Illa exige a ERC y Junts que salgan del «callejón sin salida» del referéndum para acordar con Sánchez

El jefe de la oposición en Cataluña y ganador de las últimas elecciones autonómicas expuso su diagnóstico sobre las negociaciones en el Foro Objetivo Actualidad, organizado por EL CORREO y Petronor en el Palacio Euskalduna de Bilbao. En un coloquio moderado por Adolfo Lorente, jefe de Política y de Economía de este periódico, y ante una nutrida representación de las esferas política y económica vascas, Illa recordó que los resultados de las generales de julio han «reforzado la necesidad de pactar». Eso sí, bajo «un principio de realidad» y con los «límites» que marca la Constitución.

Como punto de partida, el líder del PSC ensalzó las medidas que ha ido tomando Sánchez para apaciguar la situación política y social en Cataluña desde que llegó al Palacio de la Moncloa en 2018. Decisiones, algunas de ellas, delicadas, como la concesión de los indultos a los presos del 'procés', que «han dado sus frutos», según destacó a la vista de los resultados electorales. No en vano, los socialistas lograron en julio 19 de los 48 escaños que estaban en juego en las circunscripciones catalanas. Un botín que ha resultado clave en las opciones del actual presidente en funciones para poder ser reelegido.

Los réditos, según Illa, no sólo han sido para el PSC que él mismo dirige desde 2021 y para el PSOE, sino para toda la ciudadanía catalana. «Hay un mejor clima en las instituciones, hay un mejor clima de convivencia y hay un mejor funcionamiento de nuestra economía», subrayó. Indicadores que, en su opinión, invitan a «desarrollar» ahora más pasos, a «explorar las posibilidades de estiramiento» de las políticas a favor del apaciguamiento. Una alusión implícita a la amnistía, término que en ningún momento pronunció 'motu proprio' y cuya aprobación, preguntado explícitamente al respecto más tarde, quiso dejar en el aire: «No doy nada por hecho».

Mucho más explícito quiso ser acerca de la otra gran pata de la negociación con los independentistas, apuntalada la semana pasada por la declaración que ERC y Junts aprobaron juntos en el Parlament para supeditar la investidura a un referéndum de autodeterminación. «Hemos sido claros, por ahí no hay camino», dijo en referencia al comunicado que PSOE y PSC emitieron de forma inmediata como respuesta al órdago de los soberanistas. Una contestación en bloque que, según reveló en el foro, fue fruto de la «fluida comunicación» que mantiene con Sánchez desde que fue ministro de Sanidad en pleno estallido de la pandemia del covid.

En una intervención bajo el elocuente título 'Cataluña, España, Europa', Illa explicó que una consulta independentista no sólo es «una línea roja» en las negociaciones para la reelección de Sánchez, sino «un inmenso error» porque «no es lo que los ciudadanos quieren». «¿Cómo vamos a ahondar en la división y en la ruptura en el ámbito de una Europa que está en el camino de un horizonte federal?», se preguntó. Apreció además que el sector de la sociedad catalana que empuja por la secesión, aunque «significativo», es «menguante» a la vista del retroceso electoral que tanto ERC como Junts -y también la CUP- han experimentado.

En cualquier caso, el dirigente socialista admite que las fuerzas independentistas son «necesarias» para el éxito de la investidura, por lo que también hizo apelaciones a la responsabilidad de ERC y Junts. Sobre todo, les pidió que mirasen más a Euskadi y a la actitud que mantienen el PNV y EH Bildu. Porque mientras las formaciones catalanes van elevando sus órdagos, los dos grupos abertzales han apostado por otra vía. EH Bildu ya ha dejado claro que apoyará a Sánchez porque, a su juicio, de lo que se trata ahora es de «frenar» al «bloque de derechas». Y el PNV, aunque está exigiendo compromisos claros, evita plantear cuestiones maximalistas.

Estrategias diferentes que para Illa son una prueba más del «oficio político» que existe en Euskadi. Por eso reclamó a Junts y ERC que «tomen nota». Aunque no llegó a mencionar de forma directa sus siglas, el máximo responsable del PSC sí destacó que las dos formaciones lideradas por Andoni Ortuzar y Arnaldo Otegi, son conscientes del actual momento y han sabido «interpretar» que la única forma de que se alcance algo de «estabilidad» es que Pedro Sánchez siga en La Moncloa.

Illa elogió la «cultura política» existente en Euskadi, que ha permitido «pasar página a momentos oscuros», en alusión a la violencia etarra. Apostó por la cultura de la «discreción», por la «prudencia» y se mostró convencido de que hay «momentos en los que es más importante reunirse en el despacho que estar ante el foco de las cámaras». «Es lo que veo en Euskadi y me gustaría que en Cataluña tomasen ejemplo», destacó el dirigente socialista, quien también aludió a la posible extensión del modelo del Concierto a su comunidad.

Illa se mostró tajante y rechazó la creación en Cataluña de un sistema bilateral como el que existe en Euskadi y Navarra. Se trata de una vía que se ha puesto sobre la mesa en determinadas ocasiones como hipotética fórmula para atraer a las formaciones nacionalistas e intentar desinflamar el 'procés'. Sin embargo, lo más importante para Illa es trabajar «para tener una buena financiación, y eso se logra con argumentos e inteligencia política». En este mismo sentido, rechazó «privilegios» y reclamó «mucha más autoexigencia», ya que todo parece que «es culpa de los demás».

El líder del PSC también aludió a la posibilidad de que todo acabe en una repetición de las elecciones generales . «Tengo planes para el 14 de enero (fecha en la que se celebrarían los comicios), pero no me importa cambiarlos», remachó.