La oposición reprocha al Gobierno su escaso esfuerzo para pactar

Pero, lejos de animar a Urkullu a que lo haga, la oposición cree que no es el momento de más elecciones. Todos coinciden en el análisis: lo que el Gobierno vasco tiene que hacer ahora es asumir su situación de minoría en el Parlamento, «gestionarla y hacer su trabajo». «Debe negociar y buscar acuerdos, que es su responsabilidad y es lo que hacen todos los ejecutivos del mundo. Lejos de generar inestabilidad, que gobierne. Pero el PNV está borracho de poder», explica el portavoz parlamentario del PP, Borja Sémper. «Está mal acostumbrado. Tiene que esforzarse y ganarse el entendimiento, pero para eso tiene que cambiar. La actual situación no se soluciona con elecciones anticipadas, se soluciona con un cambio de actitud», incide el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova.

Elkarrekin Podemos, por su parte, admite su «sorpresa» ante las declaraciones del consejero Erkoreka sobre un posible adelanto, sobre todo en este momento de «incertidumbre» política, a las puertas de dos procesos electorales y con la opción de que en otoño puedan celebrarse comicios en Cataluña. «Pero parece que, para no dialogar con la oposición, su única propuesta es la inestabilidad», reflexiona el secretario general de la formación, Lander Martínez.

En el seno de la oposición tampoco ha gustado que Erkoreka condicionara un posible adelanto electoral a los resultados de los comicios de abril y mayo. «¿Aquí no somos tan autónomos y singulares? Pues el lehendakari debería tener su propia agenda», expone Sémper, que descarta cambios en la posición de su partido en función del respaldo que obtenga en las urnas.

Además de calificarlo como un «movimiento partidista», un adelanto electoral, según la oposición, evidenciaría la «rendición» de Urkullu, que estaría dispuesto a «arrojar la toalla» antes de «esforzarse» por buscar aliados en la Cámara. Tras romperse el entendimiento con el PP vasco tras dos años de fructífera relación, PNV y PSE han evidenciado su «debilidad» parlamentaria y no han tenido la capacidad de atraerse el apoyo de otro partido, lo que se ha traducido en una prórroga presupuestaria, un «escaso» balance legislativo y la imposibilidad de sostener a uno de sus consejeros –Jon Darpón–.

No obstante, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP descartan que exista entre ellos un frente común para bloquear la acción de gobierno, sino que «simplemente» están ejerciendo su trabajo de oposición. «Pero Urkullu no asume que nuestra labor es controlar y fiscalizar al Ejecutivo», expone crítico Martínez.