El PNV arranca una segunda vuelta vital para el equilibrio de fuerzas que decidirá el EBB
Urkullu proclama su neutralidad en la pugna vizcaína mientras el aparato alavés lidia con el envite de Urtaran
«Yo viví la escisión del año 87 y los líos previos del 83-84 con el lehendakari Garaikoetxea. En aquel momento no se hicieron ... las cosas bien y salió mal. Pues ahora hay que hacerlas bien». A buen entendedor, pocas palabras bastan. Andoni Ortuzar deslizó este miércoles que lo mejor para el partido en el proceso interno que encara ya la fase decisiva para elegir a sus líderes territoriales es atenerse al «modelo PNV» que funciona desde hace «130 años», y que consiste, a juicio del presidente del EBB, en respetar escrupulosamente los tiempos y los ámbitos internos y evitar un «ruido» que, según apuntó en la Ser, está «más fuera que dentro».
Aun así, las palabras del líder jeltzale, en vísperas de una segunda vuelta que arranca este viernes en Bizkaia y Álava -los dos territorios en los que concurren candidaturas alternativas a las que implícitamente apoya el aparato tras la retirada de Eneko Goia e Imanol Lasa en Gipuzkoa, donde María Eugenia Arrizabalaga tiene el camino expedito-, dan idea del interés de la cúpula jeltzale en poner orden en casa de cara a la conformación de las ejecutivas territoriales. No en vano, de ellas saldrá también un nuevo equilibrio interno crucial a su vez para la elección, a partir del 20 de enero, del próximo EBB y de su presidente.
Ortuzar insiste en no despejar su futuro para no condicionar el proceso ni crear «vacío de poder»
De la composición definitiva de las cúpulas provinciales, especialmente en Bizkaia, de la futura correlación de fuerzas entre ellas y del grado de apoyo que obtengan de las bases los nuevos dirigentes dependerá, a su vez, que el aparato tenga más o menos margen para pilotar, según las coordenadas previstas, la renovación del Euzkadi buru batzar que culminará en la Asamblea General de los días 29 y 30 de marzo en San Sebastián. «Que se consoliden corrientes críticas organizadas no les conviene en absoluto», apuntan en el partido.
Las intenciones de Ortuzar -si postularse para seguir en el cargo o dar un paso al lado y promover desde Sabin Etxea algún candidato afín como Aitor Esteban- siguen siendo una incógnita. Una equis por despejar que el propio presidente alimenta con el argumento de que anunciar su disposición a continuar «condicionaría» el proceso interno y adelantar su marcha crearía un «vacío de poder» indeseable en un momento en el que pueden disputarse partidas políticas trascendentales como la aprobación de los Presupuestos de Pedro Sánchez en Madrid.
El exalcalde de Vitoria daría cabida en su ABB a cuatro burukides afines a Jone Berriozabal
Ese es el contexto, en absoluto inocuo, en el que se disputa una segunda vuelta en la que habrá liza en Bizkaia entre el candidato bendecido por Sabin Etxea -el expresidente del EVE Iñigo Ansola- y el letrado del Gobierno vasco David Salinas-Armendáriz. Una pelea que el propio Ortuzar insinúa desigual, al haber ganado el aspirante crítico en dos batzokis -el de Ondarreta, la organización municipal de Getxo en la que está afiliado, y el muy señero de Abando- frente a los noventa que el oficialismo atribuye a Ansola. No obstante, el clima, según fuentes consultadas de uno y otro lado, es de «tensión», de cierta respiración contenida, ante una segunda fase en la que los dos candidatos parten de cero y en la que se eligen también los burukides que acompañarán al ganador.
Es en esa pelea, la de inclinar la balanza hacia lo que representa la ejecutiva saliente encabezada por Itxaso Atutxa o hacia un Bizkai de aires renovadores, en la que cobra sentido el inédito escrito enviado por el exlehendakari Iñigo Urkullu a la comisión de garantías y control, presidida por Amaia Atutxa, hermana de la todavía presidenta. El lehendakari, pese a que los estatutos jeltzales no permiten listas cerradas y consciente de que han circulado internamente planchas -encabezadas por Ansola pero con candidatos a burukides en principio mixtos- que se han atribuido a su iniciativa, una vez constatado que habrá pelea, ha querido proclamar su neutralidad y dejar claro que «ni participo ni tomo partido por candidatura alguna», como confirman a este periódico fuentes de su entorno, «al margen de informaciones» sobre su «futuro personal, sea el que sea», en alusión a quienes verían con buenos ojos su retorno al EBB.
Urkullu ha enviado un escrito a la comisión de garantías para denunciar la «utilización» de su nombre
Derechos del afiliado
En el escrito enviado al órgano que vela por la limpieza del proceso, Urkullu apela a sus derechos como afiliado para defender sus posiciones, denuncia la «utilización» de su nombre por parte de personas implicadas en el proceso interno, «habiendo planteado que pudieran pasar a segunda vuelta nombres para proceder a una propuesta incluyente». Distintos medios interpretan que Urkullu trataría de evitar que su nombre se vincule a la plancha de Salinas. Desde el entorno del abogado de Santurtzi, se apunta a su vez a la comisión de garantías -contra la que el veterano exdiputado general Josu Bergara ha arremetido en un artículo en 'Gara' por priorizar el «control» y no la defensa de los derechos de los militantes- por las trabas para defender su programa electoral.
En Álava, el clima no es más tranquilo. El envite del exalcalde de Vitoria Gorka Urtaran al mantener su candidatura frente a la aspirante apoyada por la cúpula, Jone Berriozabal, ha sido toda una sorpresa que no entraba en los cálculos del aparato y que preocupa 'sotto voce', por los apoyos que ha logrado concitar. El oficialismo insiste, no obstante, en equiparar su candidatura con las de la corriente crítica aglutinada en procesos anteriores en torno a Iñaki Gerenabarrena. Fuentes cercanas al actual diputado foral -apoyado por figuras históricas del PNV alavés como Pilar García de Salazar y la senadora Estefanía Beltrán de Heredia- avanzan, informa Ander Carazo, que en un futuro ABB presidido por Urtaran tendrían cabida hasta ocho miembros de fuera de la capital, representantes de EGI y de la vieja guardia, además de cuatro burukides afines a Berriozabal.
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