«Cuando ETA mataba era presos por paz, ahora es por Presupuestos»
Asegura sentirse «desamparada» por Pedro Sánchez, con el que nunca se han reunido, y pide medidas administrativas para parar los 'ongi etorris'
Maite Araluce (San Sebastián, 59 años) acaba de ser reelegida presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo, un cargo que ostenta desde 2018. Hija de ... Juan María Araluce, asesinado por ETA en 1976 cuando era presidente de la Diputación de Guipúzcoa, junto a su chófer y tres escoltas, es consciente de la «responsabilidad» que conlleva el puesto, pero asegura que afronta un nuevo mandato «con la ilusión de seguir haciendo cosas por las víctimas del terrorismo en un momento especialmente duro para ellas». Habla de política penitenciaria, de su relación con el Gobierno de Pedro Sánchez, de un relato «que se está tergiversando», advierte, y de los homenajes a presos de la banda que se celebran en las calles de Euskadi. «Esas humillaciones deben acabar», defiende.
- Han pedido a Pedro Sánchez que saque la política penitenciaria de la negociación de los Presupuestos. ¿Cómo está viviendo los gestos del Gobierno hacia EH Bildu?
- Cuando ETA mataba era presos por paz, ahora es por Presupuestos. Denota lo poco que tiene en cuenta el Gobierno lo que hemos sufrido y seguimos sufriendo las víctimas. Es una moneda de cambio y les da igual. Eso evidencia cero sensibilidad y te hunde.
- Cuando Sánchez lamentó en el Senado el suicido del recluso Igor González habló de «preso vasco». ¿Qué le pareció aquello?
- El lenguaje hace mucho, se puede blanquear y ser equidistante. No son presos vascos, porque no fueron condenados por ser vascos. Es más, algunos ni lo son. Son terroristas, muchos con delitos de sangre. Hablar también de banda ETA, en lugar de organización terrorista ETA, me parece también grave. Pedro Sánchez ha comprado su lenguaje porque necesita su apoyo, y eso es blanquear lo que hicieron.
- Los acercamientos son cada vez más y más habituales. ¿Cree que la dispersión será historia en breve?
- Yo creo que sí. Es más, se están reagrupando a los presos en ciertas cárceles. Y eso es algo que nos preocupa. Lo que se buscaba con la dispersión es que los presos tuvieran libertad para arrepentirse del mal que habían hecho. Ese paso es más fácil hacerlo de forma individual que si están todos juntos, apoyándose unos a otros. Si lo que se busca es la reinserción real, poco favor se hace agrupando al colectivo. La política penitenciaria está fallando.
- ¿A qué se refiere?
- Si lo que se busca es que reconozcan el daño causado y luego salen de la cárcel y aceptan que les homenajeen por su trayectoria, no veo que eso sea reconocer que lo que hicieron estuvo mal. Al revés. Están orgullosos de haber pertenecido a ETA. Saben que humillan a las víctimas y el mensaje que queda es el de que lo que hice está bien hecho y si tuviera oportunidad lo volvería hacer.
- Hay quienes defienden, entre ellos también víctimas de ETA, que lo importante no es dónde cumplan condena, sino que la cumplan.
- Cumplir condena tiene por objetivo la reinserción. Creo que asumir lo que hicieron se hace mejor de forma individual y no con la presión de estar con otros presos que mantienen el discurso de que lo que se hizo estuvo bien. Cumplir condena la van a cumplir, pero si de lo que se trata es de que salgan mejor, ahí tiene sentido la dispersión.
- Lo que falla es la colaboración con la justicia.
- Lo vemos en todos los juicios, incluso en presos que se acogieron a la 'vía Nanclares'. Amnesia. Todos los que han tenido beneficios penitenciarios por colaborar, nunca lo hicieron.
- Usted ha dicho sentirse desamparada por este Gobierno. ¿Se han reunido alguna vez con Pedro Sánchez?
- Nunca. Se lo hemos pedido las veces que ha salido elegido y aún estamos esperando. Nunca nos ha recibido ni nos ha llamado. Totalmente desamparados.
- ¿Y con Pablo Iglesias?
- Peor aún. Precisamente, lleva asuntos sociales y las víctimas somos un colectivo al que tiene abandonado. Jamás nos ha llamado para preguntar qué podríamos necesitar... No existimos para ellos. Hemos dado mucho y no nos merecemos este desprecio.
«Tejer una red de confianza»
- Tres 'ongi etorris' en menos de dos semanas y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha dicho que los presos de ETA «no son pederastas ni maltratadores y que tienen el apoyo de gran parte de la sociedad vasca»...
- No son pederastas, pero tampoco presos políticos. Son terroristas, unos con delitos de sangre y otros han contribuido a que se asesinara a gente. A un terrorista no se le puede recibir como a un héroe. Ese recibimiento es porque han matado a tu hijo, a tu padre, a tu hermano... Ese es un sufrimiento terrible.
- En uno de sus últimos viajes a Euskadi le exigió a la cara al lehendakari, Iñigo Urkullu, que frenara los homenajes a etarras. A nivel judicial parece complicado, ¿echa en falta una mayor implicación institucional?
- Nadie hace nada. El delegado del Gobierno es el que podría hacer algo y ninguno lo ha hecho. Yo no entiendo cómo esto no se puede parar. Veo que judicialmente es complicado, pero podría hacerse algo a nivel administrativo. Multar. Hacen mucho daño.
- ¿Cómo recibieron el relevo de Jonan Fernández?
- Hemos tenido nuestros encontronazos con Jonan Fernández, pero manteníamos una relación de colaboración. Tuvimos episodios como el de 'Herenegun!', pero una vez admitido el error de que no se podía hacer una unidad didáctica para llevar a las aulas sin contar con las víctimas, el trato era correcto.
- Estas cuestiones recaerán ahora en manos del vicerrector de la Universidad de Deusto José Antonio Rodríguez Ranz. ¿Qué les parece el sustituto?
- No le conocemos. Tocará de nuevo tejer una red de confianza, que vea cuál es nuestra forma de trabajar. La voluntad es de colaboración. Eso sí, siempre con nuestras líneas rojas.
- ¿Qué esperan de él y del nuevo Gobierno vasco?
- Que no contribuya al blanqueo ni a la equidistancia. Esa es una pelea constante con el Gobierno vasco. Confiamos en que se ponga en nuestro lugar. Los terroristas decidieron serlo, nosotros no decidimos ser víctimas.
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