóstico, el presidente del Gobierno optara por agotar su vigente mandato.
En todo caso, que Sabin Etxea ha entrado ya en modo preelectoral es un hecho, corroborado por distintas fuentes y espoleado por la sospecha -casi certeza- compartida por los burukides de que es muy complicado que Moncloa saque adelante los Presupuestos. «No vamos a perder ni 30 segundos debatiendo cuándo Sánchez va a convocar elecciones. Con todo el respeto, que lo haga cuando quiera. Estamos preparados», retó en su día el presidente del PNV vizcaíno, Iñigo Ansola. Unos días antes, en Zarautz, Esteban ya se había destapado con críticas inusuales a Sánchez, al que acusó de «pegarse al poder como una lapa», y dijo también estar listo para una cita con las urnas, aunque se refería al PNV de Iparralde ante unas eventuales elecciones francesas que no se producirán tras nombrar Macron a un nuevo primer ministro.
¿Y las generales en España? «El PNV está preparado para ir a las urnas en cualquier momento», abundan fuentes del partido. En privado, los jeltzales no descartaban hace solo unos días ni siquiera que Sánchez apretara el botón rojo en cuestión de pocas semanas, tras presentar los Presupuestos y constatar su falta de apoyos para aprobarlos y que precipitara la convocatoria este mismo año, antes del parón navideño en diciembre. Sin embargo, el curso de los acontecimientos ha restado peso a esa hipótesis. En Sabin Etxea creen que el acuerdo para transferir a Euskadi las prestaciones por desempleo, valoradas en más de 800 millones y obviamente autorizado por Sánchez y la reunión de José Luis Rodríguez Zapatero con Puigdemont en Bruselas evidencian que el presidente del Gobierno no ha perdido la esperanza de sacar adelante las Cuentas.
Pasar a la oposición
Tampoco pierden de vista el protagonismo que la cuestión palestina ha cobrado en el debate político con Sánchez a la cabeza. «Busca movilizar a la izquierda, lo que podría sugerir que serán pronto, pero a la vez está intentando ganarse a los socios. Juega a todas las bazas», opina un cargo del partido.
La opinión general en el partido es que Sánchez no se arriesgará a convocar «demasiado pronto» y preferirá esperar a que Vox, en claro avance en las últimas encuestas publicadas, siga desgastando al PP para tener opciones de ser primera fuerza y garantizarse así su propia supervivencia política, aunque el PSOE pase a la oposición.
En realidad, el cálculo que hasta ahora Sabin Etxea consideraba más probable apuntaba a otoño de 2026, una fecha que podría venderse como 'no adelanto' (las últimas generales fueron en julio de 2023) y que permitiría a Sánchez escenificar que intentó por todos los medios sacar adelante sus medidas sociales, pero se vio frenado por los intereses particulares de los socios.
Marzo de 2026 es la otra fecha fija en las quinielas jeltzales. Incluso el PNV ha barajado, más bien con espanto, la hipótesis de que el presidente del Gobierno haga coincidir las elecciones con las municipales y forales de mayo de 2027 para alejarlas todo lo posible de los frentes judiciales que le acosan. Sin embargo, los jeltzales prefieren descartar esa posibilidad por el riesgo que entrañaría la jugada para Sánchez frente a un PP fuerte en el ámbito municipal y autonómico.
El PNV es muy consciente de las dificultades que enfrentarán las fuerzas de ámbito exclusivamente vasco en unas generales donde la polarización entre socialistas y populares promete alcanzar cotas máximas, una situación que en Euskadi siempre ha beneficiado a las fuerzas de izquierda (dos victorias de Podemos y otras dos de Zapatero en 2008 y de Sánchez el 23-J). De ahí que debata ya la estrategia a seguir para conjurar esas posibles fugas de voto, si bien en cuestión de listas, según todas las fuentes consultadas, aún no se ha activado la maquinaria interna. El PNV deberá decidir si encomienda la difícil tarea de poner rostro a la campaña a la actual portavoz en el Congreso, Maribel Vaquero, si opta por mítines corales con los candidatos por Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra o busca un revulsivo novedoso capaz de competir en aguas turbulentas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión