Iturgaiz avisa de que el PNV sumará fuerzas con Bildu para «impulsar el 'procés' vasco»
El presidente del PP pide que los votantes manden a los jeltzales «al rincón de pensar» en las elecciones del 28-M
El aroma a soberanismo que comienza a asomar en la política vasca en plena precampaña, máxime cuando aún no ha terminado la resaca del Aberri ... Eguna, está sirviendo al PP para acelerar su ofensiva por votantes de centroderecha no nacionalista que en las últimas citas electorales se han decantado por el PNV. «Cada voto a esas siglas es un voto al 'procés' vasco», ha advertido este martes Carlos Iturgaiz, quien diagnostica que los jeltzales están «instalados en la extrema radicalidad» e inmersos en una competición con EH Bildu, coalición con la que «sumarán fuerzas», avisa, para impulsar el derecho de autodeterminación.
El debate sobre el nuevo estatus político comienza a despertar tímidamente del letargo tras una legislatura marcada por la pandemia y las consecuencias de la invasión de Ucrania. Un marco extraordinario que forzó al PP vasco a centrar su oposición al Gabinete Urkullu en el plano económico, especialmente en el capítulo fiscal, con una insistente petición de rebajas de impuestos. Aun así, los populares venían avisando de que la cuestión soberanista se reactivaría tarde o temprano. Es en ese escenario donde la formación conservadora está convencida de que podrá recuperar votantes que «se refugiaron» en un PNV más moderado.
En plena carrera hacia el 28-M, Iturgaiz ha confesado agradecer que los jeltzales estén «clarificando sus mensajes para evitar desengaños». Las apelaciones de Andoni Ortuzar a «construir nación» durante el Aberri Eguna constituyen, según el presidente de los populares vascos, «una apuesta inequívoca del PNV por un nuevo marco político que traiga la autodeterminación a Euskadi». Porque esas reivindicaciones, ha añadido, no son «un calentón de boca ante sus acólitos» en un mitin político, sino «el credo y la hoja de ruta del nacionalismo vasco».
«Alternativa clara y diáfana»
La formación conservadora se reivindica como «alternativa clara y diáfana» frente a un PNV que, denuncian, «se ha echado al monte una vez más como ya hizo en el Pacto de Estella». En esta ocasión, sostienen que se ha convertido «en una fotocopia de Bildu» para rivalizar en unas elecciones que las dos familias del nacionalismo vasco quieren reducir a una cuestión de dos. El PP, por su parte, se rebela ante esa dicotomía y se erige en «el único partido foralista, estatutista, constitucionalista, vasquista, españolista y europeísta» que pretende llevar al PNV «al rincón de pensar».
No en vano, la estrategia de los populares de cara al 28-M para 'robar' votantes a los jeltzales no se centra únicamente en alertar sobre eventuales aventuras soberanistas, sino también en retratar al PNV como un mal gestor asediado por la corrupción. «No puede combatir el deterioro democrático quien lo ha fomentado», ha afirmado Iturgaiz en referencia al «desprestigio» de Osakidetza y también al 'caso De Miguel' que está a punto de resolverse con la entrada en prisión de cuatro exdirigentes de la formación nacionalista.
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