Esteban apela a sus afiliados a recuperar «el pulso de la calle para construir país»

El nuevo presidente del EBB, Aitor Esteban, enfatizó este sábado ante sus afiliados la necesidad de «estar en la calle» para conocer de primera mano el sentir de la ciudadanía. El líder jeltzale, que reconoce que «alguna vez nos hemos podido equivocar» al proyectar una imagen demasiado institucional y distante respecto a los problemas del día a día, aseguró así haber «entendido el mensaje de la ponencia de organización». Un documento que evidencia la necesidad de que el PNV mejore sus relaciones con los movimientos sociales y se muestre como una organización más cercana.

Esteban realizó estas declaraciones en el primer Alderdikide Eguna de Bilbao, una jornada en la que el PNV –también enfocado en reforzar el papel de los batzokis en el proceso de toma de decisiones interna– juntó afiliados de sus 13 organizaciones municipales de la capital vizcaína. El presidente del EBB rememoró sus primeros años de militancia en el barrio de Irala, donde «nuestra acción política se hacía en la calle». Si antes, dijo, durante la dictadura y el terrorismo de ETA, los jeltzales borraban «pintadas de las paredes», ahora «esas paredes son digitales». «Tenemos que estar ahí y responder con rapidez», enfatizó un Esteban convencido de que el PNV debe dar el salto de lo analógico a lo digital.

Más allá de los mensajes en clave interna –ante un público en el que se encontraba el grueso de la organización en Bizkaia, desde la diputada general, hasta la vicelehendakari Bengoetxea, pasando por el equipo de Gobierno municipal al completo–, Esteban advirtió de que «en los próximos años nos vamos a encontrar muchas situaciones en las que vamos a tener que posicionarnos». «Protestaremos y reclamaremos», aseguró en un mensaje dirigido a la totalidad del arco político vasco, el Gobierno central y el sindicato ELA, al que acusó de ser «incapaz de llegar a acuerdos».

El exportavoz del PNV en Madrid dejó entrever que la inestabilidad parlamentaria con la que cuenta el Gobierno Sánchez no supone que este pueda tener como seguros los votos de los cinco congresistas jeltzales. Mostró así su oposición frontal contra el decreto «invasivo» de universidades, las «trabas del Tribunal Supremo» o «la exclusión» de los 700 millones de euros que reparte Moncloa para mejorar la red de carreteras.