La importancia de acertar en las prioridades

Los problemas de la ciudadanía vasca no tienen nada que ver con su relación con el Estado español o con la necesidad de un nuevo estatus político. Su vida cotidiana no está atravesada por ninguna preocupación en torno a este tema. Quien no pueda tener contacto con nuestra realidad, lo puede ver en las encuestas en las que salen los rankings de nuestras principales preocupaciones. En los últimos años, nunca se encontrará en las primeras posiciones con nada relacionado con el debate territorial.

En Euskadi, los dos principales partidos nacionalistas vascos han apostado en centrar su agenda en los últimos tiempos en los problemas económicos y sociales de la ciudadanía vasca y en apoyar las medidas desarrolladas por el Gobierno español para proteger y ayudar a la ciudadanía que ha sido golpeada por la pandemia y por una guerra en Europa que ha provocado una crisis energética y una subida inasumible del coste de la vida. Su apoyo a Pedro Sánchez no ha estado relacionado con el desarrollo de un nuevo estatus político para Euskadi y ninguno de sus votantes les ha castigado por ello, más bien al contrario. La fortaleza de los dos partidos nacionalistas alcanza las cifras más elevadas de apoyo popular precisamente cuando sus prioridades coinciden con las de sus ciudadanos.

Los partidos de la derecha española que han intentado acercarse a la ciudadanía catalana denunciando las políticas de inmersión lingüística solo consiguen alejarse del mayoritario consenso social que existe en Cataluña alrededor de la lengua y quedarse fuera del juego electoral que les permitiría ser más influyentes en Cataluña a través de la puesta en marcha de sus políticas.

El nuevo curso político vasco se abre esta semana con una ciudadanía muy preocupada por la subida del coste la vida, de la crisis energética, del precio de la luz y de la inflación. Si miramos la de veces que han votado juntos los dos principales partidos vascos en el Parlamento español las medidas económicas y sociales del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, no debería ser difícil que se alcanzaran los necesarios grandes pactos en Euskadi. Al menos, entre los cuatro partidos que han apoyado la mayoría de las medidas que han permitido avanzar en la justicia social y en un reparto más justo de los efectos de las distintas crisis concatenadas que hemos sufrido en los últimos tiempos.