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Subijana lleva al frente de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa desde 2010. EFE
El Superior vasco esquiva el bloqueo con la elección de Subijana como sustituto de Ibarra
Presidente del Tribunal Superior

El Superior vasco esquiva el bloqueo con la elección de Subijana como sustituto de Ibarra

El Poder Judicial desoye al Gobierno, mantiene los nombramientos y designa por la mínima al juez guipuzcoano, el primero en llegar al cargo sin la amenaza de ETA

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Jueves, 4 de marzo 2021

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Tras más de ocho meses de interinidad, bajo la firme amenaza de un bloqueo 'sine die', en segunda votación y por la mínima. Iñaki Subijana Zunzunegui (San Sebastián, 1963) esquivó este jueves todos los obstáculos habidos y por haber para convertirse en el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). En un escenario de profunda división en el seno del Poder Judicial, el magistrado guipuzcoano cosechó este jueves un apoyo frágil pero más que suficiente para convertirse en el sustituto de Juan Luis Ibarra como máxima autoridad de la judicatura en Euskadi.

La primera noticia fue que hubo noticia. Porque el nombramiento estaba en el orden del día, sí, pero eso no garantizaba ni de lejos que fuera a haber decisión. Y es que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), encargado de la designación de altos cargos de los tribunales, vive en un permanente estado de convulsión. El mandato de sus 21 integrantes lleva más de dos años caducado, a la espera de un pacto PSOE-PP que, pese a los sucesivos amagos, nunca acaba de llegar. Mientras tanto, los vocales se dividen entre quienes abogan por seguir cumpliendo su función y los que prefieren echar el freno.

Esta última corriente había impuesto su criterio la semana pasada, cuando el pleno acordó postergar siete días los nombramientos pendientes con la esperanza de que llegara el acuerdo. Pero este jueves, consumado el ultimátum sin fumata blanca, quisieron dictar sentencia. Desoyeron incluso al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien les pidió minutos antes que cesaran en su empeño. El ruego cayó en saco roto, máxime cuando la de este jueves era su última oportunidad para desbloquear la designación ante la previsible aprobación el próximo jueves de la propuesta de PSOE y Unidas Podemos para limitar el ejercicio en funciones del CGPJ.

Aun así, todavía quedaba por comprobar si alguno de los seis candidatos a la presidencia del TSJPV lograba las tres quintas partes requeridas, una mayoría reforzada que se antojaba complicada de alcanzar. Ya no solo por la propia multitud de alternativas, sino también por los anunciados votos en blanco de aquellos vocales contrarios a realizar nombramientos. En un primer momento, ninguno de los aspirantes sumó los 13 apoyos indispensables, lo que abocaba directamente a un bloqueo durante meses. Pero pasados unos minutos se repitió la votación y, entonces sí, Subijana se llevó el gato al agua.

Con el mínimo necesario, el hasta ahora presidente de la Audiencia de Gipuzkoa batió a su principal rival, la conservadora Mercedes Guerrero (su homóloga en Álava), perjudicada por el tradicional juego de equilibrios. La elección paralela de Antonio García −de su misma corriente y también aspirante al TSJPV− como magistrado de la Sala de lo Civil del Supremo acabó favoreciendo que, a cambio, se nombrara a un progresista para el Superior. Solo así se explica esta designación por un pleno mayoritariamente conservador, sobre todo cuando se efectuó pese al voto en blanco de cinco de los ocho miembros considerados progresistas, según ha podido saber EL CORREO.

En pleno estado de alarma

Doctor en Derecho, asociado a Juezas y Jueces para la Democracia y experto en justicia restaurativa, Subijana abre una nueva etapa en el principal órgano de la judicatura autonómica tras una década sin sobresaltos con Ibarra al frente y Garbiñe Biurrun como interina. Su llegada a la cúspide se produce en un momento especialmente delicado, bajo el estado de alarma más largo en la historia democrática de España y con la Justicia en el punto de mira por su potestad última para arbitrar las restricciones a las libertades individuales y colectivas frente a la Covid-19.

El nuevo presidente del TSJPV podrá presumir, eso sí, de ser el primero en llegar a la cúspide de los tribunales vascos sin el aliento del terrorismo de ETA en la nuca. Una etapa negra para la sociedad en general y para los jueces en particular que en todo caso conoce bien un magistrado que solo abandonó Euskadi tres años para ejercer su labor en la Audiencia de Cádiz. En cambio, su elección retrasa al menos cinco años más el horizonte de que el Superior sea presidido por primera vez por una mujer, habida cuenta de que ellas representan el 62% de la judicatura autonómica.

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